El bloqueo de Oriol Romeu
En el vestuario creen que se trata más de un problema mental y de confianza que de calidad o talento. La preocupación en el seno del club es más que evidente.
El caso Oriol Romeu empieza a ocupar y preocupar seriamente en el seno del FC Barcelona. Sus últimas apariciones en el terreno de juego están siendo de un perfil muy bajo, con poca participación en el juego, sin encontrar dinamismo ni continuidad con el balón, con una pobre aportación defensiva y sin generar recursos de salida de balón ni encontrar al hombre libre. Este evidente mal momento de juego ha pesado en los técnicos a la hora de hacer el once en las últimas semanas, como demuestra el hecho que prácticamente ha desaparecido de la titularidad tras encadenar siete partidos consecutivos en el inicio de curso. Su involución en el juego es tan evidente y palmatoria que ante el Rayo fue Frenkie de Jong quien cogió los mandos del equipo para subir la pelota, con Romeu jugando prácticamente de interior.
En el club no entienden cómo se ha llegado a esta situación, ya que había muchas esperanzas depositadas en el de Ulldecona. Su gran rendimiento en el Girona y su experiencia en la Premier, jugando con equipos como el Chelsea, le convertían en un sustituto idóneo a la marcha de Sergio Busquets. Si bien es cierto que no era la primera opción de los técnicos para ocupar el pivote defensivo -Joshua Kimmich y Martín Zubimendi estaban en la ‘pole position’-, sí que contaba con suficientes argumentos a favor para que la secretaría técnica diera el visto bueno, siendo además el único fichaje de este verano por el que se tuvo que pagar, en este caso, 3.4 millones de euros.
Sin embargo, su juego ha ido de más o menos. Tras unos primeros partidos estimulantes, sobre todo por su enorme capacidad física y de recuperación de balones, empezó a desdibujarse de forma alarmante, sobre todo tras su nefasto partido ante el Celta en Montjuïc, punto de inflexión en su aventura como blaugrana.
El objetivo de los técnicos es recuperar a Romeu, principalmente a nivel mental y de confianza, conscientes que el equipo necesita a todos los efectivos, sobre todo teniendo en cuenta que sólo tiene 18 fichas del primer equipo, tras la lesión de larga duración de Gavi. En el vestuario se sigue pensando que se trata de un bloqueo mental por parte del futbolista, porque talento y cualidades tiene de sobra para jugar en el Barcelona. Sin embargo, como les ha pasado a jugadores de altísimo nivel, la camiseta blaugrana pesa como una losa y se acaba convirtiendo en un auténtico lastre.
De ahí que en el club se han puesto ya las luces largas, contemplando la posibilidad de reforzar esta posición de cara al próximo verano, con el objetivo intacto de fichar al futbolista de la Real Sociedad, Martín Zubimendi, e incluso sin descartar la posibilidad de tirar la casa por la ventana por el jugador del Bayern de Múnich, Joshua Kimmich, en el caso que no renueve por el club bávaro. Lo que está claro es que el futuro de Romeu en el Barcelona parece cada día más difuso y disperso.
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