Estorbo con ensayo en Dortmund

Jorge Luis Sampaoli y su heterogénea manera de enfocar el fútbol y la vida son el clavo ardiendo al que se agarra este Sevilla desaliñado y sin compostura, apenas un garabato de aquel gran equipo que devoraba Europa Leagues como churros y competía, al menos competía, en Champions (sigue el partido en directo en AS.com). Los nervionenses aparecieron por Dortmund ayer, horas después de consumarse su entrada en los puestos de descenso a Segunda División, y este partido contra el Borussia, para algunos, tiene más pinta de estorbo que de ninguna otra cosa.

Tras ese 1-4 borusser del pasado miércoles, que acabó con los días de Lopetegui en el banquillo sevillista, ni siquiera una improbable victoria en el impresionante Westfalenstadion alumbraría con demasiada fuerza la posibilidad de pasar a octavos de final, pues los alemanes (seis puntos) seguirían saliendo del envite por delante del Sevilla, que apenas ha sumado un empate. Casi sin querer, el presidente José Castro insinuó ayer el que el sentido común indica como próximo objetivo europeo: “La tercera plaza también es importante, porque permite ir a la Europa League”. Y para ello, con mucha probabilidad, serviría con derrotar al Copenhague en el Sánchez-Pizjuán dentro de dos semanas.

Cabría esperar por tanto que Sampaoli utilice el partido de esta noche como banco de pruebas, para seguir afinando física, táctica y psicológicamente un equipo que necesita mejorar en todos estos aspectos y seguro que algunos más. Sonaría raro que el nuevo entrenador forzara a hombres que no han alcanzado su plenitud física todavía y corren el riesgo de volver a caer lesionados como el central brasileño Marcao, que completó el duelo (y bien) en su estreno ante el Athletic, o el lateral zurdo argentino Marcos Acuña. Ellos, y algunos más con vitola de futuros titularísimos, acumulan más papeletas de configurar el grupo que intente sacar al Sevilla del abismo de LaLiga el próximo sábado, en Mallorca.

La abultada victoria de la semana pasada en Nervión no ha provocado ninguna relajación en Edin Terzic. La fama de milagrero de Sampaoli hace brotar alguna duda en el técnico del Borussia Dortmund, que este último fin de semana recibió una mezcla de entre correctivo y alivio final ante el gran enemigo germano, el Bayern. Tras una primera parte de baño bávaro, el rival del Sevilla logró empatar el partido en una recta decisiva de partido loca. Terzic y su elenco sobreviven a la pérdida del que posiblemente sea ahora mismo el futbolista más desequilibrante del momento, Erling Haaland.

Aunque en el Westfalen sigue sobrando talento por doquier en los Brandt, Reyna (que vuelve tras lesión), Adeyemi, Malen, Thorgan Hazard y por supuesto Bellingham, la próxima gran estrella mundial que apunta a salir de la fábrica Dortmund. A todos ellos, y un montón de problemas propios, debe sobreponerse esta noche el Sevilla de Sampaoli si no quiere cosechar otro ridículo continental más, el enésimo de sus últimos y oscuros tiempos.