Borja Jiménez golea ante su propio espejo en Segunda División

Borja Jiménez, entrenador del Leganés, aterrizó en Butarque con el asterisco de su inexperiencia en Segunda generando dudas tras su fichaje. Se hizo con el banquillo pepinero después de haber superado sólo 18 jornadas en esta categoría. Sucedió con el Cartagena en la 20-21, cuando fue destituido pese a no estar en puestos de descenso en el momento del adiós. Ahora, con los pepineros, el técnico abulense ha superado aquella barrera para mejorar, con muchos los guarismos que acumuló en Cartagena y dejar claro que la inexperiencia no era, ni mucho menos, mácula para su trabajo.

En aquella primera toma de contacto con la Segunda, Borja Jiménez sumó 19 puntos en las primeras 18 jornadas del campeonato. Su equipo iba 16º a dos puntos del descenso con cinco victorias, cuatro empates y nueve derrotas. Esto es, mismo números de partidos perdidos y sin perder. Su balance goleador: 21 tantos a favor y 25 en contra. Su media de puntos, 1,055 por encuentro.

Ahora, con el Leganés, suma en 19 jornadas (una más de las que dirigió al Cartagena) 37 puntos, esto es, una media de 1,947 puntos por jornada. Son 0,892 puntos más por partido. El balance, además, es abrumadoramente mejor: sólo cuatro derrotas, once victorias y cuatro empates, con 29 goles a favor y once en contra. Currículum intachable con un extra: el Lega es, además, el mejor visitante de la categoría.

La presión del Depor y un nuevo reto

“Borja tiene muchísima experiencia en Segunda B y, seguramente, haber dirigido al Deportivo de la Coruña, que es un club histórico de España, en Primera RFEF, con la presión que ello conlleva, es un balance que curte y que muy pocos en este club hemos experimentado”, cuenta una voz experimentada dentro del Leganés para poner en valor que, pese a esas dudas que podía haber por su inexperiencia en el fútbol profesional, el bagaje real de Borja Jiménez era mucho más amplio de lo que daba a entender su currículo.

Ahora, con los pepineros al borde del título honorífico del campeonato de invierno (con cuatro puntos de los próximos seis acabaría la primera vuelta como líder) el abulense sí que afronta un escenario nuevo en su carrera. El panorama de ser candidato al ascenso a Primera División sin tener la obligación previa de serlo (la salvación sigue siendo la prioridad pepinera) genera un reto que el técnico insiste en gestionar con prudencia por un lado, pero ambición por otro.

Todo para dibujar un inicio de campeonato de matrícula de honor pese a que los blanquiazules acumulan cinco jornadas consecutivas sin ganar. Y pese a ello, el liderazgo sigue siendo blanquiazul tras ocho jornadas consecutivas, que serán nueve si, en Gijón, este sábado (18:30) los pepineros empatan al menos frente al Sporting.

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