FC BARCELONA

Caye: “Messi es la persona que no he tratado que más feliz me ha hecho”

A punto de estrenar su multipremiada ‘La mesita del comedor’ en Madrid, Casas no olvida sus veinte años como caricaturista de prensa deportiva y su pasión desbordada por el FC Barcelona.

GORKA LEIZADiarioAS

“Esta película no debería existir”. Con esta sentencia tan contundente, pronunciada por un reconocido mandamás de la industria cinematográfica, dio sus primeros pasos la película de Caye Casas, ‘La mesita del comedor’. Como a perro flaco todo son pulgas, unos días antes, los responsables del Festival de Sitges descartaban el film por su contenido. “Fue como si a un culé le cerraran las puertas del Camp Nou”, recuerda Caye, fan acérrimo del cine de terror y asiduo desde los catorce años al prestigioso festival. Con estos dos golpes en el estómago, Caye metió su película en la maleta y la llevó a recorrer medio planeta como un trotamundo. Y esa peliculita que no debía existir empezó a ganar un festival tras otro, hasta alzarse con un total de 27 galardones, convirtiéndose en la película de género más premiada del 2023. Tras estrenarse en Barcelona la semana pasada -ha prorrogado siete días más en cartel por su extraordinario éxito- llega a Madrid el próximo 12 de diciembre, con una presentación con el director y todo el elenco de actores en los cines Ideal. Bueno, todo el elenco no, porque, desgraciadamente, el viernes se conoció el fallecimiento de Itziar Castro, una de las actrices fetiches de Caye. Esta presentación servirá también de homenaje y reconocimiento para Itziar. “Nos pasábamos horas y horas hablando del Barça”, recuerda un emocionado Caye, que no olvida su pasado como caricaturista durante veinte años en la prensa deportiva, “me llamó más de un jugador quejándose de que le hacía la cabeza muy gorda y que le colgaban el dibujo en su taquilla”.

¿Qué se siente al ser el director de la película más premiada en este 2023?

Poniendo un símil futbolístico es que como si el Terrassa FC ganara la Champions. Hemos ido a los mejores festivales de género del mundo, compitiendo con películas que multiplicaban por cien nuestro presupuesto y hemos ganado.

¿Cuántos premios suman ya?

Contando el último que ganamos esta misma semana a la mejor película en el Festival Buenos Aires Rojo Sangre de Argentina llevamos 27.

¿Cuéntenos un poco qué es ‘La mesita del comedor’?

Una película española, independiente, rodada en diez días en el piso de una amiga mía en Terrassa, sin subvenciones ni plataformas, con productores amigos que han puesto dinero, yo mismo he puesto dinero. Es una película que te hace sentir mal pasándolo bien. Quien ve ‘La mesita’ ya no la olvida nunca, siempre se acordará de esta película, toda su vida.

La respuesta de la crítica ha sido impresionante, ¿no?

Sí. Hemos recibido reseñas increíbles. Algunas parecían escritas por mi madre. Frases que tú sueñas que digan de tu película. Las empecé a guardar al principio, pero estoy sobrepasado.

¿Y el público sale tan traumatizado como esperaban?

En cada sesión se marcha una o dos personas mínimo porque no aguantan lo que están viendo, pero que nadie se espere fantasmas, monstruos y chorros de sangre. La gente sale en shock porque lo que se cuenta en mucho más fuerte. Muchos me han hecho saber que nunca habían vivido una experiencia similar en un cine, de lo mal que lo han pasado. Pero el público agradece vivir algo así, como se demuestra que hemos ganado el Premio del Público en muchos festivales.

Lo que está claro es que nadie es profeta en su tierra...

Pues sí. Hemos recorrido medio mundo con nuestra maleta y ‘la mesita’ ganando festival tras festival, pero regresas a España y te encuentras con la cruda realidad.

¿Cuál?

Pues que no encuentras ninguna distribuidora para exhibirla en los cines de forma general, ni una plataforma que apueste por la película. Ante esta situación decidimos autodistribuirla nosotros, con la recompensa de que llenamos el cine en todas y cada una de las sesiones. Lo estamos consiguiendo sin promoción, gracias a los amigos y las redes sociales.

