Thuram venga a Lautaro

Lautaro gastó todos los goles que tenía el pasado sábado. Eso pensarán los aficionados del Inter, que no se pudieron creer todos los fallos que tuvo el delantero argentino, quien hace pocos días había marcado cuatro. Tuvo que ser Thuram el que hiciese esta vez de goleador para desatascar un partido que el Inter trabajó hasta que cayó por su propio peso.

Aunque en los primeros minutos fueron los locales quienes tuvieron varias ocasiones, el Benfica propuso más. Apenas pudieron aprovechar un error de Acerbi para tener una ocasión de Aursnes que salvó Sommer, pero poco más. Los de Inzaghi atacaban mejor, con Dumfries haciendo daño por la banda derecha y Barella bastante desacertado en su toma de decisiones cerca del área.

En la segunda parte, el Inter apretó más. Subió la presión y el físico y la técnica no le dio al Benfica para salvar esta marcha extra de intensidad italiana. Lautaro, que ya había dado al larguero, volvió a repetir con la madera después de un pase excepcional de Thuram. Fue el francés quien rompió la igualada en el marcador, aprovechando un pase atrás de Dumfries y para el que se ayudó del movimiento de Lautaro.

Los dos delanteros del Inter se habían intercambiado los papeles para el 1-0, pero el argentino quería celebrar el suyo. Después de un gol anulado a Dimarco por fuera de juego, Lautaro tuvo su mano a mano para marcar. Regateó a Trubin y, cuando el balón iba en dirección a puerta, Otamendi se cruzó en su camino. Apenas un minuto más tarde repitió el enfrentamiento contra el portero, pero esta vez el altísimo ucraniano fue quien salvó el gol. Y el ex del Shakhtar le negó el gol una vez más en los minutos finales.

Inzaghi retiró a Thuram del campo para que su nueva afición le pudo rendir la ovación que se ganó el francés en su primera gran noche europea en San Siro. Posiblemente no será la última.