Bellingham cambia el plan

El pleno de cinco triunfos (cuatro en Liga y la remontada al Marsella del pasado martes) invitarían a cualquier entrenador sobre la faz de la Tierra a no alterar nada. El clásico y generalmente certero, ‘si funciona, no lo toques’. Pero claro, hay excepciones. Y si la excepción se llama Jude Bellingham, se convierte en impepinable. El inglés metió la directa para volver acortando un mes el plazo inicial de recuperación y el plan inicial de Xabi cambia por ese feliz imprevisto. Encajar a Jude de cara al derbi del próximo día 27 pasa a ser la máxima prioridad. Pero alguien de los que han sido partícipes en este sobresaliente inicio del equipo blanco tendrá que dejar su lugar...

Bendito trastoque, pensará el tolosarra, pero eso no le facilita la gestión. Cuando Xabi se atrevía a meter septiembre en la ecuación, en la previa del viaje a San Sebastián, era por algo: “Soy optimista... y me gustaría tenerlo antes de octubre. Le estamos esperando...”. Y vaya si lo ha logrado. Se cifraba en 90 días mínimo su alta médica y competitiva y lo ha adelantado a sólo 61, y eso que el club quiso frenarle porque el hombro es una articulación espinosa de curar. Volvió a una convocatoria, ante el Marsella, pero no era noche para rodajes, con el Madrid acuciado en el marcador y la roja a Carvajal como problema mayúsculo.

Otra historia será hoy contra el Espanyol (16:15 horas). Encuentro teóricamente más amable para esa intención de reintroducir de una u otra manera a Jude, con la ayuda extra de que el británico está pudiendo perfilar con tres entrenamientos más esa ansiada vuelta. Porque el objetivo final viene siendo desde hace varias semanas una fecha señalada en rojiblanco: llegar al derbi del Metropolitano al 100% o muy cerca de ello. El soniquete del Hey Jude ya se escucha.

Sacrificio. El 5 entrará en el Metropolitano, así que otro dorsal tendrá que verlo de inicio en el banquillo. Xabi cuenta con una idea que no para de repetir una y otra vez. Habla de un sistema “híbrido” y de futbolistas “flexibles”. Bajo esa premisa, el eslabón menos firme es el del extremo derecho, que se ha venido repartiendo Mastantuono (214’) y Brahim (191’). Bellingham se insertaría bajo esa perspectiva como otro centrocampista más (mediapunta con llegada, como su primer año de madridista) o en la línea de tres del medio liberando a Güler de la base de la jugada para que se adelante y forme como extremo derecho.

Tampoco es del todo descartable que Güler pueda ser la pieza que vaya, al menos de inicio, al banquillo. Cuenta con ventaja sobre el argentino y el internacional marroquí, pero aún está conociendo su nueva posición y eso se traduce en poca seguridad con la pelota: es el tercero que más la ha perdido en el equipo (50 pérdidas) y su grave fallo contra el Marsella costó un gol. El Metropolitano es realmente el primer test duro de verdad en lo que va de temporada y reclama precisión casi quirúrgica en la medular blanca.

“Refrendar con goles”

Sea la variante escogida que sea, para Xabi es añadir un argumento más para combatir uno de los escasos defectos que le está viendo al arranque de su equipo. Apuntó de nuevo en esa dirección tras el sufrido 2-1 al Marsella. “La primera media hora me ha gustado mucho, la presión, muy convencidos de qué hacer, recuperando muchísimo... pero de nuevo nos faltó refrendar el buen juego con goles”, explicó. El Madrid bombardeó la portería de Rulli, obligado al descanso a hacer once paradas. Jude es más fuego. Pero mucho más. En 100 partidos que acumula como madridista, 38 dianas. De promedio, una cada tres encuentros... Un complemento muy preciado a este Mbappé que golea desbocado pero que no está siendo suficiente para que el Madrid logre despegarse en los marcadores salvo aquel 0-3 en Oviedo.

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