CHAMPIONS (FINAL) | CITY-INTER

Scariolo: “Me tragaría otra moneda si es por ganar la Champions”

En vísperas de la final de la Champions entre el City y el Inter, el seleccionador nacional de baloncesto, interista de base, atiende a AS. Es capaz de casi todo por sus colores.

CHEMA DIAZDIARIO AS

Sergio Scariolo (Brescia, Italia, 62 años), seleccionador de España de baloncesto y entrenador de la Virtus, interista de base, concede a AS una entrevista futbolera en vísperas del Manchester City-Inter de la final de Estambul. Puede considerarse la segunda parte de la que este medio publicó el 1 de octubre de 2019. Entonces, el italiano desveló que cuando apenas tenía seis años se tragó una moneda después de que Sarti encajase ante el Mantova un gol que condenaba a los neroazzurri a perder el Scudetto en manos de la Juventus. Visto que hace 56 años sobrevivió, está dispuesto a jugársela otra vez.

La última vez que el Inter jugó una final de Champions hizo una locura: apareció en Madrid vía París cuando trabajaba en Moscú, vio el partido, se volvió, durmió tres horas, dirigió la sesión de tiro del equipo y luego le ganó al Lokomotiv de Kuban un partido de semifinales de la liga rusa. ¿Qué va a hacer esta vez?

Pues vamos a ver cómo va el primer partido de la final… De todas formas, no descarto aparecer por Estambul. Yo creo que esta vez no sería tanta locura como lo de Madrid. De momento, y como ya sabe, a mí me gusta, como en baloncesto, tener plan A, plan B y plan C…

¿Esperaba cuando empezó la temporada que el Inter terminaría jugando la final de la Champions?

Ni yo, ni Marotta, ni Inzaghi, ni Zhang, ni nadie. Es un equipo cuya franja máxima estaba en llegar a cuartos, más cuando aparecimos en el grupo de la muerte con Bayern y Barça. Pero…

¿La clave ha sido la solidez?

Pero el Inter no es un equipo defensivo, ¿eh? Le gusta ir arriba con los dos carrileros. Dumfries y Dimarco son muy ofensivos. Pero ha estado muy sólido. Y eso que dos de los teóricos titulares, De Vrij y Skriniar, no han jugado. El centro del campo ha sido capaz de generar mucho juego con Çalhanoglu, Barella y Mkhitaryan. El problema es que hubo un momento de la temporada en que lo que se generaba no se transformaba en gol. Lukaku ha estado lesionado, Lautaro tuvo un par de meses malos, Correa no ha estado y Dzeko no deja de tener la edad que tiene…

Repasando el equipo que fue campeón en 2010, aparecen líderes espirituales por todos lados: Maicon, Materazzi, Chivu, Lucio, Samuel, Etoo, Milito… ¿Quiénes son los líderes de este Inter?

Pues me ha sorprendido Acerbi. Es un jugador experto, pero ha demostrado mucha personalidad para hacerse con el equipo con el poco tiempo que lleva. Y luego, es curioso, pero han pasado cosas durante la temporada. Brozovic, que es otro de los líderes, se lesionó y la fórmula de Çalhanoglu y Mkhitaryan ha funcionado. El que creo que ha adquirido un liderazgo de amor y apego al Inter es Lautaro.

¿Cree que vino empoderado del Mundial por ganarlo o que, al contrario, le dolió terminar perdiendo la titularidad en favor de Julián Álvarez?

Creo que le afectó. Tuvo un bachecito, pero lleva un tiempo excelente, de continuidad de rendimiento. Y ha demostrado mucho compromiso interista.

¿Se han quitado con el Milan una espina por aquella semifinal de la Champions de 2003 o eso ya había cicatrizado?

Esa ya se había olvidado, por lo que estaba calentita la cosa (risas) era por lo del año pasado en la Serie A, cuando ganábamos 1-0 a veinte minutos del final y nos remontó el Milan con los goles de Giroud. Hay rivalidad, claro, pero la verdad es que pasamos la semifinal hasta cómodos. Estuve en el estadio en la vuelta, ahí abajo, y decía: ¿dónde estamos; es esto realmente una semifinal de Champions? Atípicamente, estaba muy tranquilo.

