El calvario de Herrera no cesa

Ander Herrera no acaba de coger vuelo. Sólo ha aguantado un cuarto de hora en el campo en el anodino partido Athletic-Celta. Apenas ha tocado la pelota y mientras el juego se desarrollaba por otra zona del campo, se ha echado mano a la pierna en la zona central del campo, se ha sentado y ha pedido el cambio ante la perplejidad general. Se retiró con rostro abatido. Por todo lo que ha ido sufriendo este año, tal vez la temporada ha acabado para él.

Arrastra unos problemas musculares de los que no consigue escapar. En marzo llegó a confesar que arrastraba “problemas musculares reiterativos” que le impedían competir con regularidad. Lleva más de un año sin estar bien. Desde febrero estaba mejor, pero llega un nuevo frenazo, la sexta lesión. A finales de agosto regresó a Bilbao y desde entonces le ha perseguido una sucesión de contratiempos que impulsaron al centrocampista a escribir una carta en redes sociales que dejó en una posición comprometida a los servicios médicos del Athletic. Desde febrero de 2022 solo ha actuado en 19 partidos de Liga, 3 con el PSG y 16 con el Athletic.

Su presencia en Bilbao no ha dejado indiferente a nadie. Primero admitió sus reiteradas lesiones, después desveló que llevaba con dos temporadas garantizadas, aunque la directiva no las daba por hechas hasta hace poco, y recientemente valoró la derrota contundente en Vila-real incidiendo que todo se fue por la borda a partir del minuto 60, cuando él salió del campo justo en el 59.