Esperando a Benzema
El francés lo intenta, pero aún no llega a su excelsa versión del curso pasado: necesita el triple de remates para hacer gol, pese a que prueba suerte con mayor frecuencia.
El Real Madrid se llevó los tres puntos en su duelo ante el Shakhtar Donetsk en el Bernabéu por un escueto 2-1 que no reflejó, ni de lejos, lo que fue el partido: los blancos remataron un total de 36 veces, 14 de ellas entre palos, y sólo la falta de puntería de los atacantes madridistas impidió una goleada de tronío. En esa ausencia de tino para hacer diana destacó el papel de Benzema, más ofuscado en la definición que de costumbre; también regalaron ocasiones Rodrygo y Vinicius, pero los brasileños sí vieron portería, una vez cada uno.
No lo hizo Benzema, pese a que lo intentó sin desfallecer: hizo cuatro disparos entre palos, otros dos fuera de portería y otros dos que fueron bloqueados por defensores del Shakhtar. Sólo le superó Vinicius en este apartado, con un total de nueve remates. Una pena, pues el partido del francés fue notable: dio 49 pases buenos de 56, entregó seis potenciales asistencias de gol y fue, una vez más, el aceite que hizo fluir el juego de ataque blanco, que en este partido se destacó además por varias combinaciones interiores en las que Benzema siempre apareció para mejorar las jugadas.
Pero se marchó sin marcar, frenado en varias ocasiones por Trubin o por unos escasos centímetros que le impidieron llegar hasta la red rival, en lo que fue una muestra más de un estado patente a estas alturas de temporada: a Benzema le está costando rendir la nivel que mostró la temporada pasada. Bien es cierto que acaba de salir de una lesión y que antes de la misma había marcado cuatro goles y dado una asistencia en cinco partidos. Pero los datos respaldan que Karim anda con la pólvora más mojada que en el glorioso curso 2021-22, en el que anotó nada menos que 44 goles en 46 apariciones.
Entre Liga y Champions, Benzema anotó 42 goles el curso pasado; lo hizo necesitando 82 remates a portería y 136 en total, o lo que es lo mismo: hizo un gol cada 3,2 remates y cada 1,9 tiros a puerta. La diferencia con esta campaña es notoria: entre Liga y Champions ha hecho tres goles (el otro lo anotó en la Supercopa de Europa), necesitando 15 tiros a puerta y 27 en total. Es decir, marca un tanto cada 9 remates y cada 5 tiros entre palos. En la práctica, supone casi triplicar el número de remates que requiere para ver portería.
Benzema tira más, pero marca menos
Y no será porque no lo intente, pues lejos de achantarse, Benzema suelta la pierna y prueba fortuna a la mínima: el curso pasado hizo esos 136 remates en 3.702 minutos de Liga y Champions, lo que arroja una media de un tiro cada 27 minutos; esta campaña ha probado suerte 27 veces en 570′, es decir, una vez cada 21′. Simplemente no le sale, pero para fortuna del Madrid otros están apareciendo para cubrir ese papel hasta que Benzema encuentre la finura perdida y vuelva a liderar las estadísticas goleadoras blancas: Vinicius suma 7 goles y 4 asistencias; Rodrygo, 4 y 3; y Valverde, 4 y 2.
Entre todos ellos están ayudando a que el Madrid atraviese esta etapa menos prolífica del francés, al que Ancelotti arropa en rueda de prensa: “Ha estado muy bien, ha sido determinante. Ha ayudado a los compañeros. Ha estado presente. No ha marcado, pero eso es lo último en lo que pensamos. Ha sido un partido completo para él”. Mientras alcanza el punto de forma que quiere, Benzema sigue acumulando elogios y premios del curso pasado: ya recibió el premio al mejor jugador de Europa que entrega la UEFA y el 17 de octubre será designado, salvo sorpresa mayúscula, nuevo Balón de Oro en París. El día de antes tendrá lugar el Clásico ante el Barcelona, en el que el Madrid necesitará que Benzema se reencuentre consigo mismo para evitar que el Barcelona le dé un bocado al título de Liga.