El Amorebieta se abona a la épica lejos de casa

Los últimos dos meses de la SD Amorebieta son dignos de estudio. A un equipo que semana tras semana le salía cruz, no deja de salirle cara. No por azar, ni mucho menos. Sino por un trabajo en la sombra de Jandro y los propios jugadores que ha surtido efecto. Plantearse cada partido como una final, olvidándose de la situación clasificatoria y de los resultados de rivales, fue la principal consigna. Y el que era el gran debe de los azules se ha convertido en una de sus fortalezas en esta espectacular racha. Hace 10 jornadas era el peor visitante de la categoría. Pocos podían vislumbrar un cambio tan radical. A día de hoy, encadenan cinco partidos a domicilio sin perder, tres de ellos con victoria y dos empates.

La mejor racha visitante de toda Segunda División se ha fraguado de forma épica. Todo comenzó en territorio aragonés. Primero fue el meritorio empate en El Alcoraz ante el Huesca en un encuentro en el que la balanza pudo decantarse de cualquier lado. Pero fue en Zaragoza donde llegó el verdadero punto de inflexión. El Amorebieta logró su primera victoria lejos de Lezama en La Romareda gracias a un latigazo de Morcillo en el 97′. Una acción que a la postre sería la última del partido. La inyección de confianza fue incalculable para un equipo que estaba realmente mermado. Del Morcillazo se pasó al Bustinzazo. El central bilbaíno fue el héroe del segundo triunfo a domicilio consecutivo. El gol de Bustinza a balón parado en el 88′ enmudeció el Estadi Nacional de Andorra y desató la locura en el conjunto zornotzarra, que abandonó el farolillo rojo y se lo empezó a creer.

La andadura fuera de Lezama sufrió una leve frenada en Santo Domingo, donde los azules tuvieron que llevar a cabo un ejercicio de resistencia para conservar un punto que podría ser vital en el duelo directo con el Alcorcón. Con diez desde el 60′, aguantaron las continuas acometidas alfareras manteniendo el empate a uno. Dos semanas después, y con la gran victoria sobre el Racing de Ferrol en casa entre medias, el Amore ha dado uno de sus golpes más contundentes en el Ciutat de València. El héroe fue Iker Unzueta. El ariete de Abadiño saltó al verde levantinista en el minuto 87 sustituyendo a Jauregi, autor del primer gol. Apenas dos minutos después, en el 89′, un recorte en seco y una cabalgada memorable con un disparo cruzado darían la victoria al equipo de Jandro. Otro gol in extremis para llevarse el botín completo a Urritxe.

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