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Campuzano: “A veces es más entretenido ver algún partido de esta Segunda que de Primera”

El delantero rojiblanco, que marca un gol cada 51 minutos y se confiesa sentirse muy cómodo en Gijón, habla de su trayectoria y de su futuro.

PACO PAREDESDiarioAS

Víctor Campuzano (Barcelona, 31-07-1997) afronta su cuarta temporada completa en el Sporting. Las lesiones, su particular calvario, le están respetando y ello le ha permitido encaramarse en lo más alto de la tabla de goleadores del equipo. Es el máximo realizador junto a Jonathan Dubasin, con cinco tantos los dos, pero con una circunstancia singular: él solo ha jugado 204 minutos, repartidos en 12 partidos de los que solo ha sido titular en uno; mientras que su compañero, cedido por el Basilea, ha sido titular en 13 de las 14 jornadas, es decir, lo ha jugado casi todo. Campu ha marcado un gol cada 51 minutos; Duba lo ha conseguido cada 221 minutos. Sus cifras son de récord y su aportación al equipo, mayúscula en el poco tiempo sobre el terreno de juego.

--¿En qué momento de su carrera profesional se encuentra?

--Estoy muy bien, muy cómodo. Gijón es una ciudad espectacular, el club es enorme y también el grupo que tenemos es muy bueno, muy sano, y eso me hace estar muy cómodo.

--Lleva poco más 200 minutos jugados y ha marcado cuatro goles y está ahora mismo al nivel de rentabilidad goleadora, por ejemplo, de Dani Olmo en el Barça. ¿Cómo lo lleva?

--Creo que en esos números también está Stuani. Es espectacular. Creo que tener esos registros es gratificante porque al final se reconoce el trabajo. Arriba, lo que más se paga es el gol y, si no metes goles, no se valora a un delantero. Hay muchas más cosas aparte de eso, pero anima mucho a seguir así con los pocos minutos que tengo. Te sientes importante.

--¿Cómo se siente al ver que, pese a los goles, siguen siendo pocos los minutos que juega?

--Obviamente, estoy cabreado, muy enfadado, frustrado, jodido. Todo eso. Y... Pero ¿qué puedo hacer yo? Al final lo que puedo hacer es seguir rindiendo así. Si me dan cinco minutos, pues cinco minutos. Si salgo de titular, pues como tal, voy a hacerlo igual. Debo intentar abstenerme de todo esto porque, si no, te puedes comer la cabeza mucho. Pero, como te digo, estoy muy frustrado y cabreado porque quiero jugar mucho más. No me conformo con esto, pero es cosa del míster. Yo doy lo que tengo y, si no me da más, pues es cosa suya.

--¿Puede tener algo que ver su historial de lesiones y el miedo a que se rompa de nuevo?

--No, realmente no. Al final, estos años atrás también he partido con desventaja respecto a los compañeros porque el club empezaba diciendo que no contaba conmigo. Al final siempre me he quedado, pero he partido de atrás. He tenido que darlo todo, incluso en los entrenamientos, para tener alguna oportunidad de vez en cuando. Y estar al límite siempre me ha hecho tener esos problemas de lesiones. Creo que he entendido ya que lo que me toca es estar bien para cuando me toque rendir que es estar preparado para el domingo. En este sentido, el cuerpo técnico lo hace muy bien cómo regula mi carga de trabajo y la de otros jugadores. Todo ese trabajo es durante la semana porque, cuando llegas al partido, te tiran a los leones y tienes que darlo todo. Entonces, si hay que regular algo, es durante la semana y eso es lo que se hace más o menos. Este... Como digo, este staff técnico lo lleva muy bien, el tema de regular cargas, si más o menos, si estás tocado o no. Aquí se hace bien.

--La pretemporada de hace un año la pasó usted en blanco, sin jugar un solo minuto. ¿Cómo vivió aquel momento?

