ATHLETIC

El Athletic, ante un final de curso que se le suele atragantar

En los últimos años el equipo rojiblanco ha sufrido sonoros batacazos que le dejaron fuera de Europa

Domenech CastellóEFE

En los últimos años, el Athletic ha protagonizado unos finales de temporada marcados por la crisis de juego y resultados que han echado por la borda el trabajo de todo el año. El mes definitivo de competición casi siempre se le atraganta y tampoco le sirve la vida de la Copa como comodín de viajar por el Viejo Continente, porque va perdiendo una final tras otra. El colmo de la fatalidad llegó en 2019, cuando los leones rozaron el empate a uno en el cierre de año en Sánchez Pizjuán, pero el balón rematado por Iñigo Martínez se fue al larguero y en la jugada posterior los nervionenses sentenciaron con el 1-0. Ni Sevilla ni Athletic vieron cumplidos sus respectivos objetivos en ese último partido de Liga. Ben Yedder y Munir firmaron los dos tantos, pero el equipo de Caparrós se quedó en el sexto puesto de la tabla. Había remotas opciones de acabar en Champions en función de lo que hicieran hecho por Valencia y Getafe. La derrota, además, desplazó al conjunto de Gaizka Garitano a la octava posición dado el triunfo del Espanyol y le dejó hasta sin las previas de la Europa League.

Para encontrar un registro decente en las últimas cinco jornadas de los rojiblancos hay que remontarse a 2015, cuando el equipo dirigido por Valverde alcanzó 9 puntos de los 15 posibles. En 2014, la temporada de Champions, se cosecharon 8. Pero lo de estos cinco últimos años, en los que se han quedado fuera de Europa, es un drama: 3 tan solo en 2018, 7 en 2019, 3 de nuevo en 2020, 4 en 2021 y 7 en 2022. De momento, en esta campaña llevan cero, por la derrota en La Cerámica, y toca dar el do de pecho en los cuatro choques que quedan: en casa ante Celta y el colista Elche, y fuera ante Osasuna y, el cierre de función, Real Madrid. Siempre se ha dicho que los equipos de Valverde hacen buenos finales de campeonato y ahora toca demostrarlo. La Europa League se ha alejado mucho y ya solo queda pelear por la Conference. La séptima plaza, que otorga ese billete y está en poder del Girona, está a un punto.

La plantilla ha entonado el mea culpa tras la debacle en La Cerámica. A la falta de eficacia ofensiva se ha unido la endeblez defensiva desde que Iñigo Martínez está de baja. Presidente, entrenador y capitán se unieron antes de comenzar la temporada para marcar como objetivo entrar en Europa. Un punto en las cuatro últimas jornadas induce a la depresión. En ese tiempo el equipo solo ha marcado dos goles, ambos de penalti, y has malogrado 55 remates.

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