CELTA 1 - BETIS 0

Aprobados y suspensos del Celta: Marchesín empieza a dar puntos

El argentino salvó con cuatro paradas al Celta, que no supo manejar el partido contra diez. Veiga la rompió en su primera titularidad de esta campaña.

MIGUEL RIOPAGetty

Marchesín: Salvador. Evitó en cuatro ocasiones el empate del Betis. Su mejor intervención llegó en un mano a mano que le saca con el pie a Borja Iglesias. Su primera gran tarde como celeste.

Hugo Mallo: Activo. A diferencia de lo que sucede habitualmente, apareció más en ataque que Javi Galán. Su despliegue le llevó a quedarse sin gasolina y a tener que ser sustituido en el minuto 70 con molestias en los isquios.

Aidoo: Dubitativo. Recordó al jugador que antes de asentarse en la titularidad con Coudet era una caja de sorpresas, muchas veces negativas. Solo transmitió seguridad en los cuerpo a cuerpo.

Unai Núñez: Discreto. Al igual que Aidoo no estuvo cómodo, ni en defensa ni con el balón. Lo pasó mal con Willian José en el segundo tiempo.

Javi Galán: Sin alas. El futbolista que hasta esta jornada acumulaba más intervenciones en la Liga se mantuvo en esta ocasión en un segundo plano. Recibió una amarilla muy rigurosa en el minuto 35 y la amenaza de la expulsión lo cohibió. Un centro con mucha intención y un disparo que se marchó a las nubes fueron sus dos principales apariciones en ataque.

Solari: Disciplinado. Actuó como un segundo lateral derecho por delante de Mallo para tapar a Álex Moreno. Escasa aportación ofensiva.

Beltrán: Atraviesa un bache. Tras su fallo en el 1-0 contra el Valencia antes del parón, volvió a cometer un error de bulto. Esta vez, con un pase atrás de cabeza, dejó mano a mano a Borja Iglesias con Marchesín. Las dudas del madrileño no le afectan a la hora de presionar y ser un incordio para los rivales. Lució el brazalete después de irse al banquillo Mallo y siguió portándolo con Aspas en el campo.

Gabri Veiga: Lo tiene todo. Su segundo tanto con el Celta, el primero en Balaídos, muestra alguna de sus virtudes: calidad para conducir, personalidad para atreverse a lanzar desde lejos y que tiene un cañón en la pierna derecha. Más allá del gol, estuvo brillante en su debut como titular esta campaña. El sucesor de Denis Suárez ha asumido definitivamente el trono en la medular celeste.

Gabri Veiga
  • Celta
  • centrocampista
  • España

Óscar: Guadianesco. No participa demasiado en el juego, eso sí, cuando aparece deja patente su clase. Rui Silva le sacó dos oportunidades claras, un lanzamiento de falta desde la frontal y una definición algo inocente en el minuto 88. El partido se le hizo largo y en el tramo final le costó mucho seguir a Ruibal, que había entrado fresco.

Carles Pérez: Le faltó definir. Su velocidad creó problemas al Betis desde el arranque, pero al catalán se le hizo de noche dentro del área. Perdonó en el minuto 2 y de nuevo en el 40, en esta última pecando de individualista tras una espectacular conducción. Pese a tener la pólvora mojada completó su mejor partido como céltico.

Larsen: Los centrales del Betis se incorporan a su lista de víctimas en la Liga. Con su corpulencia y coordinación desarmó a los zagueros del equipo de Pellegrini. Gracias a su juego de espaldas provocó la expulsión de Luiz Felipe. Sustituido en el minuto 55, el Celta no supo cómo atacar sin el noruego.

Tapia (entró por Solari): Un cambio que no funcionó. El peruano no impuso su físico. Fekir y Canales pasaron por encima del peruano y de Beltrán. Tampoco supo manejar el partido con el balón.

Paciencia (entró por Larsen): Torpe. En sus pies murieron interesantes opciones de contragolpe del Celta para sentenciar. A años luz de Larsen.

De la Torre (entró por Veiga): El único que aportó de los que salieron desde el banquillo. Jugando por la banda derecha protagonizó conducciones que, sin llegar a buen puerto, permitieron a su equipo tomar aire.

Mingueza (entró por Mallo): Aunque cortó algún balón, no consiguió reconquistar la banda que el Celta perdió por el bajón físico de Mallo. La única forma que encontró para detener a Fekir fue agarrándolo, lo que le costó una amarilla en los últimos minutos. Remató un córner en el primer palo y su cabezazo estuvo a punto de ser una asistencia de gol a Aspas.

Iago Aspas (entró por Carles Pérez): Una indisposición estomacal le impidió jugar de inicio y en los 20 minutos que disputó quedó de manifiesto que estaba mermado físicamente. Tener a Paciencia de socio tampoco le ayudó.

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