El Eibar redondea la semana en su fortín de Ipurua

El Eibar sigue lanzado hacia el ascenso. El buen momento del Oviedo tampoco fue suficiente para frenar a un equipo que está decidido a llegar a lo más alto de la tabla. Por lo menos de forma provisional así lo ha conseguido en esta vigésima jornada. Más allá del liderato momentáneo, los armeros pueden presumir de una semana inmejorable. Nueve puntos de nueve posibles en tan solo siete días. Completó el pleno con un triunfo trabajado frente a un cuadro ovetense que fue de más a menos. Buen arranque de los de Cervera que terminaron sucumbiendo a la insistencia armera. Una genialidad de Matheus, que buscó el gol olímpico, con la colaboración de Nolaskoain terminó superando la muralla ovetense. Un total de 5.078 aficionados pudieron disfrutar de un nuevo triunfo de los guipuzcoanos en Ipurua, donde continúan invictos.

Revolución en el once del Eibar. Hasta seis novedades incluyó Garitano con respecto a la victoria en El Plantío. Más de medio equipo renovado desde el lateral izquierdo con la entrada de Imanol García de Albéniz hasta la delantera donde Blanco Leschuk actuó de punta de lanza. La gran sorpresa llegaba en la parcela ofensiva, con la suplencia de Stoichkov y la segunda titularidad consecutiva de Vadillo. Por su parte, Cervera optó por dar continuidad al once que empató frente a Las Palmas. Tan solo dos cambios con la inclusión de Tarín en la zaga en lugar de Costas y la vuelta de Luismi al doble pivote. En la dupla atacante, dos ex armeros como Borja Bastón y Sergi Enrich volvían a la que fue su casa.

Los de Cervera comenzaron dominando el juego y elaborando minuciosamente todas sus posesiones. Un efectivo método para apagar el habitual arranque arrollador del Eibar en su feudo. No precisaba de tantos toques el conjunto local en sus ataques mucho más verticales. Precisamente así llegó el primer aviso armero. Javi Muñoz terminó rematando por encima del larguero una gran combinación entre Vadillo e Imanol en la profunda banda izquierda. La réplica llegó de forma inmediata tras una jugada individual de Marcelo Flores, que dejó sentado a Rober Correa, pero su posterior pase no encontró rematador en área pequeña.

El choque también se presentaba como un nuevo paso en la puesta a punto de Vadillo. El gaditano, muy participativo, evidenciaba las ganas de demostrar su valía. En uno de sus tantos intentos se ganó una amarilla por simular un penalti. Exquisita asistencia de cuchara de Rama a un Enrich que se topó con Luca Zidane. La más clara llegó en el 35′. Braat evitó lo que llevaba camino de ser un golazo de Blanco Leschuk. El Tiburón hizo gala de un recurso lleno de imaginación para rematar de tacón un centro de Rober. Los de Garitano se fueron adueñando del envite. Gran parte del peligro llegaba por el desequilibrante costado zurdo. Vadillo seguía haciendo travesuras. En un delicioso pase de tacón que filtró, volvió a dejar a Imanol dentro del área. El centro atrás lo desbarató Luismi cuando Rahmani ya se estaba relamiendo.

El paso por vestuarios insufló una mayor determinación al Eibar que arrancó con una marcha más el segundo acto. Con las líneas más adelantadas, buscó atosigar el Oviedo en su propio campo. Los de Cervera esperaban agazapados alguna oportunidad al contragolpe. Aprovecharon una pérdida de Sergio para sorprender a los armeros e inquietar a Luca Zidane. No acertó Hugo Rama que cruzó demasiado su golpeo. Agitó la lámpara Garitano con un triple cambio. Más mordiente con Stoichkov y Corpas, además de control en la zona ancha con Nolaskoain. El cuadro azulgrana sometía a los asturianos con constantes acometidas. El gol parecía cuestión de tiempo. Los centros desde ambas bandas iban llegando uno tras otro.

Braat hizo caso omiso al aviso de Matheus. El brasileño amenazó con un disparo directo desde el córner que evitó el meta francés. Acto seguido, en el posterior saque de esquina, el 8 armero volvió a intentar el gol olímpico. Esta vez sí. Con la colaboración de Peru Nolaskoain, Braat no pudo evitar que el balón terminara rebosando la línea de gol. El Eibar encontró así el premio que llevaba minutos mereciendo. El VAR terminó confirmando que el centrocampista de Zumaia no había rematado con el brazo. Con 20 minutos por delante, reaccionó el equipo azulón, pero los armeros supieron frenar los intentos a base de oficio.