El club no descarta que Sylla tenga que pasar por el quirófano

Mamadou Sylla no tiene fortuna en el Alavés. El año pasado apenas jugó en los primeros meses y fue cedido al Rayo Vallecano donde tampoco tuvo demasiado protagonismo. Esta temporada había empezado desde el banquillo pero jugando bastantes minutos hasta que se lesionó en Ibiza.

Correr a toda velocidad por césped natural y, cuando llegas a la banda, encontrarte con una superficie diferente, sintética, es sinónimo de golpe casi asegurado. Lo malo es que Sylla se estrelló con un banquillo, con el metacrilato. Inicialmente parecía que tenía afectada la zona de la tibia pero el club habló rápidamente de un fuerte esguince de tobillo.

“La lesión es más grave de lo que parece, perdemos al jugador para varias jornadas”, explicó Luis García Plaza en sala de prensa. El club no emite partes médicos por petición expresa del entrenador para no dar pistas a los rivales. Vacío absoluto en cuanto al conocimiento del botiquín albiazul. Sólo lo explica el técnico en previas y post-partidos si se le pregunta al madrileño.

Pero Sylla estaba convocado para jugar en Cartagena el lunes de la semana pasada porque, oficialmente, se había recuperado. Pues tampoco. Ni siquiera se montó en el avión y de hecho se quedó en casa recuperándose de los dolores. El Alavés dijo que viajaba y que, a última hora, se caía de la lista, que era el descarte. Lo que no trascendió es que no estaba con sus compañeros en Murcia, estaba en su casa. Luego se supo.

A partir de ahí todo han sido viajes a Madrid, a Barcelona e incluso a algún especialista en Europa. A día de hoy es baja sine die y el club no descarta que tenga que ser operado, que pase por el quirófano. Habrá que preguntárselo a García Plaza el viernes en la previa del partido contra el Burgos. Mañana jueves será presentado Laguardia pero el entrenador no comparece en estos casos.