Una tormenta empaña la fiesta del City
La lluvia, junto a los jugadores del City y los trofeos obtenidos este curso, fue la protagonista en las celebraciones por el triplete en las calles de Mánchester.
Typical City. Una frase arraigada en una afición acostumbrada a ver cómo su equipo desperdiciaba ventajas a lo largo de los años. Típico. Ya no. Dominadores del fútbol inglés durante la última década, los celestes conquistaron el sábado la Champions League por primera vez. La fiesta empezó en Estambul, pasó por Ibiza y el lunes llegó a Mánchester. La expedición celeste empezó su recorrido en transporte público. Tomaron el tranvía desde la ciudad deportiva hasta la céntrica calle de Deansgate, desde donde se subieron en tres autobuses descapotables. Gündogan, De Bruyne y Walker presentaron los trofeos obtenidos en una temporada histórica. Ocho clubes han ganado liga, copa y conquistado Europa en la misma campaña. Solo el United lo ha hecho en Inglaterra.
Miles de cityzens acompañaron a su equipo en un viaje por el centro de la ciudad. Un recorrido que duró una hora, y cuyo inicio se vio retrasado por una tormenta. Typical Mánchester. La lluvia, tan mancuniana ella, hizo acto de presencia tras el día más caluroso del año, obligando a retrasar el inicio de un paseo que terminó siendo más corto de lo planeado. Hubo música en directo. Himnos mancunianos y cánticos del City. De la grada al asfalto.
Desbordado por la alegría, y después de tomar alguna copa, Guardiola agradeció al público su recibimiento. Preguntado por las ganas de la gente de celebrar otro título con la plantilla, el catalán apuntilló: “Ya están acostumbrados”. El entrenador del City también bromeó con la inevitable presencia de la lluvia: “Organizamos el mejor paso y tiene que llover, esto es Mánchester. Aquí no queremos al sol, que se marche. Queremos lluvia”. Pep también tuvo tiempo de pedir el regreso de Oasis a los escenarios.