Rummenigge: “El Barça vuelve a ser una potencia”

Karl-Heinz Rummenigge (66 años) fue un emblema del fútbol alemán sobre el campo y también en los despachos. Después de una fabulosa carrera como futbolista, ejerció del 2002 hasta el 2021 el cargo de director general del Bayern. Actualmente, trabaja para la Asociación Europea de Clubes (ECA). Atiende a AS a dos días de que su Bayern juegue contra el FC Barcelona.

-Permítame preguntarle por esas clases de baile que le había prometido a su mujer después de dar un paso atrás como CEO del Bayern, ¿han empezado?

-Desafortunadamente, eso no ha ocurrido todavía...

¿Desafortunadamente?

Ya sabe lo bien y encantado que bailo (risas). Estoy pensando seriamente en cumplir mi promesa. El otro día estuvimos viendo juntos una película de tango y me miró como si quisiera recordármelo. No podré escabullirme mucho más.

Los estadios de fútbol le resultarán más familiares que el parqué. ¿Se le escapó una sonrisa cuando el Barça fue al mismo grupo que su Bayern?

Obviamente. Todo se centrará en el reencuentro con Robert Lewandowski, aunque tengo muchos recuerdos de los partidos contra el Barcelona. El 2-8 fue algo legendario, pero también hubo otros momentos. Una vez jugamos allí con Jürgen Klinsmann y nos fuimos con 4-0 al descanso. Recuerdo que en la segunda parte miré el reloj más a menudo que nunca antes o después en mi vida.

También hubo momentos mejores, como en 2013.

Esos son los que recuerdo con más cariño. 4-0 en Múnich ante el Barça de Messi en plena forma, y luego 0-3 allí. Me dije: si le ganas al Barcelona en semifinales con un 7-0 de global, mereces ganar la Champions. Y así fue.

¿El 2-8 supuso un antes y un después para el Barça?

El Barça venía siendo un referente durante mucho, un modelo a seguir para nosotros. Lo he discutido a menudo con Uli Hoeness. Por desgracia, eso ha cambiado un poco en los últimos años. Aquel partido loco en Lisboa ya fue una señal. Estábamos bastante nerviosos antes, esperábamos un partido reñido. A la vuelta, nos sentamos en el autocar y bebimos cerveza. Parecía una película. Todos esperamos que las sensaciones al día siguiente siguieran siendo tan hermosas como en ese momento.

De formar talento a formar palancas. ¿Qué ha pasado?

El Barcelona fue un modelo a seguir por La Masía. Luego les tocó el gordo con Messi, que elevó a todo el club a otro nivel. Desgraciadamente, los estragos del tiempo también le pasaron factura a él y, además, el club se vio en serios problemas financieros. Conozco muy bien a Joan Laporta. Rechazó un nuevo comienzo basado en la paciencia y prefirió uno más rápido. Ahora, al menos pudo demostrar que el equipo que viene de construir vuelve a ser una potencia a tener en cuenta.

¿No es arriesgado hipotecar el club de esta manera?

Conozco a Joan, es un optimista nato. Sin embargo, estoy convencido de que ahora es la persona adecuada para llevar el timón. Conoce el club como nadie, formó parte de la época dorada con Pep. Y, siendo sinceros, las finanzas no tienen un peso tan grande en España como aquí. Si el rendimiento deportivo es el adecuado, todo termina solucionándose de alguna manera. Los relojes van diferentes allí. Con los más de mil millones de euros de deudas de los que se habla, habría pasado muchas noches sin conciliar el sueño.

¿Tiene razón el técnico Julian Nagelsmann cuando dice que no entiende cómo un club puede fichar sin tener dinero?

Por lo general, suelo recomendar: zapatero, a tus zapatos. Julian no debería hacer declaraciones políticas, eso es tarea de Oliver Kahn y Herbert Hainer. De hecho le devolvieron el balonazo desde España. Creo que siempre es mejor limitarse a tu propia área de competencia. Tuvieron que tomar un camino nuevo en Barcelona. Trasladaron muchos ingresos del futuro al presente para poder acometer fichajes. El Barcelona siempre fue un club importante para el fútbol en Europa.

