Francia

Un Everest para Luis Enrique

El técnico asturiano se juega la clasificación a la Champions League en las últimas cuatro jornadas. La primera parada, el Allianz Arena de Múnich, es una final.

París (Francia)

Luis Enrique afronta, a partir de este martes, cuatro partidos que van a ser trascendentales para el devenir de la temporada. Que el Paris Saint-Germain sea un equipo joven, muy trabajado y con un estilo de juego más que reconocible está dando sus frutos en la Ligue 1, pero el barómetro de la temporada de los parisinos ha sido, es y será la Champions League, competición con la que ambiciona Qatar desde 2011 y que, de momento, se le sigue resistiendo.

El partido contra el Bayern de Múnich es capital para el PSG. Tras haber únicamente sumado cuatro puntos de doce posibles, el cuadro parisino necesita puntuar imperiosamente si no quiere meterse en serios problemas. Restan cuatro jornadas de la máxima competición continental y, aunque sus opciones de clasificarse seguirían siendo intactas, la presión podría diezmar al equipo y a Luis Enrique.

El técnico asturiano, que cuenta con la confianza total de Al Khelaïfi y de Luis Campos y que, en principio, tal y como aseguró el presidente, su puesto no correría peligro en el caso de no clasificarse a la siguiente ronda de la Champions, es consciente de que una prematura eliminación pondría en jaque los cimientos del proyecto. “Si no nos clasificamos, se tomarán las medidas oportunas, y las asumiré“, dijo tras perder 1-2 en el Parque de los Príncipes contra el Atlético de Madrid.

Luis Enrique estampó hace semanas la firma de su prolongación de contrato hasta 2027, pero el PSG todavía no la ha formalizado. ¿Está esperando el club a que acabe la primera fase de la Champions para hacerlo? Es una pregunta que se hacen asiduamente los periodistas que cubren la información del Paris Saint-Germain. En París, no obstante, han querido restar importancia a la máxima instancia europea, recalcando que el equipo es joven, que el proyecto es incipiente y que lo que antes era una obsesión ahora, por palabras de Al Khelaïfi, “no es un objetivo”.

Sin embargo, a ojos de los hinchas del PSG, más que exigentes, una eliminación en la liguilla supondría prácticamente el fin de la temporada. Por muy bien que juegue el equipo de Luis Enrique, por muy holgada que sea su distancia con el resto de equipos de la liga francesa, la Copa de Europa siempre va a ser la vara de medir para analizar el desempeño del Paris Sant-Germain. Y, en este escenario, el técnico español es consciente de ello.

Después del Bayern, en Alemania, al PSG le restarán tres partidos que afrontará como finales: Salzburgo en Austria, Manchester City en el Parc (quedan dos meses para el partido a pesar de que los de Guardiola atraviesan una crisis de resultados inédita) y terminará la liguilla en Stuttgart. El calendario no es benévolo y el club debe sumar cuanto antes para evitar un descalabro histórico que podría virar completamente los ánimos en el vestuario.

A pesar de la urgencia de la situación, el PSG quiere quitar presión a Luis Enrique y a los jugadores. El proyecto es a largo plazo, los jóvenes son el epicentro del rendimiento y el club ya no está obsesionado por ganar la Champions, por lo que el proceso requiere tiempo. El martes, en Múnich, el exseleccionador español y sus pupilos comienzan un Everest que terminará el 29 de enero y que puede dejar grietas para el resto de la temporada.

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