Zazu: “Las camisetas más pedidas son las de Modric y Kroos”

Puesta a punto, entrenamiento, ducha rápida y raudo a su cita con AS en las entrañas del Juan Carlos Higuero. Es Carlos Alonso (35 años), capitán de la Arandina. Responde a Zazu. De Zazuar, a diez kilómetros de Aranda de Duero, de la Arandina y también del Real Madrid. Nueve temporadas en la entidad ribereña a sus espaldas, el colofón tras más de 200 partidos como blanquiazul es la visita de Modric y Kroos, cuyas camisetas anhela. Pero sus ídolos de infancia eran otros: “Uno fue Figo, siempre me gustó y el otro quizá sorprenda: Savio Bortolini”. Extremo de joven, ahora es la navaja suiza de Álex Izquierdo (lateral, interior, pivote...) y con una sonrisa, no descarta el Arandinazo: “Oye, ya ha pasado. Podría ser...”.

Cuéntenos, ¿quién es Carlos Alonso y por qué Zazu?

Soy un chico de Aranda, nacido en Burgos, pero criado aquí de toda la vida. Mi mote viene por mi pueblo, aquí a diez kilómetros. Un pueblín llamado Zazuar. Desde pequeño me decían Zazuarinho y se quedó Zazu.

Nos soplan que es usted madridista, ¿no?

Siempre fui Madridista. Cuando tu padre te lleva por un lado acabas siéndolo. Ha ido muchas veces a verlo, a Chamartín como él dice. Tengo muchos recuerdos del Madrid. Y también he sido del Arandina de toda la vida.

¿Algún recuerdo en su mente?

Lo comentaba el otro día con un amigo. La Séptima, el gol de Mijatovic. Es mi primer recuerdo futbolero de infancia.

¿Le ha sonado mucho el móvil desde que Pesca sacó el Gordo?

¡Imagínate! Los dos primeros días, una locura. Todos piden entradas. ¡No tengo más, eh! (ríe).

Usted es un emblema de la Arandina. Menudo colofón...

Dicen que a la gente de casa no se le suele reconocer y en mi caso, al menos, es al contrario. Me siento muy querido. He vivido una etapa muy dorada en la Arandina. Con mucho playoff, dos ascensos, Copa del Rey... Y ahora en el ocaso... No me lo esperaba, es el colofón a mi carrera.

¿Se ven capaces de dar la sorpresa?

Si nos gana el Madrid darán la sorpresa (risas). Ya en serio, es un equipazo, claro, con grandes jugadores. Pero bueno, la gente está ilusionada y vamos a salir a disfrutar. Y oye, ya ha pasado. (Sonríe) Podría ser.

¿Qué versión de la Arandina veremos? En Copa van volando, pero en Liga sufren...

En Liga empezamos bien y luego no se dieron los resultados (son colistas). Tienes la presión de salir de abajo y la Copa es como yo les digo, un partido que hay que disfrutar. Juegas más relajado, contra un equipo de superior categoría que tienen más que perder que tú... En Liga sales más atenazado. La cabeza es complicada. Cuando sabes que es a un partido, las piernas funcionan mejor. Cuando estás abajo y ese puntito de suerte de la Copa no lo tienes, la cabeza piensa más en negativo...

Mirando al sábado, ya habrá visualizado el pasamanos.

He visualizado todo, hemos comentado todas las alineaciones posibles del Madrid, quién será capitán... Hasta que no llegue no sabremos la magnitud de lo que viviremos en Aranda.

¿Cómo se afronta un partido como este?

No sé (ríe). Estamos entrenando bien, la gente pregunta si hemos hecho algo excepcional. Y no. Si no fuera el Madrid jugaríamos Liga ese día y la preparación es la misma. Lo que cambia es que estás extramotivado.

La charla motivacional del míster ante el Cádiz, apelando a su niñez, fue viral.

