Lunin es el damnificado

“Sí, van a jugar”. ¿Jugarán Karim Benzema y Thibaut Courtois mañana?, era la pregunta. La escueta afirmación de Carlo Ancelotti en sala de prensa escondía otra lectura, un efecto colateral: Andriy Lunin se queda sin la única vía a los minutos que tenía abierta esta temporada. Siempre que no haya contratiempos. El guardameta ucraniano había sido el portero copero de Ancelotti... hasta ahora. Al igual que el curso pasado, hasta que llegaron las curvas. Una aventura que ha durado en esta ocasión apenas un partido, el del Cacereño (0-1). El contexto le ha entregado a Lunin el papel de damnificado.

Que el Real Madrid no entre en juego hasta dieciseisavos, como participante en la Supercopa, y que el duelo de octavos del torneo del KO venga envuelto en papel espinoso tras lo ocurrido ante el Barça en Riad, no han sido factores que hayan jugado a favor del meta ucraniano. Un Lunin que, eso sí, puede entregar los guantes con la conciencia tranquila. En el Príncipe Felipe, en un enfrentamiento envenenado a priori y también a posteriori, cumplió con la labor de un portero del Madrid. Estuvo cuando tuvo que estar. Los extremeños no le exigieron intervenciones de highlight, pero sí probaron su solvencia y concentración con repetidos envíos, tanto antes como después del gol(azo) de Rodrygo. Tras el encuentro, tomó la palabra en modo autocrítica: “Una de las diferencias es que no tuvimos tanto el balón. Nos faltó tocar más y jugar el fútbol que jugamos normalmente. Eso fue una dificultad para nosotros. Jugar siempre largo, todo el rato el balón arriba, luchar los duelos… Pero al final estos partidos hay que ganarlos”.

Invicto

Asimismo, se mostró satisfecho con su trabajo. “Estoy contento con la portería a cero”. Sin ella, quizá susto hubiera tomado cuerpo. La tercera en sus últimos cinco partidos. Lunin tuvo que esperar ocho partidos encuentros para conseguirlo, pero desde el 0-1 al Getafe lo ha convertido en costumbre. El de Krasnograd cumplió con su cometido en Cáceres, como lo hizo en la baja de Courtois por una ciatalgia que apartó al belga de la circulación durante seis partidos. De hecho, el Madrid no conoce la derrota esta temporada con Lunin bajo palos: Siete partidos, con cinco victorias (Getafe, Barça, Elche, Shakhtar y Cacereño)y dos empates (Osasuna y Shakhtar).

Actuaciones que incluyen el triunfo en el Clásico de octubre (3-1) donde internacional ucraniano demostró empaque en un escenario comprometido. Y también brilló en su despedida de la titularidad liguera, en un 0-3 al Elche que, sin sus paradas a Nico y Gumbau podría haber tenido un rumbo menos placentero. “Grande Luninnnnn...”, tuiteó Courtois, mostrando públicamente que la competencia no crea rencillas. Al contrario. Ahora Tibu toma el relevo como ya hiciera la temporada pasada, aunque con una ronda de antelación, ya que Lunin jugó frente a Alcoyano (1-2) y Elche (1-2).

Lunin ha dado un paso al frente esta temporada, aguantando al Madrid ante la ausencia del mejor portero del mundo y actual Trofeo Yashin. Los datos de Olocip, que aplica la IA al mundo del fútbol, respaldan esa labor de Andriy, con un valor generado cada 90 minutos con sus acciones muy similar y ligeramente superior al del propio Courtois: 0,199 para Lunin, 0,184 para el belga. La realidad es que el Mundial de Clubes, la Champions y los partidos para dar caza al Barça en LaLiga son territorio de Courtois. Tocará esperar para volver a ver al ucraniano bajo palos. Eso sí, Ancelotti es consciente de que si Lunin es mucho más que un portero suplente, es una total garantía. Con contrato hasta 2024 y 23 años, veremos por cuánto tiempo se conforma con un rol que, visto el nivel de Courtois, apunta a perenne durante bastante tiempo...