“A Reyes le pedían fotos por la calle al nivel de Henry”

José Antonio Reyes no llegó a jugar un partido oficial en el Emirates. Deprimido por una ciudad y un clima al que nunca se adaptó, el utrerano se marchó al Real Madrid en el verano de 2006, justo cuando el Arsenal abandonaba el vetusto Highbury en busca del glamour y los millones de un estadio moderno, con mayor capacidad. Meses antes que Reyes había llegado a la Academia gunner un jovencísimo (16 años) Cesc Fàbregas. Y luego se incorporaría Manuel Almunia, un portero de manos y corazón gigantes al que Wenger reclutó desde el Celta. Un Arsenal muy Spanish, pero aquel chiquillo sevillano no se encontraba preparado para un cambio tan radical.

“Nos llevábamos a Londres hasta el Cola-Cao”, reconoce Francisco, padre de la malograda leyenda sevillista. La comida también era un problema. Hasta 7 kilos perdió Reyes durante su primer mes en el Arsenal, que había pagado al Sevilla 24 millones de euros por él, un récord de la época. Con una complexión ya de por sí bastante delgada, el utrerano se quedó en los huesos. Al futbolista le costó arrancar, también en minutos de juego, pero su regate eléctrico y vertical, aquel al que Zidane calificó como “si jugara sobre una moto invisible”, engatusó en pocos meses a la grada y los medios gunners.

Rob Smith, periodista de The Guardian, escribió esto en septiembre de 2004: “Cuando juega bien, el Arsenal tiene una fluidez extraordinaria y sin precedentes. Con el extraordinario José Antonio Reyes han adquirido a un futbolista capaz de jugar cada partido en una burbuja, un hombre que puede llevar a su equipo a otro nivel, porque no parece afectado por la presión asfixiante que afecta por a Thierry Henry”.

Así, al nivel de la que posiblemente sea la mayor estrella del Arsenal del siglo XXI, el francés Titi. En realidad, ningún aficionado del Arsenal se atrevería a decir que José Antonio fracasó en su equipo. “A Reyes los aficionados le pedían fotos al nivel de a Henry, y no estoy exagerando. Duró muy poco en el club, dos años y medio, pero su forma de jugar le convirtió también en un auténtico ídolo al que muchos aficionados hinchas recuerdan, recordamos, como uno de los futbolistas de más talento que han pasado por nuestro equipo”, afirma Marcel Howe, presidente de un club de fans del Arsenal en North London.

Reyes consiguió en liga 16 goles y 27 asistencias, generosa aportación para sus 69 partidos de Premier. Dejó más de una actuación memorable que aún permanece en los libros de récords, como sus cuatro asistencias en un 7-0 al Middlesbrough. Gracias a un tanto suyo, para salvar el empate en Portsmouth, aquel Arsenal campeón de la 03-04 en el que había comenzado a jugar pudo pasar a la historia como el de los ‘Invencibles’, por su condición de eso, invicto durante todo el torneo de la regularidad. “Sí, sin duda Reyes fue un invencible. Han pasado casi 20 años desde su fichaje y muchos nos preguntamos por qué no marcó una época en nuestro club. Nos dolió muchísimo su muerte”, añade Howe.

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