De Arbeloa a Julián López de Lerma, el ‘bellotero mecánico’

Siete partidos, siete victorias. Cinco en Liga, para comandar su grupo, y dos en la Youth League. Es el saldo del Juvenil A del Madrid. Es el saldo de Julián López de Lerma (38 años), el heredero de Arbeloa. El nuevo comandante del ‘niño bonito’ de La Fábrica. Un puesto anhelado, para el que no hubo dudas en Valdebebas. Con el ascenso de Arbeloa, llegó el suyo. Sus méritos, un año sensacional con el Juvenil B. Apenas una derrota (y 29 victorias y cuatro empates) para alzar la liga cómodamente. Amén de su currículum en el Espanyol, donde dejó mucho cariño a su paso. Pero el club blanquiazul transgredió su ADN, al prescindir de uno de los suyos en verano del 2024. El Madrid vio la oportunidad y le pescó. Y este año, le ascendió. De Arbeloa, el espartano, a Julián, el ‘bellotero mecánico’.

López de Lerma es un canterano perico muy querido. Fichó desde el Flecha Negra de su Badajoz natal a los 14 años y solo las lesiones (tres roturas de cruzado), le apartaron de la élite tras haber formado parte del Espanyol finalista de la UEFA en 2007. Centrocampista de buen pie, fue AS, por su origen pacense y esa capacidad asociativa y llegada al área, quien le ‘bautizó’ el 22 de julio de 2006. En un amistoso ante el Peralada, Julián debutó, brilló y marcó. Y ahí nació el ‘bellotero mecánico’.

Las rodillas le obligaron a colgar las botas muy pronto, a los 24 años. Tan pronto como se alistó de nuevo en el Espanyol. En 2011. Primero, en captación; después, en varios banquillos formativos; y, finalmente, como segundo del filial. Fue durante meses la mano derecha de Manolo González y después de su excompañero Javi Chica, hasta que en una decisión controvertida para el mundo perico tuvo que decir adiós a su casa.

Su método

Pero el Madrid, del que su padre es un gran aficionado, le abrió la puerta. Y su libreto táctico ha hecho el resto. Amante del equilibrio, sin un modelo cerrado, con mucha experiencia en materia formativa y un estudioso para entregar a sus talentos todas las herramientas posibles para que muerdan en campo rival, sus métodos han caído de pie en La Fábrica.

Ya lo hicieron el curso pasado, cuando su Juvenil B no solo ganó, sino que convenció y se blindó. Con solvencia en campo contrario y números históricos en goles en contra. Y con una gestión de vestuario que le hizo ganarse a una generación que ahora sigue moldeando en el Juvenil A.

Con la misma receta. Con una organización defensiva que ha hecho que solo hayan recibido cuatro tantos en esas siete victorias. Con libertad al talento de los Beto, Carlos Díez, Adri Pérez o un Enzo Alves al que ya va entregando alguna titularidad liguera. Y con mano izquierda a la hora de añadir los fichajes made in Youth League.

Contra la Giovane Signora

Porque esa es la gran obsesión de La Fábrica. El elefante en las habitaciones de Valdebebas. Una Youth que sólo ganó Raúl (2020) y que se le resistió a Arbeloa. Una Youth a la que aspira Julián. De momento, pleno, como en liga. Una remontada de ADN contra el Marsella (3-2), una apisonadora blanca en Almaty (1-4). Y ahora llega la Juventus al Di Stéfano. La ‘Giovane Signora’. En horas bajas, como la ‘Vecchia’. Cayó contra el Dortmund y también ante el Villarreal. Un partido de estado de euforia o estado de emergencia.

El colmillo lo pondrá Jaime Barroso, pichichi del Juvenil A y del Real Madrid C, uno de los fichajes. El desborde, la zurda de Yáñez y la diestra de Fortea. Tres de las joyas de una generación 2007 que, si López de Lerma puede alinearla en los cruces, dispara el favoritisimo hasta el cielo. Pero piano piano. Iván López, ex del Alavés, y Destiny, la gran esperanza bianconera de 16 años, pondrán las garras. La miniJuve es más lobo que cordero. Y Julián lo sabe. El equilibrio como antídoto.

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