Una de las cosas del míster es que sus charlas prepartido son bastante motivadoras. Apela al sentimiento para tratar de tocar la tecla. Lo emocional es muy importante, pero son partidos donde no hace falta decir nada. La charla del otro día fue muy chula, pero en partidos así sales súper motivado.

Para Aranda de Duero, ¿qué va a significar el partido?

Ha sido un boom increíble. La gente te para, “hay que ganar al Madrid”. En el trabajo me pregunta todo el mundo. Yo alucino porque me pide fotos gente que me conoce y me ve en el día a día. ¡Y yo soy el mismo! La única diferencia es que viene el Madrid. La mayor parte de la gente viene a ver al Madrid. Es normal. Nos apoyará a nosotros, pero la atracción son ellos. Pero oye, ojalá durase mucho. Lo malo es que luego viene la realidad.

¿Tiene alguna superstición confesable?

No soy supersticioso. Lo único, el día de partido nos reunimos varios para desayunar.

¿Qué pide?

Siempre lo mismo. Una tostada de tomate. Y luego sí que es verdad que cae una siesta. Una horita. Espero dormir muy bien el sábado (sonríe).

¿Ha pensado ya a quién le pedirá la camiseta?

Bueno, ya la hemos pedido. Por temas de seguridad, se supone que no podemos hacerlo tras el partido y hemos hecho todos una listita. Yo se la pedí a Modric. Es un ejemplo, veterano como yo. Me encanta, pero intentaré rascar otra en el campo.

¿Alguna en particular?

Sí, la de Kroos. Toni es otro futbolista al que admiro mucho. Sé hasta el cómo (ríe). Le felicitaré su cumpleaños, que fue el 4 de enero, y ahí aprovecharé.

¿Cuáles han sido las más demandadas?

Eso me ha sorprendido: Modric y Kroos. Átomo ha pedido la de Nacho, porque es el ídolo de su hermana. Y los porteros, las de los porteros. Como tampoco sabemos si vendrán todos...

Decía que era madridista. ¿Tuvo algún ídolo de niño?

Sí, dos. Uno seguramente sorprenda porque era un gran jugador, pero quizá no tan habitual que alguien lo mencione como ídolo. Uno fue Figo. Siempre me gustó desde su época en el Barca. Yo jugaba antes de extremo y su personalidad y golpeo me encantaba. Y el otro es Savio. Savio Bortolini. Los más jóvenes quizá ni lo conozcan ya, pero siempre me llamó la atención. Me marcó y siempre me encantó.

¿Ha soñado con algún resultado?

No, no sueño mucho. Pero algo muy curioso. Siempre como en la casa de mis padres y el día del Cádiz fui para allá. Llega mi padre y me suelta: “Ayer soñé que ganáis 2-1 al Cádiz”. Me lo dijo ese mismo día. Cuando acabamos el partido le llamé. Ahora le he preguntado si ha soñado algo más, pero no ha vuelto a pasar (risas). Fue súper curioso.

Y usted se llevará otro recuerdo más, la foto de los capitanes.

Espero estar yo (ríe). Ojalá. Como he dicho, he hecho muchas cábalas. Imagino que será Nacho. Otro ejemplo porque ha estado toda la vida allí. ¡Bua, va a ser increíble!

¿Se ha enfrentado alguna vez con algún jugador del Madrid actual?

Del actual no. Pero sí que jugamos algún partido contra el Castilla. Recuerdo a Odegaard, a Mariano...

¿Y qué tal?

Odegaard era un chavalín. Yo no suelo recordar mucho ese tipo de cosas. Pero mira, cuando pasa el tiempo y ves que llegaron lejos sí que te acuerdas. Y Mariano tampoco hizo nada que me llamara mucho la atención, porque quedamos 0-0. No recuerdo nada impresionante.

No es su padre, pero atrévase con un resultado.

Lo malo es que no sé aún el sueño de mi padre (risas), pero si ganásemos 1-0 sería increíble. Y ya si marco yo... Sería un sueño. Y mi padre se alegraría y eso sin palabras mayores, que no quiere que el Madrid pierda ni en los entrenamientos.

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