Mejor ni pensar en lo que pasó en el Festival de Sitges, ¿no?

Yo escribí la película para presentarla en Sitges porque yo voy desde los catorce años a Sitges, pero me llevé un bofetón en toda regla porque no la quisieron. Para mí Sitges es como para un culé jugar en el Camp Nou. Además venía de ganar el Premio al Público aquí con mi anterior película ‘Matar a Dios’. Pero no pudo ser, nos trastocaron mucho los planes. La herida fue profunda y decidimos irnos fuera, a festivales que no nos conocían y a partir de aquí empezamos a arrasar. Era un partido que empezamos perdiendo 5-0 y remontamos. A partir de ganar el festival de terror de Bruselas me di cuenta de verdad que teníamos una bomba entre las manos.

Afortunadamente en España hay otros festivales, ¿no?

Sí. Estoy muy agradecido a San Sebastián, donde estrenamos a nivel nacional, y Terrormolins, en Catalunya. A partir de ahí hemos recorrido varios festivales nacionales, llevándonos más premios y reconocimientos. El cariño que nos faltó en Sitges, lo hemos recibido multiplicado por mil en el resto de festivales.

Supongo que habrá gente que querrá saber más cosas de qué va ‘La mesita del comedor’...cuéntenos algo más sin hacernos ‘spoilers’

Es una película que te hace sentir emociones muy fuertes, sensaciones contradictorias porque hay momentos que te ríes, pero te sientes mal por reír. La historia relata una ‘megatragedia’. Se pasa muy mal, pero a la vez lo estás pasando bien. Yo sabía que iba a funcionar dentro de la gente que le gusta el género de terror, pero mi sorpresa es que también está calando en gente que no le gusta este tipo de cine.

¿A qué cree que se debe?

A que la gente está cansada de consumir el mismo tipo de cine de consumo, que se agota nada más de verlo. Has pasado dos horas en una sala de cine, pero te vas igual de vacío que cuando has entrado. Son productos prefabricados, copias de copias que has visto mil veces y que no te sorprende ya nada. Y de repente llega una película que te golpea en el estómago y te despierta de la monotonía, que te hace sentir cosas.

Habrá que decirle a la gente que no se espere ni monstruos ni fantasmas ni nada de nada...

Yo siempre digo que en ‘La mesita’ no pasas miedo, es peor que el miedo, porque lo que pasa en la película nos puede pasar a cualquiera de nosotros. La gente se siente más identificada porque sabe que es algo real. Estamos ante un destino cruel que te puede llevar al infierno, pero no el de demonios ni calderas ardiendo, sino cuando el destino te mete una buena hostia y ya no te levantas.

¿Qué influencias cinematográficas le han llevado a perpetrar semejante crueldad?

Muchísimas, pero me gusta cuando me comparan con Todd Solondz, supongo que por la perversidad y los diálogos a veces llevados hasta lo absurdo con personajes surrealistas, y con Michael Haneke, por la exposición de la crueldad sin censuras.

¿Cómo fue la experiencia de rodar en diez días?

Traumática. te quita años de vida. Además estaba enfermo. Al principio pensábamos que era COVID, pero el test dio negativo todos los días. Para colmo, el piso de arriba donde rodábamos se inundó y empezaron a caer goteras por toda la casa...

¿Siente impotencia o rabia cuando ve la reacción de la industria a su película?

Le diré una cosa que aún no había dicho a nadie. Uno de los capos de una distribuidora potente de este país nos dijo, literalmente, cuando vio la película: “No debería existir”. Eso me lo dijeron después del no de Sitges y antes de empezar el recorrido por los festivales. Pero por suerte existe y ahora tenemos 27 premios en el bolsillo. Entre pitos y flautas llevo 300 premios entre cortos y largos, no sé si mucha gente puede decir eso, pero aún nunca he recibido una subvención, ni un apoyo institucional.

