Asier Villalibre: el final de una historia contada ya hace tiempo

Javier Beltrán publicó pasadas las 6 de la tarde que el de Gernika tenía la decisión tomada. Era el día de resaca de la celebración de San Prudencio, patrón de las tierras de Álava, un buen regalo. No encontraba su sitio dentro del conjunto rojiblanco y había hablado con Mikel González para que le facilitara su salida en verano. González, que llegó a Lezama desde Vitoria, tiene un relación fluida con Sergio Fernández. Los dos Directores deportivos quedaron de acuerdo para hablarlo sin prisas y cerrar el asunto en estas fechas de inicio de pretemporada.

Asier Villalibre es leyenda en Vitoria porque fue el autor, en el minuto 129, del penalti que le dio el ascenso al Glorioso en el campo del Levante el día 17 de junio de 2022. La explosión de júbilo fue absoluta, el barbudo delantero tocó la trompeta sin descanso y fue uno de los jugadores más implicados en la celebración de semejante logro. Pero quería volver a probar en Bilbao, pensaba que merecía otra oportunidad, que las cosas iban a cambiar y que podría crecer en casa, en el club de su alma. Un caso parecido a lo que había ocurrido años atrás con Ibai Gómez.

Regresó como león y se mentalizó para triunfar pero otros compañeros le cerraron la puerta, deportivamente hablando. El año fue excepcional para los rojiblancos aunque él no se sentía demasiado protagonista. La celebración de la histórica Copa del Rey a principios de abril fue algo dura para el de la villa foral. Disfrutó pero no estaba satisfecho del todo ya que apenas había aportado en el campo. Y eso que en las primeras fases de esa competición fue el autor de varios goles, incluidos contra el propio Deportivo Alavés en San Mamés.

“Estaba escrito que tenía que ser el Barbas el que nos marcara esta noche y el que nos sacara de la competición copera”, dijo aquella noche Luis García Plaza sobre la pegada de un hombre que él también ayudó a forjar. Nada más llegar a Vitoria, se estrenó con dos goles ante el Eibar en liga. Cuando el Glorioso jugó Copa en la Catedral, le endosó otros dos tantos al club albiazul. Quería celebrarlo como modo de reivindicación pero tampoco deseaba hacer sangre con un club al que ama de verdad. El presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, le dio esa noche el reloj del ascenso.

Y, en el mes de abril, el Athletic ganó la Copa y lo celebró por todo lo alto con la gabarra incluida. Aquella tarde no era el Asier desbocado con trompeta en mano, reivindicó el euskera más que nada. Los focos estaban en otros compañeros. Fue cuando se dio cuenta de que había que rebobinar para atrás. Habló con el Director deportivo, le pidió salir, le comentó que su destino sería solo el Alavés y conversó con la entidad vitoriana para pactar los detalles finales. Cerró las condiciones de su salario y el tiempo de contrato y dejo en manos de Fernández y González el remate final, el acuerdo entre los clubes. Sonó en enero pero Valverde pidió mantenerlo. En este verano la historia cambiará.

Samu Omorodion se marchó de Vitoria, Giuliano Simeone todavía es una incógnita de cara al futuro, Panichelli puede salir cedido y sólo se cuenta, de verdad, con Kike García en la delantera. “Asier está enamorado del Alavés y el Alavés está enamorado de Asier”, señaló Sergio Fernández en un desayuno de trabajo con los medios de comunicación pocos días después de terminar la temporada, con permanencia incluida. “El Búfalo es uno de los nuestros”, suele recordar continuamente Luis García Plaza técnico del conjunto babazorro. Cuanto antes llegue a la pretemporada babazorra, mejor. El regreso del hijo pródigo.

Hoy han vuelto los dos equipos al trabajo. En el Glorioso no estaba Alán Godoy (cedido este año en el Mirandés y en el Nàstic), que no cuenta para el año que viene. En Lezama no estaba Villalibre, que tiene cerradas las condiciones con la escuadra babazorra desde hace casi tres meses. Cuando los planes albiazules y rojiblancos se alineen, más pronto que tarde, se anunciará lo que es un secreto a voces en Vitoria y Bilbao hace tiempo. Que el Búfalo regresa a Ibaia para entrenar y a Mendizorroza para jugar. Como también era archiconocido desde hacía meses el viaje de Andoni Gorosabel en el sentido contrario, de la capital alavesa hacia la vizcaína. Lo que pasa es que el de Arrasate estaba libre tras concluir su vinculación contractual en junio.

El Athletic tratará de sacar algún beneficio económico, una prioridad en caso de recompra y algunas variables que le pueden dar réditos en el futuro. Por ejemplo, una cantidad determinada si el Alavés confirma un año más la permanencia en Primera división. O, quizás también, un porcentaje de dinero en caso de que en el futuro se produzca un hipotético traspaso hacia otra entidad. Pero Asier es un hombre sencillo, sin grandes miras. Quiere ser feliz, se siente del Athletic a muerte pero está enamorado también del Deportivo Alavés. Multiamores, que está ahora muy de moda. Y llegará en propiedad, en este caso se acabaron ya los préstamos o las cesiones. Si no ha estado hoy en Lezama en las pruebas físicas y médicas, pues blanco y en botella. Blanco y azul.

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