Entrevista AS | Ilie Sánchez
“Bale ha sido una inyección, nos hace apretar más”
El español Ilie Sánchez, nuevo compañero de Bale en Los Ángeles FC, recibe a AS. Analiza el impacto del galés y cuenta su aventura. Quiere solicitar la ciudadanía y no descarta jugar con la selección de EEUU...
Ilie Sánchez (Barcelona, 31 años) pasa por ser el español más veterano en la MLS. Surgido en La Masia ahora brilla en Los Ángeles Football Club, donde jugará el próximo All Star y donde ha recibido con los brazos abiertos al exmadridista. Allí recibe a AS.
Lo primero, ¿de dónde viene lo de Ilie?
Mis padres buscaban nombres cortos para mi hermano y para mí que fueran cortos y no pudieron ser diminutivos. A él le pusieron uno ruso, Yuri, y a mí, tras leer una novela de espías, el protagonista se llamaba Ilia, pues Ilie para mí. Esa es la historia. De pequeño me costaba mucho explicarlo, pero ahora me encanta mi nombre.
Usted es voz autorizada sobre la MLS, es el español con más partidos en esta liga. Ahora es una liga que se toma en serio. Ahí están los ejemplos de Carles Gil, Alejandro Pozo, su propio caso…
O el de mi compañero Carlos Vela, que vino hace cuatro años estando en su mejor momento. O mire Insigne y Bernardeschi. O Chiellini y Gareth Bale, claro, que ya los tenemos por aquí. El nivel en general es importante. Tácticamente ha crecido mucho y técnicamente ha cambiado drásticamente. También en la inversión. Desde que estoy aquí se han construido seis estadios y todos ellos específicamente para el fútbol.
Dicen de usted que es el Busquets o el Casemiro de la liga, el cinco por excelencia.
Es un honor que me comparen sobre todo con Sergio, hace todo lo que tiene que hacer un mediocentro. Yo crecí fijándome en Guardiola, Xavi, Iniesta y luego Busquets. Es lo que aprendí desde niño en el Barça. Es mi perfil como jugador, pero la comparación con él me queda muy lejos, que conste (ríe).
Le veo muy integrado en el american way of life. Tengo entendido que ha solicitado la ciudadanía.
Sí, llevo casi seis años en Estados Unidos y cuando llegué a Kansas City me dieron la green card de residencia. Desde ahí, a los cinco años puedes aplicar para la ciudadanía y el pasaporte. En septiembre los haré. Me tengo que presentar a un examen y quiero integrarme aún más aquí.
Luis Enrique, que fue entrenador suyo en el Barça B, tendrá entonces que darse prisa… ¿Se ve jugando con la selección estadounidense?
Sí me vería, sí. Sería una oportunidad única. Dudo que vaya a ocurrir, no lo sé, también es cierto que dudaba de estar en el All Star y se ha dado… Tienen que cumplirse muchos factores que no están en mi mano. Una vez tenga el pasaporte, ya hablaremos. Luis Enrique, por cierto, siempre digo que fue mi mejor entrenador y una de las mejores personas con las que me he encontrado en un vestuario.
Empezó en Kansas y ahora juega en La La Land. ¿Es Los Ángeles tan glamouroso para un futbolista como puede parecer?
Hay mucho famoso, es verdad, pero los veo sobre todo cuando vienen al estadio. Uno de nuestros dueños, de LAFC, es el actor Will Ferrell. Le alucina este deporte, es un entendido y nos transmite mucha alegría. Siempre está en el palco, en primera fila. Como si fuera Florentino Pérez.
Ahora que me cita de pasada al Madrid, hábleme de Bale. ¿Cómo ha sido su aterrizaje?
Ha sido una inyección de confianza. Que un futbolista de su enorme nivel haya decidido venir pone en valor nuestro proyecto. Lo admito, cuando ves que ahora es tu compañero, eso nos hace apretar un poquito más para competir y para intentar ganar. Y todo lo que hemos visto y sentido con él es puro compromiso. Quiere ayudarnos a ganar títulos.
Y en las distancias cortas…
A mí Gareth me habla en castellano. Soy el único español, pero hay mucho sudamericano y centroamericano en la plantilla. Y sólo quiere hablar en español con nosotros. ¡De hecho, a veces le hablamos en inglés y nos contesta en español! (ríe). Está involucrado. El otro día pasó por el rito de bienvenida en el estadio animando con el megáfono a la afición. Se lo hicimos también a Chiellini. Se le ve contento.
La última. ¿Cómo van las clases de piano que retomó durante la pandemia?
¿Cómo sabe eso? (ríe). El teclado lo tengo en casa. Lo aprendí cuando era pequeño, estuve siete años de piano y solfeo mientras intentaba decidir qué iba a hacer en la vida. Con 14 años lo dejé, pero me gustó que al recuperarlo durante la pandemia mucho de aquello lo recordaba. Sigo sabiendo leer una partitura, trabajarla y sacar la melodía. Me gustó saber que ese conocimiento seguía ahí, en un rinconcito de mi mente (risas)...