¿No pronosticó que acabarían terceros de grupo?

No lo predije, lo deseé (risas). Pero el Inter me transmitió peores sensaciones en el primer partido.

¿Con Lewandowski, todo es más fácil?

Se discutió mucho en verano, pero hay que decirlo claramente: en Barcelona también está rindiendo de forma extraordinaria, por tercera vez consecutiva.

¿Qué recibimiento espera en el Allianz Arena?

Me gustaría que el Bayern y el público lo recibieran con gratitud. No hay que olvidarse de que jugó aquí durante ocho años, ganó todo lo que se puede ganar y marcó entre 35 y 50 goles cada temporada. Además, llegó libre y se fue dejando 45 millones de euros. Ha contribuido al bien del Bayern.

En la memoria, sin embargo, queda el culebrón en torno a su marcha.

España siempre estuvo en su mente. Y ésta era, quizás, la última oportunidad de fichar por un club de esta magnitud. Eso no cambia el hecho de que haya sido uno de los fichajes más importantes de los últimos 15, 20 años.

¿Junto con quién?

Ribéry, Robben, Neuer, Lewandowski – en ese orden.

Llegó a rechazar una oferta del Madrid por Ribéry argumentando que “no somos un club vendedor, y nuestros contratos se cumplen”. ¿Seguiría Lewandowski bajo su mando?

Fue una situación en la que ambas partes salieron ganando. El Bayern gastó mucho dinero este verano, de ahí que también estuviera bien encontrar una solución con Robert. El Bayern siempre destacó por conseguir éxitos deportivos con una financiación sólida.

Su representante apretó mucho. ¿Tienen demasiado poder los agentes?

Siempre existen esos matices entre lo que es verdad, lo que no, lo que se manipula, lo que no, y lo que el público termina descubriendo o no. Pero eso ya es cosa del pasado. Sin embargo, lo que llegó a decir Volker Struth durante la crisis del covid no fue cierto. Permítame citarle textualmente: “Nosotros también tendremos que hornear panecillos más pequeños”. Bueno, esos panecillos más pequeños se han vuelto a convertir en unas buenas baguettes.

Los gastos en fichajes están a un nivel incluso superior al de antes de la crisis.

Aún existen discusiones, al menos en Alemania, sobre la sostenibilidad y las finanzas. Los aficionados son los quieren que se tenga en cuenta. Se trata de un problema visible en todos los ámbitos de nuestra sociedad. El fútbol no puede permitirse pagar más y más cada año. Desde el caso Bosman, esto se ha convertido en una calle de sentido único que solo va hacia arriba, las tuercas se aprietan cada vez más. Tenemos que tener cuidado de que la industria del fútbol no sea la única industria del mundo que no obtenga beneficios.

Algunos siguen persiguiendo otros planes como la Superliga. ¿Qué piensa?

Esta idea surge a raíz de los ingresos de la Premier. Tengo una relación relajada con Florentino Pérez. Siempre fue un gran crítico de que los ingleses introdujeran en el mundo del fútbol a multimillonarios, fondos especulativos o, ahora, incluso estados enteros y que el resto de Europa tuviera que sufrir por ello. El gran impulsor es exclusivamente Inglaterra. Las inversiones netas en Inglaterra son más altas que nunca. Y eso sí afecta a la competitividad.

Toni Kroos – quizás no del todo indiferente – también opina que la Superliga debe y va a llegar. ¿Qué opina?

