BENFICA - ATLÉTICO DE MADRID

Oblak y Joao Félix, los polos puestos entre Atleti y Benfica

Ambos clubes han intercambiado futbolistas sin excesivo éxito en la era Simeone, pero el guardameta lo compensa. Gaitán tampoco cumplió las expectativas.

JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

El Benfica se ha convertido en uno de los grandes escaparates del fútbol mundial. Una máquina de ingresar millones a cambio de la revalorización de canteranos y futbolistas que tienen en el equipo lisboeta su trampolín previo a la Premier League, la Liga, el PSG o la Bundesliga. En cinco de los últimos seis años ha traspasado a algún jugador por más de 65 millones.

Pero, la joya de su corona continúa siendo João Félix y sus 127,2 millones del verano de 2019. Aunque Enzo Fernández estuvo a punto de superarlo (121) en su llegada al Chelsea. El Atlético fue el club que apostó lo ingresado por Griezmann para hacerse con la estrella emergente del futuro. Un jugador de una técnica y estética envidiable y que en su primer año en la élite había conseguido 20 goles. El #purotalento llegó al Atlético con 19 años y dejando una pretemporada de una ilusión supina. Con Jorge Mendes de por medio, un agente que ha convertido la liga portuguesa en enormemente atractiva para el club colchonero, el equipo rojiblanco hizo la mayor apuesta de su historia.

Que, por diversos motivos, no cumplió lo esperado. Bien es cierto que tuvo su protagonismo en el título de Liga 2020-21, aunque de más a menos. João Félix disputó 131 partidos en el Atlético consiguiendo un total de 33 goles. Su relación con Simeone y la afición se fue agrietando, sus gestos y palabras durante sus cesiones en Chelsea y Barcelona tampoco favorecieron reconducir una situación que se fue convirtiendo en irrespirable cada vez que tenía que comenzar una pretemporada en busca de un nuevo destino y este verano, por fin, el Atlético encontró en el propio Chelsea de una solución definitiva a cambio de una cifra cercana a los 51 millones.

Menos de la mitad de lo invertido, aunque hay que sumar lo ingresado en cada uno de sus préstamos. Pero, si el fichaje de João Félix acabó saliendo cruz, el de Oblak es una de las mayores caras de la historia. El Atlético invirtió 16 millones por el esloveno en el verano de 2014 para suplir la salida de Courtois después de tres años de cesiones desde el Chelsea, un club también recurrente en los negocios rojiblancos. El portero más caro de la Liga en aquel momento y que generaba alguna duda por no haber sido testado previamente en una competición superior, aunque había alcanzado la final de la Europa League con el Benfica con unos números asombrosos.

Unas dudas que se multiplicaron en su debut al encajar tres dianas contra el Olympiacos. Una lesión en la pretemporada le abrió las puertas de la titularidad a Moyá. Pero, si un problema físico le hizo perder pie, la lesión del mallorquín le dio los minutos que necesitaba. Oblak está a punto de convertirse (lo hará el domingo si juega contra Benfica y Real Sociedad) en el quinto futbolista con más partidos en la historia del Atlético (acumula 454). Suma cinco Zamoras y quiere pelear este curso por el sexto que no ha alcanzado nadie (Valdés y Ramallets están con cinco). Ha recibido cuatro tantos en las siete jornadas que ha jugado. Su balance, aunque empeorado en las dos últimas temporadas, es de 373 goles encajados y 211 porterías a cero, números prácticamente inigualables.

El muro del Atlético que llegó desde el Benfica como uno de los traspasos más rentables en la historia colchonera. Más allá de Oblak y João Félix, ambos clubes han compartido más operaciones. La de Nico Gaitán, que se había exhibido en el Vicente Calderón con las águilas, acabó lejos del rendimiento esperado (49 partidos y cuatro goles). Sus 25 millones se consideraban una apuesta segura, pero nunca encontró la atmósfera que sí tenía en el Benfica. Y, a la par que João, al Atlético llegó Saponjic para reforzar la delantera. Pero apenas tuvo minutos y recorrido (cinco partidos). Un traspaso menor y que hoy en día milita en el Slovan de Bratislava.

El guardameta Roberto volvía al Atlético un año antes que Oblak, pero para acabar saliendo sin volver a enfundarse la rojiblanca. Y Siqueira pasó de Benfica a Atlético, pero perteneciendo siempre al Granada. Sílvio, Pizzi y Raúl Jiménez recorrieron el camino inverso. En la memoria atlética siempre quedará el fichaje de Simao Sabrosa desde el Benfica. La salida de Futre, de Salvio, la cesión de Reyes o las llegadas de Hugo Leal y Dani Carvalho son algunas de las operaciones entre ambos clubes, donde Oblak y João continúan siendo la cara y la cruz de las grandes apuestas atléticas en el equipo lisboeta.

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