--Fue el peor que recuerdo en mi carrera, pero lo llevé demasiado bien para las circunstancias, la verdad. Me lo decía mi gente, mi agente, mi familia. Estaban todos más preocupados que yo, aunque yo sí que es verdad que no me esperaba algunas cosas o que en México me dijeran que no contaban conmigo. Hasta la jornada seis o siete no entré convocado. Fue muy duro porque llegas desde dos escalones por debajo del resto de compañeros y toca remontar. Y más que eso es el hecho de que dices: pues no confían en mí y no me dan nada y tengo que ganármelo todo. Y pues todo lo que pasó allí, más cosas, historias, pues fue lo peor, sí.

“La gente se siente identificada conmigo porque el seguidor de este club ha sufrido mucho”

Víctor Campuzano, delantero del Sporting

--Es usted un ejemplo de superación contra las adversidades. ¿Es eso lo que le hace hoy uno de los futbolistas más queridos en la plantilla o también por el gol al Oviedo?

--Hay gente que se puede identificar con lo mío. El gol contra el Oviedo habrá contribuido, claro. Pero lo del año pasado, también. De todas formas, en este último año he sentido y siento el amor y el cariño de la afición de una manera exagerada. Es verdad que años atrás, también con el COVID por medio, todo fue diferente. El público era más frío conmigo, por las lesiones quizá. En cambio, este año ha sido espectacular. Creo que la gente se siente identificada conmigo porque al final el seguidor de este club también ha sufrido mucho, venía de estar en Primera muchos años, de jugar a Europa, de ser un referente en España, y lleva muchos años en Segunda. A pesar de todo ello y lo mal que lo han pasado, ves el campo siempre lleno, ves a la gente por las calles con los críos, con el chándal del Sporting. Lo que se ve con el Sporting es algo que solo se da en cuatro o cinco ciudades en España, y Gijón es una de ellas.

--Hay demasiadas lesiones graves en los últimos tiempos, sobre todo en los equipos grandes. ¿Les preocupa a los futbolistas? ¿A qué cree que se deben?

--Sí, sí preocupa mucho ver a un compañero lesionado así. Yo pregunto y me dicen que pueden ser los campos, la fatiga porque hay muchos partidos, un calendario muy cargado. No es lo mismo pegarte una carrera en el minuto 10 que en el 90 que estás asfixiado, fatigado; la pierna quizá ya no responde igual. Tal vez sea por ahí el tema. En los grandes, hay gente jugando competiciones nacionales e internacionales y al final el cuerpo no aguanta tanto. En Segunda también la liga es muy larga, es muy exigente; si le sumas la Copa, te estás plantando en 45 partidos al año o así… Y a eso hay que añadir los viajes. Todo cuenta. Creo que no será una cosa sola. Y luego ya lo que depende de cada uno, que es lo típico, el sueño, el descanso, la cabeza... Pero no creo que sea algo en concreto. Yo creo que es la suma de estas pequeñas cositas que hacen que un día el vaso se colme.

--Decía Rubén Albés que la actual Segunda División es espectacular y más divertida que nunca. ¿Lo comparte?

--Habrá que verlo al final de temporada. Pero sí que es verdad que por nombre e historia de los clubes que hay, este año es muy interesante. A veces lo hablo con gente que es más entretenido ver algún partido de Segunda, entre históricos, que alguno de Primera. Y es así, cuando encuentras equipos que asocias toda la vida a Primera, como el Depor, el Sporting, el Zaragoza, el Racing… Es verdad que el año pasado, hasta las últimas cuatro o cinco jornadas, estuvimos diez equipos o así pudiendo entrar en playoff. Al final, eso también te indica un poco el nivel de competencia que hay. Lo que sí que es verdad que este año, por nombre y por historia, la Segunda es espectacular.

Víctor Campuzano celebra un gol con el Real Madrid-Castilla.

--En su etapa en el Real Madrid-Castilla coincidió con Yáñez y Gelabert.

-- Yáñez ya estaba en el primer equipo y entrené con él cuando subí alguna vez a entrenar con ellos, con Zidane como entrenador. Con Gelabert, también, pero César venía de abajo, era juvenil. Cuando yo estaba allí fue cuando se rompió el cruzado.

--Ha pasado por la cantera del Madrid. Las lesiones obligan en el club blanco a mirar hacia el filial. ¿Qué le pasa al Madrid respecto al Barça en cuestión de cantera?

