“Me importa una mierda el fútbol y la Copa, quiero ver a mi gente feliz”

Nadie habla de fútbol en los pueblos valencianos afectados por la DANA. Desde la distancia, se agradecen las muestras de apoyo, las celebraciones, los minutos de silencio, las dedicatorias... Aunque casi nadie entiende que se haya disputado esta jornada de Liga. Los ánimos están por los suelos. Todavía son muchos los pueblos que están destrozados por la catástrofe y el barro impide ver más allá.

Por Valencia suena a utopía que esta semana haya previstos dos partidos coperos. El Parla Escuela-Valencia y el Manises-Getafe fueron suspendidos la semana pasada y aplazados para este miércoles y este jueves, respectivamente. Guillem Baixauli, delantero del Manises, le pone voz al sentir de cientos de jugadores modestos que lo han perdido todo estos días y que ahora mismo no tienen tiempo para pensar en el fútbol. El caso de Guillem es duro porque la DANA le ha arrebatado a uno de sus mejores amigos y la ilusión por jugar este jueves ante el Getafe. La historia de este delantero es una más de las miles que hay escondidas detrás de la tragedia. Atiende a AS casi sin voz y tiene que parar varias veces para no romper a llorar. Sus lágrimas son las de todo un país.

No sé por dónde empezar...

Por suerte, mi familia está bien. Hemos sufrido daños materiales y ya está. Mi casa está controlada, pero Picanya está destruido. Se nota algo de mejoría, pero queda mucho trabajo por hacer.

¿Se agradece la ayuda del pueblo?

Emociona mucho ver a la gente cuando llega andando desde Valencia, después de caminar durante hora y pico. Luego, se van llenos de barro hasta las cejas. Se me pone la piel de gallina cuando vienen miles y miles de personas dispuestas a ayudar. Yo soy del Levante y la verdad es que me emocioné el otro día cuando vi a Iborra con su familia echando una mano o a los jugadores del Levante en el Ciutat. Está todo el mundo muy involucrado.

Decía antes que el pueblo ha mejorado un poco...

Sí, pero puedes estar meses y meses así. Lo más duro es cuando piensas que ya te has acostumbrado a ver a Picanya así, destruido. Queremos recuperar nuestra localidad.

Usted lleva desde el miércoles sin parar. ¿Cómo se organizan?

Yo le dedico diez horas a Picanya. Ahora mismo, este es mi trabajo. Solo paro media hora para comer. Al principio, nos concentrábamos en un punto estratégico y nos distribuíamos por calles. Para vaciar una casa, se necesitan diez personas. Ahora, con la ayuda, vamos por zonas.

Y a con todo esto, el jueves, si no se aplaza, tiene que jugar un partido de Copa ante el Getafe...

No tiene ningún sentido. Si se juega, será algo lamentable. Yo he pasado de vivir una de las mejores semanas de mi vida, por el partido contra el Getafe y porque iba a celebrar mi 30 cumpleaños, a vivir una pesadilla. Después de esta tragedia, no tiene ningún sentido jugar este partido. La Copa puede seguir sin nosotros. Hay destrozados muchos pueblos y muchas instalaciones deportivas. ¿Cómo vamos a pensar en el deporte? Además, nosotros somos trabajadores y después de nuestra jornada, vamos a entrenar, pero como aficionados... Tenemos el fútbol como diversión y ahora mismo...

¿Usted cree que se jugará?

De momento, no tenemos noticias ni de la Federación Española ni de la Valenciana. Yo he vivido una pesadilla y a mi gente le digo que me importa ahora mismo una mierda el fútbol y la Copa. Yo quiero ver a mi gente bien, feliz y recuperada. Nos ha sacudido una tragedia.

¿He pensado en plantarse si le toca jugar?

Sinceramente, le he dado muchas vueltas. Lo hablaría con mi gente para que me aconsejase. Pero también le digo que si juego, lo haré porque he perdido a uno de mis mejores amigos por esta DANA. Él estaría orgulloso y feliz por verme jugar. Iba a venir al partido, pero ahora...