Debut para seducir a Lamine Yamal

Con 15 años y 290 días, Lamine Yamal Nasraouri Ebana se convirtió el sábado en el jugador más joven en debutar con el Barcelona en toda la historia del club blaugrana. En la historia de LaLiga, el joven catalán nacido en esplugues de padre marroquí y madre guineana, se situaba quinto en el ránking de debuts precoces en la competición tras los casos de Luka Romero Sansón, Irastorza y Pellicer. Su debut a tan temprana edad atiende a su innegable calidad, pero también a la necesidad de dar una señal al jugador de que va a ser importante para el Barcelona. Muchos equipos andan detrás de él y el hecho de que su padre sea un madridista sin complejos al que incluso se le ha visto en la Ciutat Esportiva culé con la camiseta del equipo blanco y que ya ha ido un par de veces invitado personalmente por Florentino Pérez al palco del Bernabéu hacían necesarias estas muestras de cariño por parte del equipo catalán hacia uno de los jugadores que parece destinado a marcar una época.

“Desde que entró en el club con siete años, los informes le situaban siempre entre los tres futbolistas que más opciones tenían de llegar al primer equipo”, recuerda el ex directivo responsable del fútbol base Xavi Vilajoana, ex candidato a la presidencia del club.

Otras personas que han convivido con Lamine destacan que “es un buen chaval, era un niño, pero su entorno es algo especial y por eso decidimos ingresarle en La Masia, donde todo el mundo le considera muy buen compañero”.

No obstante, el Barça tuvo que llamarle la atención hace poco por un incidente que protagonizó junto a un compañero del Madrid y otro del Atlético (el único club que sancionó fue el culé).

Su debut se enmarca en una estrategia de cara a que su contrato, que debe de ser renovado, agrade a la familia y a Jorge Mendes, su nuevo agente.