--Es un poco filosofía de club. Al final, el Barça toda la vida ha ido sacando chavales y creo que es algo que tiene como normalizado sin ningún tipo de miedo. En Madrid, en cambio, sí que han subido algunos a lo largo de la historia, pero como dice su sobrenombre en la cantera, es una ‘fábrica” por la que miles jugadores vienen y van. En mis dos años en el Castilla me di cuenta de eso porque de un año para otro nos quedamos solo cinco o seis jugadores. Allí pasan los jugadores y se mira menos la cantera. El Madrid al final intenta fichar a los mejores jugadores del mundo, mientras que el Barça ha tenido la suerte estos últimos años, por ejemplo, con Messi, que salió de abajo. Pero en el Madrid siempre ha tenido la filosofía de fichar a los cracks y, claro, subir al nivel de los que hay es complicado viniendo de abajo.

--¿Asumía esto de que era muy difícil llegar al primer equipo cuando estabas allí, que el paso por el filial es algo efímero?

--Me quedo con la experiencia que viví. Coincidí con Solari y tampoco tuve muchas oportunidades. Cuando subía al primer equipo, que estuve un par o tres semanas en dinámica de ellos, era súper bonito ir allí, ver a los mejores del mundo, recibir sus consejos, su ayuda, ver el lado humano también de ellos. Disfrutar de esa experiencia fue espectacular. Y ahí me di cuenta de que, sí trabajo y con mucha disciplina, puedo conseguir llegar a ser algo.

--Después llegó la vuelta a Barcelona, al filial del Espanyol, donde tiene su mejor racha goleadora, con 15 goles.

--Justo ese año nos quedamos en el último partido fuera del playoff para subir. Volver a casa me hizo sentirme muy cómodo. Ese fue el año del grupo que mejor me encontré porque nos conocíamos casi todos, había un muy buen ambiente, las cosas iban bien y fue muy bonito. Todo me ayudó también a dar el pasito para arriba.

Campuzano, en su etapa en el Espanyol.GORKA LEIZADIARIO AS

--¿Cómo ve al Espanyol ahora mismo? Se habla de un interés de Braithwaite por comprarlo.

-- Sí. Es una locura. Es lo nunca visto. Sería espectacular, la verdad, porque creo que es un tío que ha llegado, que ha visto lo que es el club, tiene sentimiento Perico, lo ha vivido y le ha encantado. Y creo que eso, alguien que quiera, de verdad, apostar por eso, ojalá lo cumpla. Creo que se siente identificado con esos valores y que daría lo máximo por llevar al club arriba. Es algo muy bueno que gente que, de verdad, crea y sienta ese sentimiento sean los propietarios de los clubes.

--¿Ve al Espanyol con capacidad suficiente para mantenerse en Primera?

--Sinceramente, lo veo complicado. La Primera División es muy complicada. Es un equipo que acaba de subir, aunque algo que me encanta de ellos y creo que les va a dar para salvarse es el grupo que tienen y el trabajo que realizan. La intensidad que le meten en partidos, cuando los equipos te superan en calidad en Primera, el trabajo que hacen y el compromiso que tienen es algo que les puede dar para salvarse.

--El Espanyol siempre ha tenido muy buena cantera y puede ser comparable al Sporting. ¿Encontró muchas diferencias de uno a otro cuando llegó a Mareo?

--Bueno, aquí en Mareo también coincidí con que, después del COVID, subieron varios jugadores al primer equipo. Lo diferente de allí es que la cantera del Espanyol compite a mayor nivel, creo yo. Para empezar, tienes al Barça enfrente, juegas torneos muy importantes, la Copa del Rey. En ese sentido, ves que está un poco por encima. Pero es normal porque, al final, solo en Catalunya ya hay seis o siete millones de personas más que aquí. Obviamente, el nivel tiene que ser más alto. Mareo tiene muy buena cantera, también es verdad, pero yo también te digo que la cantera del Espanyol puede estar en el top 5 o top 4 de España. Quitando los dos o tres grandes, que tienen más recursos, estamos hablando de que las canteras del Villarreal y del Espanyol son top.

Campu posa delante del edificio de Mareo, recién reformado.PACO PAREDESDiarioAS

--En su trayectoria ha habido ya unos cuantos entrenadores. ¿Quién le ha marcado más?

