Adeyemi hunde al Milan

A Jannik Sinner no le podía salir todo perfecto en estos días legendarios. El héroe de Italia en la Copa Davis acudió a San Siro recibido por los cánticos de la Curva Sud para ver a su Milan jugarse la vida contra el Borussia Dortmund. La noche no ha ido como soñaba: los de Terzic conquistaron merecidamente el Meazza (1-3) y sellaron el pase a octavos en el grupo más duro de esta Champions, complicando muchísimo el futuro en la competición de los milaneses.

Pioli fue traicionado por uno de sus hombres clave, Olivier Giroud. Tras apenas siete minutos, un Chukwueze más inspirado que nunca forzó un penalti con un remate que golpeó el brazo de Schlotterbeck. Kobel, sin embargo, neutralizó el lanzamiento del francés, que, a partir de entonces, jugó uno de sus peores partidos como rossonero. Tres minutos después, el Dortmund abrió la lata. Fue otra pena máxima, esta vez por una falta de Calabria sobre Bynoe-Gittens, que Marco Reus materializó con un disparo perfecto.

El Milan no merecía irse al descanso perdiendo al final de una primera parte muy igualada y el mejor de su once hizo justicia. En el 39′, Chukwueze se deshizo de Bynoe-Gittens en la banda derecha, penetró en el área y con la zurda ejecutó un disparo raso imparable para Kobel. Fue su primer gol desde que llegó a Italia, pero no sirvió para arreglar el desafortunado partido de los suyos. En el 52′, Thiaw se sumó a la larga lista de lesionados por molestias musculares. Sin Kalulu ni Kjaer, Pioli puso a Krunic y su equipo empezó a sufrir demasiado atrás. En el 59′, una bonita y rápida jugada del Dortmund valió el 1-2: Fullkrug y Sabitzer combinaron en el límite del área, Bynoe-Gittens anotó el tanto de la ventaja.

Después del gol, empezó el show de Adeyemi, que había saltado al campo minutos antes y fue imparable hasta el final. El alemán firmó la sentencia doblando en el 70′ las manos de Maignan, muy criticado en Italia tras los milagros contra la Fiorentina, y en el 88′ propició el posible 1-4 con una gran jugada personal que Fullkrug terminó con un disparo al larguero. El triste partido milanista acabó con un cabezazo al poste de Jovic, perfecto resumen de la falta de suerte suya y de todo el equipo. Mientras el Dortmund festejaba la clasificación, al Milan ahora le toca aferrarse a un milagro: debe ganar en Newcastle y esperar que el PSG pierda con los alemanes. Muy complicado.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.