Al fin y al cabo, juega en el club que sigue convencido de que llegará. Yo, en cambio, estoy seguro de que este tema no se volverá a discutir entre los grandes clubes de Francia, Inglaterra y Alemania. Y una Superliga sin la participación de estas tres ligas nunca se producirá. Esta claro que los propietarios que vierten su riqueza privada en sus clubes siempre perseguirán este tipo de ideas. Después de todo, no invierten su dinero en estos clubes para luego entregarlo a los buenos samaritanos. Sin embargo, esta Superliga no llegará. La respuesta del público, de los medios de comunicación y de los aficionados fue tan dramáticamente negativa que nadie se atreverá a volver a llegar a ese punto. Estoy más que convencido de ello. Permítame que le diga otra cosa.

¡Por favor!

La Superliga no habría aumentado drásticamente los ingresos de los clubes, solo habría tenido dos consecuencias. En primer lugar, habría nivelado los clubes de Inglaterra, España e Italia en ese sentido, es decir, los países que se habían comprometido en su momento. Y en segundo lugar, no habría habido descensos, lo que habría supuesto una especie de abono sine die para dichos clubes en la competición. Ninguna de las dos cosas habría funcionado en Europa, sencillamente porque no las quiere la afición. Hay que tener cuidado de no hacer cosas en el fútbol con exclusiva intención del beneficio financiero.

El director deportivo del Bayern, Hasan Salihamidzic, invirtió 140 millones de euros en fichajes este verano. Una vez llegó a decir que no intentara ser un “Hoeness light”. ¿Ha encontrado su camino?

En el pasado se le regañó con bastante dureza, por lo que me complace aún más que ahora se le elogie. Con razón, por cierto. De hecho acaba de firmar un gran mercado. Creo que el Bayern volverá a ser campeón por undécima vez consecutiva esta temporada. Pero como siempre en el pasado, todo dependerá de lo que ocurra en la Champions a partir de febrero. Habrá que tener paciencia.

Las expectativas, por ende, ¿giran en torno a lo que se haga en la Champions?

He de decir honestamente que la palabra “triplete” se está utilizando con demasiada frecuencia en estos momentos. Siempre se puede soñar con ello, pero la Champions es objeto de muy alta gama. ¿Quién hubiera esperado que el Real Madrid la ganara este año?

¿Cómo se explica que este club sea capaz de lo aparentemente imposible?

Estuve en contacto con Carlo (Ancelotti) recientemente. Para ser sincero, quería irme a la cama tras el resultado al descanso en la vuelta contra el PSG. He de admitir que estaba cansado. Luego, me alegré de haberme mantenido firme y haberlo visto hasta el final. No fue solo ese partido, toda la temporada del Real Madrid en la Champions fue insuperable a nivel dramático. Sin hablar de que, también, se proclamaron campeones de Liga, de la Supercopa de Europa y terminarán ganando el Mundialito.

¿Qué le dijo a Ancelotti?

Le expresé mi admiración. Tiene una paciencia celestial y, a veces, revela cosas que uno no creería posibles. No tuvo solo suerte, ni muchísimo menos. Él mismo dice que tiene un equipo con un carácter increíble que había conseguido cosas que le habían asombrado incluso a él. En mi opinión, esa es una razón, la otra es el estadio. Jugué en el Bernabéu, estuve en la grada durante mi segunda función y solo puedo decir que genera respeto, incluso miedo. Cuando los aficionados se ponen en marcha allí, la chispa salta de las gradas al campo y eso se convierte en una caldera. Es algo positivo para el fútbol.

¿Qué se le pasa por la cabeza cuando piensa en la carrera de Toni Kroos desde su marcha en 2014?

Veo dos cosas en él. Es un jugador que está viviendo una gran carrera, pero también existe ese Toni Kroos que me resulta demasiado crítico. Cuando vuelve a expresarse sobre Uli Hoeness, por ejemplo, he de decir honestamente que no me gusta. No nos olvidemos de que fue Uli Hoeness quien lo fichó del Rostock con 16 años por un millón de euros. Fue, con diferencia, la cantidad más alta jamás pagada por un chico tan joven en el Bayern. Luego se formó aquí, dio sus primeros, segundos y hasta terceros pasos como profesional en este equipo. Por ello, Kroos debería estar agradecido a Uli Hoeness.