--Diría que Gallego. David Gallego, la verdad que sí. Él era el entrenador en aquel año espectacular en el filial. Además de los resultados fue la forma de jugar, que llegamos a un punto que el equipo ya nos conocíamos mucho y el equipo jugaba solo. Fue un gustazo jugar en ese equipo. David Gallego es quien más me ha marcado, porque también di el paso con él al primer equipo, a Primera, a jugar en Europa también con el Espanyol.

--¿Cómo ve su futuro ahora mismo? Esta temporada cumple su contrato.

--Pues ahora mismo no veo nada. No me planteo nada porque al final acabo el contrato este año. Si el club quiere que siga, ya me lo hará saber. Pero no me han dicho nada aún. Al final, haciendo estos números de momento, vas despertando interés de otra gente.

--Por lo que dice, ¿ya Le ha llegado algún interés de otros equipos?

--Sí, hay intereses. Ahora bien, aa mis representantes siempre digo que de momento no quiero saber nada, que a ellos les comenten y, si va un poco más allá, ya lo sabré. Sí que hay algo de interés, pero es muy pronto porque hasta enero tampoco puedes negociar con nadie. Ahora mismo estoy centrado en seguir intentando bajar la media.

--¿Bajar la media?

--Claro, claro. Ojalá la pudiera mantener, pero ello significará que estoy jugando mucho más. Estoy centrado en eso, sobre todo.

--¿Cómo ve al Sporting respecto al año pasado?

--Hay que aprovechar que estamos en buena dinámica, porque luego te llegan las malas. Y la clave en Segunda creo que es intentar salir lo más rápido de las malas rachas. Con tantos partidos, al final, siempre tienes alguna mala racha y, cuanto antes salgas de ella, enseguida te vuelves a enganchar arriba. Al final de temporada veremos cómo ha salido esta temporada. El año pasado sí que empezamos muy bien, como ahora, luego se produjeron varias lesiones, cinco o seis, que nos perjudicaron. Si nos mantenemos más o menos todos sanos y la competencia ahí todo sigue igual, creo que podemos seguir arriba durante todo el año.

“El VAR me parece muy útil, pero el problema es que el reglamento no es claro y está sujeto a interpretaciones cuando no debería ser así”

Víctor Campuzano, delantero del Sporting

--Es obligado hablar del VAR, rodeado de tanta polémica. Usted lo ha padecido. En Eibar no le señalaron un penalti, que ni mereció revisión y acabó lesionado en la jugada. ¿Qué le parece cómo llevan el VAR los árbitros?

--El VAR, desde que empezó, me ha anulado tres goles. El caso más reciente fue en Eibar con esa jugada que me provocó un esguince leve de tobilo. Por suerte, solo fue eso, pero pensé que me había hecho peor, la verdad, porque no me enganchó la rodilla. A ver, a mí, sinceramente, el VAR me parece algo muy útil y necesario. El problema que hay es cómo se utiliza, quién lo utiliza y de qué manera se utiliza. Yo lo tengo claro. Tienes herramientas que te marcan un fuera de juego, que te dicen si hay gol o no, y ahí no entran opiniones, ni interpretaciones. Hay que apoyarse en eso.

--Entonces, ¿dónde cree que viene el problema para tanta polémica?

--En la toma de decisiones. También es verdad que los árbitros muchas veces se equivocan, como nos equivocamos nosotros. Están muy sujetos a interpretaciones, según el reglamento. Creo que, sinceramente, si fuera un reglamento más claro que no tuvieran que interpretar, sería todo mucho más fácil. Al final tú puedes verlo de una manera, yo puedo verlo de otra, y el árbitro puede pitar otra cosa, incluso.

--¿Cuál sería la solución?

--Para mí sería que no se diera tanto a la interpretación. O sea, yo, por ejemplo, en el caso de las manos yo las pitaría a todas. Alguna podría resultar injusta, pero sería para todos igual. Me gustaría que los árbitros no pudieran decidir que es involuntaria, o la tiene pegada, o ha tocado el suelo. Si el balón te da en la mano, se pita. Es un ejemplo para no dar lugar a la interpretación. Luego, creo que se podía aprender de lo que hacen en la NBA, por ejemplo. Cada equipo tendrían uno o varios challenge y pedirlos para que se revisen acciones. Creo que está bien. En jugadas decisivas, en los minutos finales, en la NBA se revisan todas. No estaría mal hacerlo igual. O sea, en un gol se revisa, en una expulsión clara.

