El ‘infierno ucraniano’ que le espera al Barça
El Volksparkstadion, estadio del Hamburgo, hospeda los partidos de Champions del Shakhtar. Este martes, todo ‘sold out’, llenazo: un total de 57.000 espectadores.
Los complicados tiempos que vive el Shakhtar, al fin, tienen una buena noticia. El conjunto ucraniano juega sus partidos de liga en Lviv, y los de Champions, en Hamburgo. El sentimiento de jugar en casa hace ya bastante que no lo experimentan, pero hay una ‘vuelta de tuerca’.
Aunque los encuentros de la competición doméstica se juegan sin apenas público por prevención a ataques rusos, los de competición europea tienen algo diferente. Ya no solo por el hecho de jugar la UEFA Champions League, sino porque el club ucraniano, en colaboración con el Hamburgo, crearon una iniciativa que ha convertido el Volksparkstadion en la casa, real, del Shakhtar.
A principios de temporada, cuando ya se sabía que la entidad de Donetsk iba a jugar la Champions, ambos clubes decidieron sacar a la venta entradas a 80 euros, aún sin saber los enfrentamientos. Para sorpresa de muchos, se vendió absolutamente todo. Los tres partidos ‘en casa’ del Shakhtar en Champions experimentarán un llenazo absoluto. 57.000 personas.
Juegan un papel importante la gran comunidad de ucranianos en Hamburgo: son más de 80.000 en la ciudad portuaria, dentro de más de un millón de refugiados que llegaron a Alemania procedentes de Ucrania. Otro factor a tener en cuenta es el amor al fútbol de la ciudad. Gran cantidad de alemanes, que también tienen a su equipo en segunda alemana y no experimentan éxitos desde hace años, asistirán al encuentro a contemplar un choque de la máxima competición europea.
Según varios medios alemanes, máxima expectación para el encuentro. ‘Prometen’ un gran ambiente para acompañar a un equipo herido, como el Shakhtar, ante todo un aspirante al título, que tiene casi hecha la clasificación, como es el FC Barcelona.
El ‘infierno’ del Shakhtar para llegar a Hamburgo
Los ucranianos tuvieron 11 horas de viaje para llegar a la cita europea ante el Barça. Primero, trayecto en autobús hasta Polonia, y desde ahí, avión hasta Hamburgo, cuyo aeropuerto se mantuvo cerrado el sábado debido a al incidente con un individuo que secuestró a su hija y se atrincheró en la pista de aterrizaje.
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