Aprobados y suspensos del Real Madrid contra el Villarreal: Ceballos reclama su oportunidad

El Real Madrid remontó un 2-0 en Vila-real para lograr el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey en un duelo que señaló de nuevo a varios jugadores, como Kroos, pero que encumbró a Ceballos, protagonista de la victoria con un partidazo merecedor de un futuro como jugador del equipo blanco.

Courtois: el belga, en este caso, fue terrenal. El 1-0 de Capoue le pasó cerca, pareció poder hacer algo más, aunque es cierto que el chutazo fue tan fuerte que la reacción era complicada. En el 2-0 estaba vendido ante Chukwueze, con todo a favor. Y en el resto de ocasiones tuvo la suerte de que el Villarreal rondó su portería, pero sin llegar a rematar.

Nacho: el más entonado de la defensa, evitó una masacre en la primera parte evitando dos goles cantados del Villarreal, ambas ante disparos inminentes de Yéremy Pino. El resto de sus compañeros de zaga le metieron en varios aprietos, pero el canterano, desde el lateral derecho, sacó el partido con nota.

Militao: mala primera parte del brasileño, cometiendo fallos en los dos goles. En el primero, regaló un saque de banda que acabaría en el golazo de Capoue, que además pasó a su lado sin oposición; y en el segundo era el encargado de marcar a Chukwueze, que entró solo hasta la cocina. En la segunda parte mejoró, como todo el Madrid, y hasta anotó el 2-2 como si fuese un nueve puro, cazando un rechace en el área pequeña.

Rüdiger: como Militao, también mal en la primera parte. Presionó poco a Gerard Moreno en el 1-0, jugada en la que el español asistió a Capoue. Y en el 2-0, fue parte del desbarajuste general blanco en defensa, incapaz la zaga de presionar en su propia frontal. En la segunda parte mejoró bastante, como el resto del equipo, pese al riesgo que tomó jugando con prácticamente la mitad del campo a su espalda.

Mendy: partido complicado para el francés, sobre todo en defensa, sufriendo con la velocidad del Villarreal. Aunque dejando buenos detalles en ataque; la primera gran ocasión del Madrid fue en parte obra suya, tras un gran pase filtrado de Vinicius y asistencia de Mendy para Rodrygo, que marró un gol cantado.

Valverde: sigue sin ser el de antes del Mundial y quedó claro en la primera parte, en la que no mostró la intensidad habitual y, además, falló un gol desde la frontal, en una de esas llegadas desde la segunda línea que en la primera vuelta eran tanto blanco sí o sí. Aunque ayudó a que la herida no fuese mayor en la primera parte; entre Nacho y él, evitaron que Pino diese la puntilla con todo a favor. En la segunda parte subió sus prestaciones, sobre todo en el despliegue físico para recuperar el balón.

Kroos: otro mal partido del alemán, que se fue sustituido en el 56′ para que entrase un Ceballos que le mejoró con mucho. Sin soltura en la circulación y sin presión sin balón, el 2-0 del Villarreal retrató que no puede jugar de ‘cinco’ en partidos de alta intensidad. El Madrid fue transparente en el medio y eso es, en buena parte, responsabilidad suya.

Camavinga: mal en la primera parte como todo el equipo, aunque aportando cierta intensidad en defensa, más que sus compañeros de medular. Tiene un problema: los árbitros le han tomado la matrícula. Se llevó una amarilla rigurosísima por un supuesto agarrón, levísimo, a Capoue, en una acción en al que acabó llevándose el balón de forma limpia. Mejor en la segunda parte como ‘cinco’ puro, viendo el fútbol siempre de cara.

Rodrygo: partido para olvidar del brasileño, que dispuso de la gran ocasión del Madrid en la primera parte, pero la falló con todo a favor. Y muy poco más, ni en ataque ni, sobre todo, en defensa, lo que provocó la ira de Ancelotti, que le sustituyó en el 56′ para que entrase Asensio y le echó una visible bronca en público.

Benzema: Ancelotti insiste en decir que ha vuelto, pero tanta insistencia revela que no es del todo así. Al francés le sigue faltando frescura con balón, no le salen las cosas y en momentos se empeña en trenzar jugadas demasiado complicadas cuando el partido, y el Madrid, piden sencillez ante la dificultad. Con todo, estuvo en los dos primeros goles del Madrid: conectó rápido con Ceballos para que este asistiese a Vinicius y luego cabeceó un centro del utrerano que Militao aprovechó para hacer el 2-2. Un poco del Balón de Oro es mucho.

Vinicius: su partido fue uno con Foyth sobre el campo y otro sin él. Con el argentino en el césped, el brasileño no logró desbordar y apenas generó peligro con el pase, filtrando un gran balón a Mendy que casi acaba en gol de Rodrygo. Cuando Foyth se lesionó y dejó el sitio a Mandi, Vinicius apareció en plenitud: hizo el 2-1 como un ‘nueve’ de los de toda la vida, se hartó a desbordar por fuera y por dentro y dio constantes salidas al Madrid para correr al contragolpe, especialmente importante en los minutos finales.

Ceballos: entró en el 56′ por Kroos. El mejor, sin ninguna duda, un partido con el que reivindica que, a este nivel, tiene sitio en el Real Madrid. Vaya si lo tiene. Estuvo en todo desde entró en el campo: le dio a Vinicius el 2-1, lanzó el centro que terminaría en el 2-2 de Militao y anotó el 2-3 a pase de Asensio, en una acción llena de calidad. Y entre todo ello, dio solidez a la circulación blanca y mucho dinamismo, además de presión constante en defensa. Un partido para que Ancelotti tome nota.

Asensio: entró en el 56′ por Rodrygo. Otro que aprobó con nota entrando desde le banquillo, con mucha intensidad defensa y, pese a que no pudo probar su disparo (apenas una falta lejana en la que no sorprendió al portero del Villarreal), dejó su sello con la asistencia a Ceballos para el 2-3, con mucha visión.