La pareja infinita
Cinco Clásicos y en los cinco, Modric y Kroos como titulares. En la vuelta copera parecía que la racha se rompería y respondieron con una actuación sublime.
Un día más en la oficina. “Ambos son intocables, pero eso no significa que vayan a jugar”, deslizaba Ancelotti en la previa. A la hora de la verdad, Modric (37 años) y Kroos (33) jugaron. Y de inicio, despejando cualquier tipo de duda. Separar al binomio o no puede ser la cuestión para algunos, pero no para Carletto. 31 Clásicos suma ya el de Zadar y 25 el de Greifswald. En partidos puente puede haber rotación. En los días grandes: Modric y Kroos, la pareja infinita, no se separa.
Más allá de los Clásicos y ese pleno al cinco, se repite la dinámica. En cuartos de final de Copa del Rey contra el Atleti, Camavinga acompañó a Modric y Kroos. En la semifinal y final del Mundial de Clubes ante el Al Ahly y Al Hilal, el tercero en discordia fue Tchouameni, pero la pareja permaneció inamovible del once. La Supercopa de Europa quedará como el último partido de la CMK, con Casemiro despidiéndose de sus socios como MVP frente al Eintracht. En los octavos de final de Champions contra el Liverpool, sólo una gastroenteritis rompió la constante en la ida, pues en la vuelta se recuperó el status quo. Mientras que en la semifinal de la Supercopa de España, Modric rotó ante el Valencia. En diez de los doce encuentros de tronío de la temporada, el 10 y el 8 han ido de la mano.
Números y sensaciones, de la mano
Y si en los últimos Madrid-Barça, con los azulgrana enlazando tres victorias consecutivas, no habían logrado imponer su fútbol, en la ruptura de la racha, Modric y Kroos tuvieron buena parte de culpa. Especialmente el genio de Zadar, que abrochó un partido, con énfasis en la segunda parte, para enmarcar. Dirigió, aceleró, frenó. Ingredientes genéricos que se aglutinaron en la jugada del 0-2 donde cocinó el tanto de Benzema con una estupenda arrancada. Numéricamente también ejercen de respaldo: un 91,8% de acierto en el pase (41/45), 17 de ellos (de 19) en el último tercio (líder en ese aspecto), la citada asistencia y cinco recuperaciones.
El partido de Kroos fue menos lustroso, colocado de inicio como pivote. Aunque la realidad le hizo intercambiar posiciones con Valverde en repetidas ocasiones. En la primera parte, con un Barça más respondón, al alemán le costó brillar, pero con el duelo descorchado, encendió el metrónomo para terminar el encuentro con un 96,2% de acierto en el pase (50/52), 13 de ellos en el tercio final. Y en lo defensivo, se vio al Kroos más esforzado. Fue el jugador del Madrid con más recuperaciones (7), el que más centros intentó (2, como Rodrygo) y sólo un Camavinga sublime al corte hizo más entradas exitosas (8) que el alemán (4). Sensaciones y también números.
Los 300 a la vuelta de la esquina
Una sociedad eterna que va camino de los 300 partidos juntos. En concreto, 298. 21.226 minutos compartiendo terreno de juego desde que todo comenzase el 12 de agosto de 2014. Y lo hizo con ambos como titulares y en un partido de tronío, cómo no. Un Real Madrid-Sevilla que, con doblete de Cristiano (2-0), significó el primer título de Modric y Kroos como pareja, la Supercopa de Europa. Después llegarían 18 más, con la Copa del Rey cuya final disputarán contra Osasuna el 6 de mayo como el potencial vigésimo y la Champions como el 21. Con el 30 de junio como día final de sus respectivos contratos, la pareja infinita también comparte futuro incierto.