REAL VALLADOLID

Así es el ‘Papa’ Pezzolano, nuevo técnico del Pucela

El uruguayo vivirá en el Real Valladolid su primera etapa como entrenador en Europa después de un ascenso con Cruzeiro que le dio un gran prestigio.

En el seno del Real Valladolid no había dudas: Paulo Pezzolano iba a sustituir a Pacheta, quizás no ahora, pero sí en algún momento. Eso se barruntaba antes de la destitución del técnico burgalés este lunes, que anticipó una llegada que parecía destinada a producirse pronto; al menos esa era la sensación refrendada por el hecho de que lleva tiempo observando en la distancia la evolución de su nueva plantilla. Y es que el uruguayo, que recientemente abandonó el banquillo de Cruzeiro, el otro club propiedad de Ronaldo Nazário, encandiló al área estratégica que dirige la entidad con lo que hizo en ‘A Raposa’, ascenso a la Serie A incluido.

El ‘Papa’, a quien apodan así debido a que cuando empezaba a jugar un entrenador confundió su apellido y le llamaba Papaleo, consiguió en Belo Horizonte el que seguramente sea su mayor mérito como técnico hasta la fecha, pero no el primero. Este llegó en su Uruguay natal, en Torque, su último equipo como entrenador y primero como DT, puesto que allí subió a la máxima categoría. Logrado el ascenso, como ahora, cambió de club: firmó por el Liverpool de Montevideo, donde ganó el Torneo Intermedio, segundo título del club y único que no es de Nacional.

Después de dos años en la entidad montevideana, llegó a sonar para Talleres de Córdoba, club argentino que iba a disputar la Copa Libertadores. Sin embargo, vivió en México su primera experiencia en el extranjero, en Pachuca, al que definiría posteriormente en una entrevista, como “el club más difícil de dirigir en México”, debido a la exigencia por utilizar a talentos jóvenes y, a la vez, por cosechar resultados sin un presupuesto alto. Aun así, aguantó dos años, antes de emprender su aventura en Cruzeiro, de la mano de un viejo conocido como Paulo André, dirigente cruzeirense y del Real Valladolid, y con quien jugó en 2006 en Atletico Paranaense.

Su idea de fútbol

Los primeros pasos de Paulo Pezzolano como entrenador sirvieron para ir perfilando una idea futbolística que no ha variado en exceso, y que pasa por intentar ser protagonista a través del balón, tal y como es deseo de la comisión deportiva que lidera Real Valladolid y Cruzeiro. “Si intentamos jugar bien tenemos más posibilidades de ganar. A mí no me gusta tener la pelota por tenerla; quiero tener la posesión para atacar”, señaló el entrenador hace un lustro, después de que ‘su’ Torque fuera alabado por la brillantes de un gol en el que participó todo el equipo.

En otra ocasión, en una entrevista en Referí, después de hacerse cargo del Liverpool, dejó otra reflexión que vuelve a definir al nuevo entrenador del Real Valladolid: “El que juega mejor, a la larga gana más. ¿Y qué es jugar mejor en el fútbol? Es el que tiene más chances de gol en el partido. Es muy difícil perder dos partidos teniendo muchas chances de gol y teniendo el rival una o dos”, alegaba, una máxima que se acerca al mensaje de Pacheta de que ese tipo de fútbol acerca más a la victoria que otro menos propositivo y que cabe esperar que se mantenga.

Lo hará con matices, como es evidente, dado que una de las premisas que acompañan a Pezzolano es su permeabilidad y su capacidad para adaptarse, acuciada en este caso, cuentan desde Brasil y refrendó Fran Sánchez en rueda de prensa, porque conoce la dificultad de la Primera División española (militó en ella como jugador, en el Mallorca, pero, sobre todo, la sigue) y la que entraña llegar al conjunto blanquivioleta en la actual situación, con un modelo de juego semejante, pero con problemas estructurales y un proyecto que él no ha iniciado.

Esas mismas fuentes conocedoras de su estancia en Cruzeiro hablan de un entrenador metódico, de un especialista táctico, con buena lectura del directo del partido y con capacidad para cambiar el signo a través de la dirección durante el mismo. En ‘A Raposa’ se ha manejado con varios esquemas diferentes; con un 1-4-2-3-1 como el recientemente visto o un 1-3-4-3 más difícil de ver con los mimbres de que dispondrá. La premisa, la misma: ser vertical, protagonista, ofensivo. No en vano, se ha formado en foros en los que han participado entrenadores como Marcelo Bielsa y tiene como referentes a otros como Pep Guardiola o como Maurizio Sarri.

En La Diaria Deporte, periódico de su país, dio hace tiempo alguna pincelada de lo que pretendía, vista, sin ir más lejos, en su última etapa, en la que en Cruzeiro se desenvolvió con dos laterales largos y con un doble pivote tendente a lo físico o al equilibrio, vertebrador de lo que sucede por delante, donde prima el dinamismo de los atacantes y la fortaleza del ‘nueve’. Así lo explicaba él hace más de un lustro: “Buscás laterales que suban constantemente, zagueros rápidos que sepan perfilarse, que sean buenos técnicamente, jugadores dinámicos e intensos en el medio de la cancha, puntas veloces y un nueve fuerte que vaya bien de arriba”.

En esa misma entrevista habla de tiempo para la construcción de un equipo, algo de lo que no dispondrá en Zorrilla, o no exactamente, ya que si bien su contrato se extiende hasta el 30 de junio de 2024, lo primero que tiene en el horizonte son once jornadas en las que debe buscar la salvación. No obstante, aunque Fran Sánchez conoce su método, no hay que obviar sus propias palabras, ya que el mismo director deportivo reconoció que “la propiedad” lo ve como “un perfil interesante”. No solo lo es, al menos sobre el papel, sino que se espera que el hecho de que llegue con el aval personal de Ronaldo Nazário y con un contrato a medio plazo pueda servir para alertar, más si cabe, de la necesidad de un cambio en el nivel que viene ofreciendo y establecer un nuevo liderazgo en el vestuario.

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