El viernes recibimos el mazazo de la muerte de Itziar Castro, una de sus actrices fetiche y que sale también en la película

Sí. Yo la conocí cuando aún no era famosa. Siempre me agradeció que le diera el primer papel donde en el guion no ponía gorda en ningún su sitio. Era un papel para una mujer de 40 años en el que su físico no era determinante. De hecho, cuando le envié el guion no sabía cuál era su papel, porque no veía que el personaje fuera obeso. Fue en ‘Matar a Dios’. A partir de aquí ya forjamos una gran amistad. Tenía una noción de la amistad hasta las últimas consecuencias, sabías que ella siempre iba a estar ahí. Además compartíamos pasión por el Barça por ella era muy culé. Era íntima de la familia de Quini. Ha sido un golpe muy duro para la gente de ‘La mesita’. El 12 le haremos un homenaje en Madrid antes de la presentación.

Ahora que ha salido el Barça a colación, aunque sea por este trágico momento...es su otra pasión, ¿no?

Sí, aunque la verdad es que ahora no estamos para tirar cohetes. Venimos de una situación lamentable y ya veremos si al final alguien paga los platos rotos. Bartomeu no sólo me parece el peor presidente de la historia del Barça, sino un pésimo gestor. Se están cargando al mejor club del mundo. Suerte de la cantera y de Xavi.

¿Ha ido a Montjuïc a ver al equipo?

No.

¿Le da pereza?

Más que pereza es que no tengo tiempo. Estoy muy liado con la promoción de la película. Llevo quince países recorridos este año. Pero sí que quiero ir porque me gusta ver el Barça en directo.

¿Pro Messi?

Al cien por cien. Messi es el tipo que no conozco personalmente que más feliz me ha hecho. Para mí es lo más parecido a Dios en la tierra. Me siento argentino cuando juega Argentina. Me hace reír cuando lo comparan con Cristiano. Es muy superior al segundo, que ahora mismo no sabría decirle quién es.

Usted en su carrera como caricaturista ha hecho muchas a Messi, ¿algún jugador se le ha quejado por la forma en el que le dibujaba, o al revés, le ha pedido la caricatura?

Me ha pasado de todo. Son casi veinte años, así que imagínate. A Xavi le hice la caricatura del 50 aniversario de la boda de sus padres. Otro, no diré el nombre, me llamó quejándose porque le sacaba la cabeza muy grande y que se reían de él en el vestuario y que hasta habían colgado la caricatura en su taquilla. Hasta algún jugador del Real Madrid se quejó porque lo dibujé como un dragón con Saviola como Sant Jordi al lado y creía que era una lagartija.

¿Y lo más surrealista?

Cuando intentaron secuestrar a Iván de la Peña, llamaron al diario porque un periodista había visto al supuesto secuestrador para que hiciera el retrato robot. Lo hice y ese retrato robot acabó circulando por todos los telediarios y la prensa. Y lo más fuerte es que al final se parecía muchísimo al personaje. Fue un éxito bestial.

A usted la remontada del 6-1 ante el PSG le trae malos recuerdos, ¿verdad?

Pues sí. Al día siguiente me despidieron del Sport tras veinte años haciendo una caricatura diaria. Mi última caricatura fue Neymar y Sergi Roberto. Mi último partido dibujado. Es imposible olvidarlo, no sólo por eso, sino por la manera que me echaron. Afortunadamente para el diario ya no están los responsables. Personas con cero empatía a sus empleados. No fui yo solo el que lo sufrió. Fue increíble lo mal que nos trataron a todos. Nunca llegué a entender como un diario tan mítico era dirigido por gente tan mediocre.

¿Le ponía especial mala leche en sus caricaturas a los jugadores del Madrid?

Claro. Como buen culé, soy antimadridista. Me encantaba ‘picar’ al público merengue, era una de mis pasiones. Pero sé de muy buena tinta que les ponía algunos de mis dibujos, sobre todo en la época de Mourinho, que fue una auténtica guerra civil. No daba a basto.

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