Dmitry Piterman, declarado en rebeldía y con orden de búsqueda y captura internacional

La Audiencia Provincial de Álava ha acogido la primera sesión del juicio contra Dmitry Piterman, propietario y presidente del Deportivo Alavés entre 2005 y 2007. Cuando se marchó, dejó una deuda de 24 millones de euros en la entidad. Todo se resolvió mediante un proceso concursal con acuerdo con los acreedores para cobrar la mitad de la deuda y en un plazo de cinco años. Al no haber localizado a su ex-mujer, esta ha quedado fuera del caso. Piterman no ha viajado desde Estados Unidos y Nereo sí ha venido desde Santander, acompañado por su hija.

La vista ha comenzado a las 10 menos cuarto y el juez encargado del caso ha sido Jesús Poncela. Han intervenido la defensa de Piterman, la de Nereo, el fiscal y la acusación particular del club. La estrategia de los acusados ha tratado de evitar la celebración del juicio aludiendo a la ausencia del ucraniano por una operación de rodilla programada para mañana martes en California. El juez no ha aceptado ese planteamiento y ha declarado en rebeldía al empresario y también se dictará una orden de búsqueda y captura contra él. Pero no existe acuerdo entre Estados Unidos y España en materia de extradiciones.

El Ministerio Fiscal pide siete años por apropiación indebida de bienes mientras que el club, la Acusación Particular, lo sube a nueve y cuatro millones de euros. La idea de Nereo es bajar el tiempo de estancia en prisión o incluso eludirla. Ninguna de las partes implicadas va a hablar hasta que termine el caso. Han pasado ya diecisiete años desde que Piterman y su grupo pasó por la gestión del Alavés. El ucraniano fue entrenador en la sombra, utillero, presidente, máximo accionista, hizo y deshizo a su antojo y ahora lo puede pagar. Aunque no se ha personado en Vitoria como era previsible.

Piterman se divorció de su mujer y vive con su nueva pareja en San Diego, no en la Bahía de San Francisco como antes. Al no haber sido localizada, aunque era la vicepresidenta, no forma parte del caso. Tampoco tenía trascendencia en el día a día de la gestión del Alavés. Era un cargo más que nada honorífico. El que sí era mano derecha, encargado de la Gerencia y Consejero, es José Nereo. Pepe o Pepín. El cántabro ha acudido a los juzgados de Vitoria acompañado por su hija, con muletas, y tras haber superado un infarto y un ictus.

Jesús Poncela ha comentado que, al haber acusaciones compartidas con Piterman pero también algunas particulares solo de Nereo, su causa se juzgará. Pero no hoy, ahora se reestructurará el calendario del juicio ya que habrá negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo. La petición de pena del fiscal es de siete años y multa económica. La acusación particular pide nueve. La idea del letrado de Nereo podría ser aceptar dos años ya que, de esa manera, no ingresaría en prisión dado su estado de salud. Esas negociaciones tendrán lugar a lo largo del día de hoy. La siguiente citación para la vista es mañana a las 9,30 h.

Como es lógico, el calendario varía porque estaba previsto que martes, miércoles y jueves fueran los días para que comparecieran los testigos. Un ejemplo: José Barreira, propietario del Gran Hotel Lakua, está citado. Piterman le dejó una deuda de 275.000 euros. Al final cobró la mitad y en cinco años, como el resto de acreedores. Las citaciones realizadas hasta ahora pierden vigencia y se les llamará para otros días y en horarios diferentes. El viernes se conocerá la resolución a no ser que hoy se llegue a un acuerdo entre las partes implicadas.

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