El Eibar más polarizado

Como la noche y el día. Por mucho que compartan ideas o planteamientos, existe un Eibar cuando juega como local y otro cuando lo hace en casa ajena. Hasta el momento, de poco ha servido la insistencia de su técnico en recordar las directrices marcadas desde el inicio, porque, por más que el rendimiento futbolístico se vea plasmado en el verde, el cuadro guipuzcoano no ha sido capaz de puntuar mínimamente como visitante. Uno solo en los dos meses de competición. Poco comparable con lo rascado en su feudo, donde se mantiene inquebrantable. Cinco jornadas, tres victorias y ni una sola derrota.

Con el fin de entender su dificultad para sumar a domicilio, es preciso reparar en su producción goleadora. Aparte de Martón (Málaga) y Magunazelaia (Huesca), ningún azulgrana ha sido capaz de ver portería lejos de casa. Ni la Real Sociedad B, único equipo de la categoría en no sumar puntos fuera, ha concretado menos tantos que los armeros. Y eso que ocasiones no le han faltado. Especialmente evidentes en Huesca y Cádiz. Hasta en Ceuta, tras jugar más de una con diez, tuvo más probabilidad de hacer gol que su rival (0,81 de goles esperados, por el 0,72 xg del cuadro caballa).

Los partidos del Eibar como visitante, no destacan precisamente por ser la fiesta del gol. Ya que, además de no poder materializarlos, tampoco se permite encajarlos. A excepción de los tres recién descendidos, no hay un solo equipo que haya recibido menos dianas que el Eibar lejos de su estadio. Sin ninguna portería a cero, eso sí. Siempre a través de resultados cortos, lo que demuestra la competitividad de los armeros, pese a acabar infra puntuando.

En Ipurua, en cambio, el resultado suele ser favorable. El Eibar alarga mucho más los buenos momentos del partido y sabe sufrir cuando el rival se hace con la iniciativa. Por no hablar de su contundencia en las áreas. Tres porterías a cero y casi dos goles promediados por partido. De modo que no es de extrañar su condición de invicto en casa. Algo que dentro de la división solo Cádiz, Sanse y Deportivo pueden decir lo mismo.

Así las cosas, el conjunto guipuzcoano se ha vuelto a instalar en la zona media de la tabla. Situado a la misma distancia de puntos del playoff que de los puestos de descenso. Dinámica similar al curso pasado, aunque las sensaciones puedan parecer bien distintas. La exigencia del calendario no da respiro a los armeros, que cada semana tendrán un rival más peliagudo que batir. En solo tres jornadas, los de San José se medirán ante dos recién descendidos como la UD Las Palmas y el Leganés, para arrancar el mes de noviembre con su visita a Almería. Sin obviar, su cruce copero del 29 de octubre ante el Náxara riojano.

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