El Salzburgo para al Milan

El Milan arranca con un empate a uno en Salzburgo su aventura en la Champions, tras un partido que le confirmó que su periplo en este grupo no será sencillo. Los rossoneri jugaron con intensidad ante un conjunto muy bien organizado, que supo hacerle sufrir, pero rozaron increíblemente el gol del triunfo sobre la bocina. Habría sido demasiado premio, quizás.

Ya la increíble derrota del Chelsea había avisado sobre los peligros de una liguilla teóricamente asequible, y los de Jaissle, temibles sobre todo en su estadio, lograron un resultado merecido, que deja el grupo totalmente abierto. Los locales se adelantaron gracias a Okafor, que creó varios peligros junto con Fernando, en el 28′ ganó un duelo físico con Kalulu y batió a Maignan.

La reacción de los rossoneri, que atacaron sobre todo con las llegadas de Theo, llegó antes del descanso, gracias a una jugada colectiva que terminó con un centro de Leao para Saelemaekers. El belga puso las tablas con un potente disparo.

Los vaivenes continuaron en la segunda parte, que vio al Salzburgo rozar el 2-1 muchas veces. Maignan salvó a los italianos que crecieron con los revulsivos de Pioli. Entre ellos estuvo también Brahim, al que Kohn anticipó con una gran salida tras un pase de Origi, mientras que la última emoción del choque la regaló Leao, que con un derechazo desde la frontal golpeó a Bernardo y al poste. El campeón de Italia ya lo sabe: para volver a octavos tras nueve años, habrá que luchar.