El enigma Spalletti
El técnico del Nápoles considera su etapa cumplida, pero no despejó las dudas sobre su futuro y quiere que sea De Laurentiis el que anuncie la decisión definitiva.
Nápoles lleva celebrando su tercer scudetto desde hace 16 días y le quedan aún 15 antes de levantar el trofeo en el Maradona. El camino que llevará a la gran fiesta del 4 de junio, que De Laurentiis anunció el pasado jueves mientras presentaba el stage de pretemporada de Dimaro, está siendo bastante más movido de lo esperado. El director deportivo Cristiano Giuntoli lleva semanas negociando con el presidente para liberarse con un año de antelación y tomar las riendas de la reconstrucción de la Juventus. Pero su adiós podría no ser el único.
El futuro de Luciano Spalletti, en estos días, está siendo un enigma sin solución. De Laurentiis hizo el paso formal para confirmarle hasta 2024, ejerciendo la opción unilateral que prevé el contrato del técnico. Lo hizo con un correo electrónico y una carta, medida que no sirvió para despejar las dudas. Hace una semana, presidente y entrenador campeones de Italia cenaron a solas y, al parecer, tomaron la decisión definitiva. El problema es que nadie puede afirmar con certeza cuál es. Las sonrisas y las bromas que protagonizaron ambos al salir del restaurante dejaron pensar en un acuerdo, pero las declaraciones que vinieron después afirman lo contrario.
De Laurentiis, el viernes, en ‘Sky Sport’, dejó entender entre líneas que el técnico le habría pedido marcharse: “Es un fuera de serie, pero en la vida la libertad es un valor que no tiene precio, no hay que cortarle las alas a nadie y nadie me las tiene que cortar a mí. Lo importante es estar agradecido”. Spalletti, por su parte, ayer en rueda de prensa, aumentó las dudas. Sobre las frases del presidente, afirmó que no sabe “qué significa cortar las alas”, ya que, por lo que tiene que hacer, “no hacen falta alas, sirven botas”. El entrenador volvió a dejar la pelota en el tejado de De Laurentiis sobre su contrato y desmintió los rumores sobre los contactos con otros clubes: “Tiene que hablar él, yo dejé todo claro en la cena. No rechacé subidas de sueldo, no tengo que pagar cláusulas, no recibí ofertas para entrenar en otros lugares, ni las espero. Quien lo escribe, escribe falsedades o, peor, lo que le han dicho que tiene que escribir”.
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Spalletti, además, no respondió sobre un futuro en la Juventus “de aquí a las próximas tres temporadas”, porque cada año tiene que hacer “el inventario de lo que le dice el cerebro” y porque solo puede hablar de este año, aunque “después de que lo haya hecho el presidente”. Sin embargo, al final del encuentro con la prensa, el técnico pronunció unas frases sobre su posible continuidad: “Si decidiera volver a empezar, lo haría a mil kilómetros por hora, dispuesto a ir en contra de todo y todos como ya hice varias veces, por el bien del equipo y de los resultados”.
El campeón de Italia da la sensación de que considera su ciclo cumplido e inmejorable tras el scudetto, pero no quiere separarse del club y sobre todo de la ciudad de mala manera, presentando sus dimisiones después de que De Laurentiis le confirmara en público ejerciendo la opción. Mientras, en Italia empezaron a circular los nombres para su relevo (Conte, Benítez, De Zerbi, Thiago Motta, Italiano, Klopp…), Spalletti decidió jugar al despiste. Le tocará a su presidente escribir el capítulo final del culebrón, que aún no tiene fecha.