Rebelión en la Champions

La UEFA ideó la nueva Champions bajo la premisa de que la fase de liga fuera mucho más interesante. Imaginó un torneo más abierto a las sorpresas. A que cada punto se luchara con uñas y dientes. Y el inicio no puede ser mejor. Casi es inmejorable. Brest, Benfica o Aston Villa se codean de tú a tú con los grandes clubes campeones de Europa. No sólo que les plantan cara, sino que les superan hasta en puntos a día de hoy. Solamente siete equipos han conseguido el pleno (seis puntos) y excepto el Liverpool, la Juventus, el Bayer Leverkusen y el actual subcampeón, Borussia Dortmund, los otros tres son verdaderos outsiders de la Champions.

El Stade de Brest escuchaba por primera vez la música de la Champions en sus 74 años de historia y ha tenido un estreno inmejorable. El sueño de pasar de ronda está más vivo que nunca en el oeste de Francia. Y de un debut (el Brest) a un regreso por todo lo alto el que está disfrutando el Aston Villa de Unai Emery. 40 años eran muchos sin Champions para los villanos y la alta competición les ha sentado de maravilla con victoria ante el todopoderoso Bayern Múnich incluida (1-0).

El Bayer Leverkusen regresaba a la Champions, tras una temporada ausente, con la vitola de campeón invicto de la Bundesliga. Lo cierto es que lo que hace el equipo de Xabi Alonso sorprende menos, pero en los últimos años la máxima competición europea no era su hábitat favorito. Misma línea que el Benfica. Suele ser un asiduo habitual, aunque ha pasado de caer en la fase de grupos por dos temporadas seguidas a ser una de las revelaciones de la nueva Champions tras arrollar al Atlético (4-0).

Y no son los únicos equipos que están brillando. El Sporting de Portugal de Rúben Amorim es uno de los equipos tapados de la competición. No está en las quinielas como futuro ganador del trofeo, pero por juego y por el peligro de sus jugadores es un equipo muy a tener en cuenta. Mónaco, Sparta de Praga o Atalanta no son tampoco clubes de la primera línea de la élite europea, pero están firmando por el momento una Champions más que decente. Invictos y con partidos complicados que han salvado con nota. El Mónaco doblegó al Barça de Flick (2-1). Y el Atalanta logró resistir a las embestidas de uno de los favoritos, el Arsenal (0-0). El Sparta de Praga, con cuatro puntos, ha logrado sumar antes rivales de su nivel, aunque ahora tiene la visita al feudo del City. Un Everest que debe de superar. Si puntúa sería toda una rebelión.

En Madrid, Barça o PSG saltan las alarmas

Por contra, muchos de los favoritos están en una situación indecisa. Real Madrid, Barcelona o PSG han sufrido correctivos que aún son solucionables, pero han encendido las alarmas. En esta nueva Champions cualquier tropiezo puede costar un disgusto más grande después. Mucho ojo que a la fase directa de octavos de final pasan solamente los ocho mejor clasificados. Y las estimaciones de la UEFA acotan a unos 17 puntos (de 24 posibles) la línea roja para clasificarse directo a octavos.

Las derrotas de Madrid y Barça en sus visitas a Francia (Lille y Mónaco, respectivamente) han dejado a los de Ancelotti y Flick sin margen. Peor corren los tiempos para el Milan, que tiene cero puntos y debe reaccionar ya para no verse abocado a estar entre los puestos 25º y 36º que le mandan directamente para casa. Red Bull Salzburgo, equipo clasificado para el Mundial de Clubes, o el Red Bull Leipzig, colíder de la Bundesliga, también acumulan un rosco. Las dicotomías que dejan la nueva Champions. Un torneo no apto para cardiacos y sí para los modestos.

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