LAS PALMAS

Aquel 21 de mayo en el Insular

Hoy domingo se cumplen 23 años del ascenso directo con Sergio Kresic. El día en el que Las Palmas vuelve a estar a un partido de Primera División

La hiperactividad se desataba en la grada en el descanso. La Naciente, como si de un galeón que debe desplegar las velas con rapidez para coger el alisio rumbo a América, se tiñó de banderas y las bufandas se viralizaron por Curva, Tribuna y Sur en cuestión de segundos, el Insular rugía. Si dos años antes lo hacía con un 0-4 ante el Logroñés para festejar una promoción el día que se perdía un ascenso directo esta vez los motivos eran más alentadores.

Porque el Salamanca no pasaba del empate en casa, Bonilla, del Badajoz, había empatado el encuentro diez minutos antes. Porque el Extremadura ya había enterrado sus opciones con un 3-1. Y porque Las Palmas, de nuevo ante su equipo fetiche de los noventa, el Elche, vencía 3-0 al descanso y estaba a 45 minutos del ascenso. Se venía el asalto a la cumbre.

La U. D. Las Palmas de Sergio Kresic no dejó pasar la primera de las oportunidades que tuvo a mano para ascender y le sobraron dos jornadas ante Villarreal quienes subieron ante los grancanarios —aquellos polvos— y el último en casa frente al Levante —estos lodos—. De aquel día se cumplen 23 años, hoy 21 de mayo. Fue la última vez que los amarillos estuvieron a un partido —y sin dependencia externas— de subir de forma directa a Primera División. Hasta este `próximo encuentro. Y es que los de García Pimienta pueden emular a los del croata y hacerlo a la primera sin tener que usar el comodín de aventura envenenada de la promoción.

La victoria al Cartagena que empezó como un drama de cine bálcanico con un gol tempranero de los blanquinegros y acabó como una película de Pixar, permite a los grancanarios la posibilidad del ascenso directo ante el Alavés, quien a su vez depende de sí mismo también. Precisamente el rival que sancionó el último descenso de Primera en 2018. Muchos intereses cruzados en la verdadera final de la temporada.

Las cuentas y escenarios

Dentro de las cábalas amarillas está la ideal, la victoria. Simples matemáticas, si gana está en Primera. Si pierde, subiría el Alavés. Sencillo, sistema binario. Ahora viene el modo condicional. El del empate. En este supuesto los grancanarios ascenderían mientras el Levante no venciera al Oviedo de Álvaro Cervera por una diferencia mayor a cinco goles.

Este último escenario, el de un empate a puntos entre Las Palmas y Levante, tiene una adenda ideal para los fanáticos de la carambola y del drama cinematográfico de los Balcanes. Una derrota del Granada frente al Leganés — no ha perdido en toda la temporada como local— dejaría fuera del ascenso directo a los nazaríes. Ya que en caso de triple empate, en la liguilla entre andaluces, valencianos y canarios, los blanquirrojos quedan en tercer lugar: cuatro puntos para los de Pepe López, cinco puntos para los de García Pimienta y seis para los de Calleja. Llegados a este extremo, suerte a los supervivientes.

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