El PSG suspira

El PSG, un proyecto concebido a base de millones y estrellas, se clasificó, como segundo de grupo, a los octavos de Champions gracias a un tanto de un canterano de 17 años, Zaïre-Emery, que certificó el empate a uno en Dortmund. Un gol, golazo, del canterano, es el motivo por el que los parisinos, en un partido en el que perdonaron un sinfín de ocasiones, estarán en el sorteo de los octavos de la Champions. Un suspiro para un equipo que llegó a estar durante 20 minutos eliminado de la máxima competición europea por la momentánea victoria del Newcastle.

Es difícil explicar en pocas palabras que el partido en el Signal Iduna Park se fuera sin goles al descanso. Ambos equipos, sobre todo el PSG, gozaron de ocasiones clamorosas que pudieron convertir la contienda, un correcalles total sin mediocampo, en un festival de goles.

El PSG, que había recibido dos avisos del Dortmund de Wolf y Reus, se encontró con 20 minutos en los que ni una ciencia empírica podría explicar los fallos de sus oportunidades. Primero fue Kang-in Lee, que envió fuera un remate a bocajarro con el portero vencido. Después, Mbappé, que, a portería vacía, remató con la izquierda y Sule apareció como si fuera un zancudo con unas piernas de dos metros para sacarle un disparo que era gol. Y, finalmente, Barcola y Kolo Muani, que perdonaron dos situaciones más que prominentes. Luis Enrique no se lo creía y el Newcastle, mientras, eliminaba al descanso virtualmente al PSG de la Champions.

Los astros se alinearon en París para certificar una clasificación agónica. No sin antes, sufrir de lo lindo. Un error entre Achraf y Marquinhos en salida de balón posibilitó el gol de Adeyemi que enviaba a la lona a los de Luis Enrique. En un equipo forjado a base de millones, entretanto, surgió un canterano, de 17 años, para iniciar definitivamente una nueva era en el PSG, Zaïre-Emery. El mediocentro, con un remate brutal, ponía las tablas en el marcador. Mbappé hacía el 1-2 que certificaba el liderato de grupo, pero el árbitro lo anuló por un milimétrico fuera de juego. La victoria del Milan en Newcastle consumó su clasificación, como segundo de grupo, a los octavos de Champions.

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