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Haaland, Bellingham y Pep Biel ponen al Sevilla contra las cuerdas

El equipo de Lopetegui afrontará una fase de grupos complicada. El City es un equipazo, más con Haaland. El Dortmund, pese al nombre no lo es tanto, y en el Copenhague luce a Pep Biel.

NurPhotoGetty

Manchester City

Tan cerca la temporada pasada de una nueva final en la Champions, de la que solo le apartó el recurrente milagro del Madrid, el Manchester City vuelve a opositar al torneo que se le escapa. No hay una explicación convincente de ello, porque tiene todas las condiciones para hacerse acreedor al título. Equipo, entrenador y estructura coinciden otra vez en una temporada en la que el fichaje de Haaland lo puede cambiar todo. Guardiola parece encaminado a sacrificar algo de juego por el gol del noruego.

No solo Haaland ha llegado. También lo han hecho Julián Álvarez, Kalvin-Phillips, sustituto de lujo para Rodrigo, y el español Sergio Gómez. Por contra, abandonaron el barco sky blue Zinchenko, Sterling y Gabriel Jesús. Libra por libra, es un equipazo con una dirección táctica notable, pero que sigue arrastrando los problemas defensivos de siempre y las dudas competitivas en los momentos decisivos. El inicio de curso, con la derrota en la Community ante el Liverpool y el empate del otro día ante el Newcastle en un partidazo, vienen a explicar por qué no es un bloque redondo. Ederson sale muy a menudo en la foto para mal, la estrategia defensiva deja demasiados disgustos y los problemas en el repliegue prevalecen. Aun así, el City posee alternativas creativas casi únicas, con Rodrigo en la dirección y jugadores de condición mundial como Bernardo Silva, pese a sus coqueteos con el Barcelona, De Bruyne, Mahrez y Foden. De Grealish se espera más y mejor; sobre todo, mayor regularidad. El City vuelve a ser claro favorito en la Champions, pero siempre sucede algo que se la arrebata. Habrá que ver esta temporada con Haaland en el frente.

Estrella: Erling Haaland (22 años)

Borussia Dortmund

Clásico merecido de la Champions en esta década, nunca sabe uno a qué atenerse con el Borussia Dortmund. Es un equipo importante en el aspecto ofensivo, pero siempre estimula las opciones rivales por la vulnerabilidad del sistema defensivo. No termina de desligarse de estos contrastes acusados atrás que le debilitan enormemente. Su talento es tan notable como incierta es su jerarquía.

Terzic, interino en la 2020-21, asumió la dirección tras la destitución de Rose. No es un desafío sencillo sin ya la protección de Haaland y la fatalidad sucedida con Haller, el fichaje estrella que venía a suplir al noruego y será baja sine die a causa de un tumor. El Dortmund se movió en el mercado para intentar lo imposible en la Bundesliga, que no es otra cosa que rivalizar con el Bayern, y abordar la Champions con los recursos suficientes. De ahí que llegara una joya como Adeyemi y dos centrales de máxima vigencia como Süle y Schlotterbeck. Después cerró a Modeste, de eficacia comprobada en Alemania, para paliar la ausencia de Haller. Pero su principio de temporada deja mucho que desear. Ganó de forma inmerecida a Leverkusen y Friburgo entre golpes de talento, conatos de suerte y con Köbel parando bastante. Contra el Werder Bremen iba 2-0 en el minuto 89 y acabó perdiendo en la tercera jornada. A la vista del mundo, queda clara su falta de fiabilidad. El Dortmund puede presumir de un jugador diferencial como Bellingham, de disfrutar todavía de Reus, maravilloso entre líneas y de contar con futbolistas como Guerreiro, Thorgan Hazard, Brandt, Malen y Moukoko. La última aparición, en la figura de Bynoe-Gittens, también resulta aparente. Por ahí se entiende su volumen en ataque, que le da alternativas tanto en jugadas posicionales como en transiciones. De lo bueno a la malo. El Dortmund es un equipo disperso y poco compacto, condenado por equivocaciones individuales y desajustes tácticos de gravedad. Que Hummels siga jugando resulta sintomático. Tampoco parece lógico, por ejemplo, que Dahoud y Bellingham compongan la medular y haya tanta distancia entre ambos. De no corregirlo, el Dortmund tendrá poco que decir.

Estrella: Bellingham (19 años)

Copenhague

Había ganas de que el Copenhague alcanzara la fase de grupos. Solo por ver a Pep Biel en este contexto merece la pena. Será un escaparate para él y su equipo, que como campeón danés solo ha tenido que jugársela en la previa frente al Trabzonspor para salir vencedor en una eliminatoria igualada y que tuvo que sufrir hasta el final. El equipo de Jess Thorup vuelve a la Champions seis años después.

Pep Biel es el gran jugador del Copenhague. Últimamente viene actuando como delantero dada su habilidad entre líneas y precisión en el remate, aunque sus condiciones se ajustan mejor a la del mediapunta clásico. Gol no le falta, como demostró en el derbi ante el Brondby haciendo un hat-trick. No es el único jugador a seguir del Copenhague. Vavro (ex del Huesca), Claesson, Lerager y el regreso como cedido de Daramy son cromos de cierto nivel, además de Falk —siempre cumple— y el joven islandés Haraldsson. El fichaje de Ryan para la portería también añade más seguridad al conjunto de Thorup. De alguna forma, el rendimiento del Copenhague sorprendió contra el Trabzonspor. En Turquía aguantó su ventaja pese a un mal inicio de un partido que acabó mejor que su rival. Se vio a un equipo medianamente experto y convencido de lo que hacía. Pero claro, el rival era el Trabzonspor. La exigencia a la que se enfrenta ahora es mayor y debe adquirir una consistencia durante todo el encuentro.

Estrella: Pep Biel (25 años)

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