El Girona se resiste a morir y dos penaltis le dan la vida

La Liga regresó, 49 días después, y no pudo hacerlo con un mejor partido. El Girona-Rayo fue vistoso, con emoción, intercambio de golpes y goles. Es más, el Rayo solo necesitó 69 segundos para festejar el 0-1. Camello aprovechó a la perfección el error de Miguel Gutiérrez, que peinó el balón hacia atrás y sorprendió a David López, y superó a Gazzaniga con un tiro cruzado. El peso de la mochila fue tremendo para el Girona, aunque los de Míchel se serenaron y se lo fueron quitando a golpe de penalti. Castellanos puso el 1-1 y Samu Saiz igualó el 1-2 de Isi. El duelo fue trepidante y sufrido hasta el final. En el 96′ se anuló un tanto a Stuani, hubiese sido el 3-2, por fuera de juego.

El Girona fue claramente de menos a más en el partido y secó a un Rayo que se quedó en la primera mitad con un único tiro a puerta. Pero claro, fue el gol. Los de Míchel jugaron al son de un Iván Martín que sigue de dulce porque este curso, tras recuperarse de su lesión, solo ha disputado tres encuentros y le han bastado para firmar dos goles y provocar un penalti. Este tuvo que ser a instancias del VAR porque el colegiado Figueroa Vázquez no vio nada de primeras. Un minuto tardó en pararse el juego y cuando sucedió, se revisó la acción y se señaló un pisotón de Fran García sobre Iván Martín. Corría el minuto 34′ y ‘Taty’ Castellanos acertó. Lanzó fuerte, al medio de la portería de Dimitrievski, y el 1-1 que subió al marcador hizo justicia a un Girona que lo buscó más que un Rayo que echó de menos a Trejo, que no logró conectar con el balón. Con el empate, el bloque gerundense no levantó el pie del acelerador y cerca estuvo el 2-1. En el 37′, Lejeune falló, no despejó bien un balón, y se salvó porque Yan Couto no acertó a definir bien.

Ya en la segunda mitad, el Girona siguió a lo suyo y se sucedieron las ocasiones de Castellanos e Iván Martín, pero faltó pegada. A Iraola, que siguió el duelo desde la grada por sanción, se le vio disgustado con el poco fútbol que estaba creando su equipo, muy raro, y en el 60′ dio entrada a Unai López para intentar tener más presencia y protagonismo en la medular porque sustituyó a Trejo y formó junto a Comesaña y Ciss. Y el movimiento no pudo salir mejor porque en la primera jugada, presión efectiva en campo contrario, robo, movimiento trepidante de balón y gol de Isi. La asistencia de Camello fue perfecta y el golpeo de balón de Isi, inmejorable. La aparición de Unai López fue tremenda y en el 65′ hizo lucir a Gazzaniga para evitar el 1-3. El Girona, de nuevo, debió volver a remar y eso hizo. No tardó en encontrar premio y es que, en el 74′, Lejeune tocó el balón con la mano dentro del área tras un tiro de Castellanos. El argentino quiso su doblete, pero la responsabilidad del penalti la pidió Samu Saiz y no falló. 2-2. Ninguno se guardó nada al final y el Girona estuvo a punto de la remontada total. En el 89′ Dimitrievski lució para evitar el tanto de cabeza de Stuani y, en el 96′, fue cuando se anuló el 3-2 por fuera de juego de David López. Montilivi vibró y Girona y Rayo dicen adiós a 2022 con un punto que sabe dulce.