Pero se celebró llegar a Estambul, supongo…

Sí… Los jugadores se quedaron allí, la gente en la curva norte, yo estuve a pie de campo celebrando. Claro.

¿Sigue sin liturgias antes de los partidos?

No las tengo ni para mis partidos…

Repasando un poco el historial de Simone Inzaghi, lo cierto es que parece hecho para torneos del KO. Lo que ha ganado ha sido Supercoppas y Coppas con Lazio e Inter. ¿Gestiona bien estos partidos?

Soy escéptico respecto a ese tipo de cosas, pero la verdad es que lo parece. Su porcentaje de victorias en partidos a vida o muerte es muy alto. Demuestra una capacidad importante para competir bien esos días. Raramente se ve al Inter frenarse o bajar el nivel por la emotividad de los partidos.

¿A usted también le parece que el Inter está demasiado lejos del City?

El City se habrá gastado cuatro veces lo que nosotros. Además, tiene un grandísimo entrenador, grandísimos jugadores y un sistema aprendido de memoria durante años. Sobre el papel, es el grandísimo favorito. Pero los que vivimos en el deporte sabemos que a un partido se reducen las distancias, es menos necesario el fondo de armario de las plantillas. El Inter debe plantarse bien y no regalar espacio. Si lo consigue, conforme se acerque el final del partido la presión podría ir hacia el City…

El Inter ha ganado sus Copas de Europa al Madrid de Di Stéfano, el Benfica de Eusebio y, en 2010, eliminó al Barça de Guardiola, que era casi invencible. ¿Cuál es la magia del Inter para que pese así la camiseta?

Los clubes con una tradición tienen algo difícil de definir. Yo lo he vivido en el Madrid, en todas sus secciones, y en nuestra Selección de baloncesto. Creo que es el nivel de exigencia que te hace ir más allá, casi automáticamente hacia el éxito. Se transmite en las oficinas del club, en los vestuarios, en un paseo por el museo. Es un factor intangible, pero existe.

En otra de las entrevistas futboleras que concedió a este diario se le preguntó que si el Barça era ‘Mès que un club’, qué era el Inter. Me respondió con el ‘Pazza Inter’, pero esa canción se olvidó con Conte. ¿Cuál sería el nuevo eslogan?

A mí me gusta mucho el Pazza Inter, pero esa canción se cambió por motivos comerciales. Y realmente, lo que me gusta es que el equipo se ha ido consolidando pese a haber ido vendiendo cada año piezas valiosísimas. Y eso confirma que Marotta está en el top-3 de directores deportivos en Europa.

El fútbol italiano vuelve a merecer respeto.

La competitividad es innata en los equipos italianos, pero han entendido que se podía crecer a nivel de calidad. El nivel de los entrenadores también es alto. El Nápoles tiene un equipo constructor y hay un nombre, el seleccionador Roberto Mancini, que ha sido decisivo. Ha dado un cambio importante, ha hecho campeona de Europa a Italia demostrando que se puede jugar bien y ha sido un espejo.

Desde la distancia, ¿qué opinión le merece Guardiola?

Desde la ignorancia, tengo un concepto muy alto. Y no sólo como entrenador, donde es obvio que más allá de tener equipos a los que hace jugar bien, también gana mucho. La Champions sólo la gana uno y espero que tampoco la gane este curso, claro, pero no marca su carrera. Y luego me parece un tipo muy interesante como hombre de deporte más allá de su calidad como entrenador.

Transmite pasión después de quince años en banquillos de alto nivel.

Esta profesión es vocacional. Necesita una energía y una pasión extra. Y Guardiola tiene ese liderazgo natural y el amor al juego.

¿Si pudiera arrancarle un jugador al City para la final, cuál sería?

Hombre, al City le quitaría cinco o seis… (risas) ¡Diré Haaland por decir algo!

Confesó que de pequeño se tragó una moneda después de que el Mantova les hiciese un gol que les hacía perder la liga. Y que hasta grabó un testamento por si no lo superaba. ¿Se tragaría otra moneda con tal de ganar la cuarta Champions para el Inter?

Habiendo visto que la cosa no es tan dramática y que siempre acaba saliendo desde algún sitio, ¡lo haría sin duda!

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