Levante | Pablo Sánchez

Calero, en el alambre: “Estamos analizando la situación”

La directiva del club valenciano valora el futuro del entrenador del Levante tras la última derrota. Reunión de dos horas.

Actualizado a

El futuro de Julián Calero es una incógnita, porque el Levante se ha metido en el pozo de la clasificación y los síntomas que transmite cada vez son peores. El entrenador queda ahora a expensas de lo que considere el consejero delegado y máximo accionista José Danvila, que en su etapa al frente de la gestión del Levante ya prescindió de Calleja y Miñambres y que ve como el equipo se solidifica en la zona baja y el proyecto se tambalea a las puertas de diciembre.

Estamos analizando la situación, que es complicada. Era un partido para cambiar la dinámica y no ha podido ser. No hay una decisión tomada. Veremos qué hacemos. Estamos analizando todo y tomaremos una decisión. El sentir es de tristeza. Esto es fútbol y estamos fastidiados por la derrota ante un buen Athletic. No hemos hablado con Calero, nos hemos saludado después y ahora mismo estamos analizando la situación. Mañana hablaremos y le seguiremos dando vueltas a la situación. No puedo decir más, ni quiero hablar de destitución ni de continuidad. Estamos hablando. Lo raro sería no reunirnos y no estar preocupados, porque los dirigentes somos los máximos responsables y tenemos que analizar”, Pablo Sánchez, presidente del club, tras estar reunida toda la cúpula hasta dos horas después del partido en el estadio. En ella estaba el presidente, Danvila, Héctor Rodas y José Gila en representación de la parcela deportiva y el directivo Braulio Pastor.

El Levante se entrena este domingo a primera hora en Buñol, sin la presencia asegurada de Calero. A las oficinas del club ya han llegado ofrecimientos, mientras la directiva toma una decisión en una noche que promete ser larga. La preocupación es máxima.

“Espero que no me fusilen”, dijo Calero en sala de prensa. “He visto al presidente (Pablo Sánchez), aunque a él todavía no”, dijo cuando le preguntaron si había visto a José Danvila tras el partido. “Ellos toman sus decisiones y yo ahí poco puedo hacer, mi misión es levantarme, rehacerme, siempre lo he hecho”, apuntó tras el partido el entrenador. “No me gusta el ambiente triste que noto, pero lo puedo entender”, enfatizó antes de decir: “Me siento muy responsable, pero tenemos que seguir. El puntaje es triste, muy malo, porque te lleva a Segunda, pero todavía se puede revertir”.

Las cámaras enfocaron al banquillo del Levante tras el segundo gol de Nico y la cara de Julián Calero decía mucho. Se le veía abatido, con la mirada perdida, tratando de encontrar unas respuestas que no encontraba y seguramente no tenía, porque el partido lo preparó con mil hándicaps. La división de opiniones cuando su nombre sonó por megafonía en los prolegómenos fue un anticipo de la pitada que se llevó el equipo cuando se marcharon a vestuarios en el descanso.

La alineación fue arriesgada, poco habitual. Pero tenía mil condicionantes. Seguramente no le eximen de responsabilidad en la derrota, aunque quizás sí se vayan a tener en cuenta en la decisión de la cúpula sobre su futuro. Vencedor sin poder jugar por cláusula del miedo, Arriaga pasó la noche del viernes en el hospital, Matturro llevaba tiempo sin competir, Elgezabal se rompió en la primera mitad, Iván Romero estaba entre algodones...

Los tres cambios de golpe que realizó Calero antes de que comenzara la segunda mitad fueron un claro síntoma de que el plan inicial había sido erróneo, cuanto menos fallido, y los goles y superioridad del Athletic, una consecuencia. Pero ni tan siquiera Calero pudo hacer los cambios que hubiese querido hacer, porque Arriaga y Elgezabal fueron ellos los que le pidieron el cambio. Cabello, Brugué e Iván Romero, tres titulares las más de las veces, fueron el flotador que lanzó Calero a su equipo para tratar de salvarle del naufragio y también para tratar de hacerlo a sí mismo.

En tierras movedizas desde Mestalla

La mejoría en la segunda mitad, en la que Unai Simón les privó de acercarse en el marcador, no evitó que el Levante esté anclado en el descenso. Los granotas no ganan un partido desde el 4 de octubre en el Carlos Tartiere de Oviedo (el otro que llevan también fue a domicilio en Girona) y sumó su cuarta derrota consecutiva. Orriols todavía no ha visto ganar a los suyos en su regreso a Primera, la paciencia del público empieza a gotarse y ya se sabe que el fútbol no tiene memoria.

Noticias relacionadas

Calero fue el principal señalado tras la derrota contra el Valencia en el derbi de Mestalla y la crítica de la grada también se centró en su figura conforme pasaban los minutos contra el Athletic. En apenas una semanas se pasó de hablar de su renovación a estar cuestionado. AS informaba el pasado lunes que su crédito no era ilimitado y que empezaba a moverse en tierras movedizas. Y el Athletic le empujó más hacia ellas. Iván Romero fue sincero y nada contundente en una defensa al técnico: “¿Cambio de entrenador? Eso no nos va a nosotros, lo que decida el club”. Lo que decida Danvila.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Fútbol

Lo más visto

Más noticias