Por fin un Vinicius sin cadenas
Atenas fue el inicio de algo. Xabi reaccionó, puso por fin a Camavinga y Valverde de interiores junto a Tchouameni y se vio el resultado: el mejor Vini.
Con suspense. Con un suspense innecesario por cómo transcurrió el partido, el Madrid resolvió la papeleta de Atenas y vuelve a la senda de la victoria. Xabi Alonso movió el árbol, como se suele decir. Cambió una vez más el sistema a un 4-3-1-2 que no se había visto hasta ahora en su Madrid y el partido dejó dos síntomas muy buenos. El primero, que Vinicius volvió a ser Vinicius. El segundo, que por fin Camavinga y Valverde jugaron en su posición natural, como interiores, algo que todavía casi no había sucedido esta temporada. Y los dos, junto a Tchouameni, en ese trivote de acero, facilitaron que Vini estuviera menos sujeto en defensa y más fresco para hacer su trabajo, marcar las diferencias junto a Mbappé.
Puede que Atenas sea el inicio de algo, de una nueva solución de Xabi que parece ajustarse más a los jugadores que tiene. Bien mirado, en el Madrid hay tres jugadores realmente diferenciales por encima del resto. Son Courtois, Mbappé y Vinicius. Y es inteligente armar el proyecto en torno a ellos, sobre todo al francés y brasileño.
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Las diabluras de ambos en el Karaiskakis son el mejor ejemplo. A partir de ahí habrá que ajustar cosas, seguro, porque no es normal que marcando cuatro goles el equipo termine sufriendo y encerrado en su área. Con todo, también es cierto que había muchas bajas en defensa. Pero la victoria ayudará a calmar el ambiente. Y la gran versión que se vio de cuatro jugadores clave, Vini más Mbappé, Camavinga y Valverde, es un síntoma tranquilizador.
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