¿Qué fue de Saviola?: el ‘9′ de Madrid y Barça que ‘pulió’ a Yamal

Hace ya más de veinte años, Javier Saviola aterrizó en LaLiga como la última gran promesa de River Plate. En 1999, El Conejo saltó de la academia de los millonarios al primer equipo y en solo dos años, estaba camino de Barcelona a cambio de 35 millones de euros de la época tras una asociación memorable con Pablo Aimar o el Burrito Ortega, otras dos leyendas de LaLiga. Su precio no fue casualidad. Este se disparó después del Mundial de fútbol Sub-20 de 2001 en el que salió campeón y anotó 11 goles superando a otros dos delanteros también generacionales como Adriano Leite y Djibril Cisse, que acabaron con seis goles. Lo hizo junto a una generación notable con Caballero, Lux, Burdisso, Coloccini, Maxi Rodríguez y el Chori Domínguez entre otros.

Después de dos años de más de 20 goles en River, Saviola destacó en todos sus años en Barcelona. En la 01-02 anotó 21 y repartió 12, en la 02-03, llegó a 20 goles y dio ocho y la última temporada, se quedó a uno de los 20 y repartió de nuevo ocho goles más. Unos registros que no le permitirían seguir en el Camp Nou. El delantero encadenó cesiones en Mónaco y en el Sánchez Pizjuán. En el Sevilla, el argentino fue clave para convertir a los hispalenses en campeones de la UEFA por primera vez anotando seis goles en el campeonato y quedando como máximo segundo goleador de este tras Delgado (Basilea) y empatado con Dica (Steaua Bucarest), Viduka (Boro) y su compañero de delantera, Kanouté.

Sus dos cesiones fueron fructíferas, pero no convencieron lo suficiente a Frank Rijkaard. Tampoco una buena pretemporada. El neerlandés apostó todo por Samuel Eto’o y no contempló a Saviola más allá de la suplencia. El argentino pasó de jugar más o casi 50 partidos en cada temporada en el Camp Nou a jugar apenas 26 en los que marcó 12 goles. A final de campaña, dado el overbooking en la delantera, el Barça dejó ir al Conejo tras acabar contrato.

La escuela holandesa ‘condenó’ su estancia en Barcelona. Además de Frank, el argentino, igual que su compatriota, compañero y amigo Román Riquelme, también sufrió con Van Gaal. “Nosotros veníamos de Argentina, éramos de siempre gambetear, intentar hacer algo distinto. De defender... poco. Y Van Gaal tenía esa idea innovadora de que el delantero y el enganche empiecen a defender de verdad. Pero Van Gaal tampoco tenía tacto para decir las cosas, entonces ya arrancaba mal la relación, tenía esas cosas”, reconoció en ESPN en junio del año pasado. Ni siquiera tantos y tantos goles pudieron alargar su etapa en el Camp Nou.

Ese mismo verano y sin dejar un euro en caja, Javier Saviola cambió Barcelona por Madrid y se enfundó la camiseta blanca del Real. El argentino esperaba un periplo más exitoso en la capital de España, pero ni Bernd Schuster ni Juande Ramos contaron demasiado con él durante dos temporadas jugando apenas 31 partidos en los que anotó cinco goles y repartió otro. Para el Conejo fue la etapa más difícil de su carrera. “Los momentos más dificiles fueron en el Madrid, no por profesional, por trato, si no porque cuando un jugador no juega y pasa tiempo sin continuidad no lo pasa bien. Fue difícil pero cada vez que voy a Madrid y me encuentro con ex compañeros y dirigentes tengo el mejor trato”, reconoció en 2018 en Onda Cero.

En 2009, se marchó al Benfica. En Lisboa recuperó ese amor por el fútbol durante tres campañas donde quedó impresionado por la dimensión del club y disfrutó haciendo 39 goles y 34 asistencias en 122 partidos. En 2012, sumó otro club en LaLiga, con su vuelta al Málaga ampliando el club de jugar entre rivales dado su pasado en Sevilla. Como malaguista jugó y disfrutó una Champions histórica llegando hasta cuartos y poniendo al Borussia Dortmund contra las cuerdas acompañado de nuevo de Caballer y junto a Gámez, Demichelis, Monreal, Camacho, Joaquín, Toulalan, Duda, un jovencísimo Isco Alarcón, Baptista o Roque Santa Cruz entre otros.

Europa acabó para él goleando en Grecia (14 goles con Olympiacos) y un breve paso por el Hellas Verona para tratar de ayudar con la salvación. En 2015, las puertas de River Plate se volvieron a abrir para él. El pequeño delantero se pudo despedir del fútbol con 17 partidos y una Copa Libertadores con el club de su vida.

Este título cerró su palmarés con un Apertura y un Clausura con River, una UEFA con el Sevilla una Supercopa de España con el Barcelona, Una Liga y otra Supercopa con el Real Madrid, una Liga y tres copas de Portugal con el Benfica y dos Superligas griegas con Olympiacos.

Con Argentina brilló en aquel sub-20, donde los once goles siguen siendo el récord goleador absoluto del torneo, y también con la Olímpica, colgándose el oro más valioso del deporte al cuello en Atenas 2004. De albiceleste jugó el Mundial de Alemania (tres partidos, un gol) y también la Copa América 2004 y la Confederaciones 2005, donde sacó dos subcampeonatos rozando poder levantar un título con la selección mayor.

Un presente entre Andorra y Barcelona

Después de colgar las botas de tacos se pasó brevemente al parqué jugando con el Encamp de Andorra durante unos meses en 2018 en la Primera División. Antes, arrancó su carrera en los banquillos como segundo entrenador en el Ordino, también en el Principado. En julio de 2022, se le volvieron a abrir las puertas del Barcelona.

El argentino regresó durante una temporada como ayudante de Òscar López en el Juvenil A culé y fue campeón de la División de Honor disfrutando de Lamine Yamal hasta su salto al primer equipo. “Nosotros lo tuvimos en el juvenil A. Había muchas veces que entrenaba con el primer equipo pero, la mayoría del tiempo, estaba con nosotros. Nos enorgullece la evolución que ha tenido. Lo hemos hecho lo mejor posible para que tenga las mejores herramientas para llegar a Primera. Verle todos los fines de semana era un privilegio. Era un placer. Es de estos jugadores totalmente distintos que te das cuenta con solo verlo en un entrenamiento cinco minutos de la jerarquía que tiene y la valentía. Con 15 años ya marcaba las diferencias”, aseguró sobre el actual extremo del Barcelona.

Este julio, una vez más, salió del club en busca de nuevos retos. Aún así, la desvinculación no ha sido total ya que sigue jugando con el Barça Legends, el equipo blaugrana de veteranos. Las botas también la descolgó para disfrutar del nuevo formato del viejo fútbol: la Kings League. El delantero fue el jugador invitado por Kunisports, el equipo de Kun Agüero, en uno de los partidos más seguidos de la competición. ‘El Conejo’ se enfrentó a ‘Enigma69′, el jugador número 12 de los Buyer, que Ibai Llanos confirmó que fue Nano Mesa, ex de Las Palmas entre otros. La victoria, una vez más fue para Saviola.

Pocos días después de casarse, este breve madridista que sigue siendo una leyenda culé disfrutará del choque de sus dos equipos en Arabia Saudí en una final de una Supercopa que ha levantado en ambos lados del Puente Aéreo. Unos que une manteniendo buena relación con leyendas de ambos lados como Raúl González, entrenador del Real Madrid Castilla, o Xavi Hernández, actual entrenador del primer equipo culé.

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