REAL SOCIEDAD

Con etiqueta Champions y sin la delantera titular

La Real vive un año de ensueño entre los grandes. Se enfrenta al Atlético sin Sadiq y a la espera de André Silva. Carlos Fernández y Karrikaburu son los únicos arietes de los que dispone Imanol.

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La pretemporada de la Real Sociedad sigue subiendo de nivel de exigencia. Esta ante un año de ensueño, con la etiqueta de Champions, y no quiere desentonar. Empezó contra Osasuna, siguió en el Algarve contra el Sporting Portugal y llegó hasta el Reale Arena contra el Bayer Leverkusen. Y ahora le toca el Atlético de Madrid en la localidad mexicana de Monterrey. El balance no es precisamente positivo, con dos derrotas y una victoria. Seis goles en contra y dos a favor. Marcados por Mohamed Ali Cho y Brais Méndez. Sin noticias de los delanteros. El equipo de Imanol Alguacil tiene, eso sí, bastante claro dónde está su margen de mejora hasta ahora. Necesita ganar mayor solvencia defensiva y afinar la puntería de cara a la portería rival. Porque la gestión del juego la sigue teniendo, y cuando ha sido capaz de jugar con ventaja en los últimos metros, se lo ha hecho pagar al equipo rival.

En el último partido contra el Leverkusen, Imanol ya pudo disponer de sus internacionales, y la Real mejoró de manera ostensible con respecto a los dos primeros amistosos. Los jóvenes potrillos que están completando la pretemporada y el resto de canteranos con algo más de experiencia en el primer equipo siguen creciendo, y adaptándose a la exigencia de la élite, con la esperanza de que permitan a Imanol equilibrar sus alineaciones para que la Champions no le reste de cara a la Liga.

El problema de la cita contra el Atlético de Madrid son las ausencias en ataque. No podrán jugar los en principio delanteros titulares. No está Umar Sadiq, llamado a ser gran protagonista en punta de ataque; ni por supuesto André Silva, al que se le espera pronto como nuevo realista. Imanol sólo dispondrá de Carlos Fernández y el joven canterano Jon Karrikaburu para jugar como referencias. Es una buena oportunidad para demostrar sus credenciales. El sevillano, por el que se pagaron diez millones de euros, que ya va dejando atrás su grave lesión de rodilla que le frenó en seco en su mejor momento. Y el ‘panzer de Elizondo’, que no hace falta que salga cedido, porque puede ser válido y tiene sitio.

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