--¿Tienen los árbitros más poder de decisión ahora mismo sobre un partido con VAR?

--Hombre, creo que siempre han tenido. Es cierto que hay una dependencia en el árbitro de lo que vea un compañero en una sala y su interpretación. Tiene más poder casi el del VAR, que el árbitro en el campo. El árbitro está un poco sujeto a lo que le digan desde la sala.

--En Champions, en competiciones internacionales, no se utiliza tanto el VAR como en España.

--El arbitraje fuera de España es diferente. La Premier no tiene nada que ver con España. Aquí hay muchos jugadores que solo saben jugar con el reglamento y se tiran o saben cómo caer y enseguida te pitan. Creo que el carácter de los árbitros de aquí es diferente y por eso se utiliza mucho más.

--Lleva el número 11 a la espalda. Es un dorsal con historia del Sporting porque es la referencia de una leyenda. ¿Sabe quién?

-- Sí. Ferrero. Enzo Ferrero. Sí, sí. Se da la circunstancia que le van a poner su nombre precisamente a la puerta 11.

--Usted no conoció a Ferrero como futbolista, porque no había nacido. ¿Cuándo llegó a Gijón se interesó por la historia y los jugadores legendarios de este club?

--He visto muy poco, la verdad. Con él sí que he hablado por eso, por el tema del número. Como él también está en redes sociales, hemos hablado alguna vez. Al final, también creo que conocer a leyendas como Joaquín o Ferrero, a esta gente, siempre es importante. Me hubiese gustado mucho haber conocido a Quini. Me encanta conocer a gente que lo ha vivido todo aquí desde dentro, sobre todo los momentos buenos. Eran otros tiempos, pero saben del club de dónde viene... Creo que es algo que no cuesta nada interesarse por conocerlo.

--Ferrero era extremo, aunque goleador también, pero no tiene nada que ver con su demarcación. ¿Dónde se desenvuelve mejor, como segundo delantero o como referencia de ataque, como punta?

--Bueno, en las dos, las dos me gustan. Sí que es verdad que cuando tienes otro tío al lado, tengo la suerte de que soy polivalente, entonces me puedo adaptar bastante a tener uno al lado o jugar solo.

“El Molinón es quizá el único estadio que haya visitado sin haber partido; fue hace años y me hice una foto con la estatua de Preciado”.

Víctor Campuzano, delantero del Sporting

--La afición seguro que le valora también su interés por la historia del club, por sus leyendas.

--En este sentido tengo una anécdota. Nunca he sido una persona de ir a visitar los campos cuando estoy en una ciudad, porque no me llaman cuando hay vacaciones. Sin embargo, cuando estaba en Madrid y vine a Gijón con Fidalgo (compañero asturiano en el Castilla que ahora está en el Club América de México), le dije que iba a ver El Molinón, que me apetecía mucho. Y me fui a verlo y me saqué incluso una foto con la estatua de Preciado. Quizá sea el único estadio que haya visitado no siendo por un partido. A lo mejor he ido a otro campo, pero no recuerdo. Incluso mi simpatía hacia este club viene cuando hace años, en el 2012 o así, yo jugaba a la Play en el ordenador, que ahora ya no existe. Y no sé por qué me cogía siempre al Sporting para jugar con él. De ahí conozco un poco también a jugadores como Lora, Diego Castro, De las Cuevas, Cuéllar. Al final, no sé por qué, me daba por ahí. El equipo estaba en Primera. Fue el año que ganaron en el Bernabéu. Así me enganché, no sé, me gustaba el escudo, me gustaba un poco todo en general. Esto me ha pasado con un par de equipos nada más.

--Veo que su deseo entonces es seguir en el Sporting.

--Sí, aquí estoy muy cómodo. Además, en Gijón se vive espectacular y la gente ahora, el trato con la calle, cualquier cosa es espectacular. Vamos, me siento como en casa.

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