Williams: “Saber que Nico va a seguir con nosotros me hace estar mentalmente bien”

Iñaki Williams reprodujo unas molestias en la planta del pie izquierdo el viernes ante el Mallorca, pero las ha sanado para poder estar presente este miércoles ante el Atlético sin secuela alguna. Es un titán. “Si me pone el míster, sí. Estoy preparado y con ganas de que llegue el partido”, confiesa. Relata la situación: “Son unas molestias que llevo arrastrando desde hace tiempo y sabía que no iban a ir a más”, confiesa. Además, apunta que por eso dejó minutos para los compañeros frente a los baleares. Sobre su hermano Nico, entre algodones por el aductor, sostiene que “estas horas van a ser claves”. “Pero los de Bilbao recuperamos rápido, ojalá pueda estar, ojalá que sí... Tampoco hay que dar pistas”, desliza, noble, siendo precavido, aunque dejando clara la situación.

Iñaki se encuentra henchido, con galones, en su momento más álgido, sin cadena, desatado: “Posiblemente en uno de ellos, la madurez que vas alcanzando y ese poso que vas teniendo, sentirse importante y que entre la pelotita para tener más confianza a nivel personal y crecer juntos con mi hermano”, desliza. Y añade una máxima: “Que Nico renovase (hasta 2027) y saber que va a seguir con nosotros hace que mentalmente esté bien”, reconoce con su contrato propio hasta junio de 2028. El mayor de la saga reconoce que “era difícil” ser el sucesor de Aduriz en la demarcación de 9 del Athletic. “No soy Aduriz, es Iñaki”, señala, añadiendo que se siente “poderoso” con metros por delante en la banda derecha del equipo. “Guruzeta nos abre muchos espacios a la espalda de los defensas. Soy un delantero tirado a la banda”, sentencia. Sobre su punta de velocidad, afirma que no se merma con los años: “Sigo siendo el mismo Iñaki, no ha bajado esa punta, aunque seleccionas más las presiones y las carreras. Parece que en los últimos minutos voy reventado, pero siempre me queda una última carrera para intentar matar al rival”.

Desvela que en carreras de 100 metros “ganaría” a Nico con su “zancada”, pero en distancia más cortas su hermano “tiene una salida increíble en los primeros metros, es muy eléctrico, sale para los dos lados, me costaría pillarle”, bromea y añade con su 37′7 km/h de velocidad punta (por 37′6 Nico) que “no” le gustaría “perder” con su hermano pequeño. Un Athletic polarizado por la influencia de ambos: “No sé si de los Williams, pero sabemos que somos importantes y somos lo que somos gracias a nuestros compañeros. Ernesto es un grandísimo entrenador, confía en los jóvenes, ha sacado muchos talentos y con decirte poco sabes lo que quiere”, sentencia en El Larguero de la Cadena SER amparado en sus ocho goles en Liga con toda la segunda parte en el horizonte y uno en Copa.

El Atlético les aguarda: “Sabemos la ilusión que hay en Bilbao, otras veces hemos estado cerquita y este, tal como está el nivel del equipo, cada vez se ve más cerca, pero tenemos un rival con grandes jugadores. Vamos a hacer todo lo posible para llegar a la final”. Un título de Copa anhelado ante la quinta semifinal consecutiva en un Athletic motivado en el torneo del KO. “No me puedo imaginar Bilbao el día que levante un título después de 30 años sin sacar la gabarra, aunque no quiero ser gafe. Ya va siendo hora”. Una final posible contra la Real, un derbi vasco, ya que encima el rival donostiarra ganó la última final entre ambos: “Realmente quiero estar en esa final. Que pase el que se lo merezca, lo que quiere el equipo es ganarla. No quiero mojarme”, advierte el extremo rojiblanco, de 29 años, de vuelta de la Copa de África con energías renovadas.

“Fue un mazazo en Ghana, caímos antes de lo previsto. Representar al país de mis antepasados es una responsabilidad. La experiencia fue chula y ojalá siga disfrutando”. También ha opinado sobre una hipotética final del Mundial entre España, con Nico en su seno, y Ghana: “Pagaría muchísimo, sería muy emotiva, muy chulo y con mi madre con el corazón dividido”.

Los plazos de descanso alertan a la cuadra de Simeone, con menos margen de recuperación, y se amplifican en Madrid: “Entiendo perfectamente las quejas del Atlético, como nos pasó a nosotros en su día en otras eliminatorias. Ellos están acostumbrados a jugar cada tres días y con la plantilla que tienen no puede servir de excusa”. Apunta Williams que a los árbitros “hay que dejarles tranquilos. Bastante presión tiene y los jugadores a veces tampoco ayudamos”, relata sensato. “Los que más se quejan es lo que más se tienen que callar. Los de la zona media y baja son los que más se pueden quejar”, apunta. La vuelta en San Mamés promete. “Está siendo un fortín, va a ser una caldera, un jueves en San Mamés es la hostia...”, augura esperando antes un resultado potable en la ida de este miércoles en el Metropolitano.