GIRONA 0 - CELTA 1

Aprobados y suspensos del Celta: ¿Alguien duda que Aspas es el mejor delantero español?

Una genialidad del moañés marcó la diferencia en Montilivi. Carles Pérez se estrenó como titular jugando al lado del ‘10′. Óscar va a más. Mucho compromiso defensivo de todo el equipo.

David BorratEFE

Marchesín: Apareció cuando lo tuvo que hacer. En la mejor y casi única ocasión del Girona para empatar, el argentino tiró de reflejos sacando un pie que evitó el gol local. Transmite confianza.

Hugo Mallo: Defensivo. El marinense apareció en ataque mucho menos de lo habitual y se centró en cerrar su parcela. Pegajoso y agresivo en la marca.

Aidoo: Acabó encontrándose. El ghanés estuvo algo desorientado a la hora de defender los centros laterales en la primera parte. Daba la sensación de no tener muy claro a quien tenía que cubrir. En el segundo tiempo no concedió absolutamente nada a Stuani y compañía.

Núñez: Poderoso. Muy concentrado y sin contemplaciones. Central de la vieja escuela.

Javi Galán: Selectivo. No se prodigó tanto en ataque como acostumbra, pero generó peligro las veces que subió la banda. Algo nervioso por el juego de su equipo en el primer tiempo. Poco exigido defensivamente.

Tapia: Despliegue. En el doble pivote con Beltrán se situó en varias fases del partido por delante del madrileño, llegando a presionar muy arriba la salida de balón del Girona. Se hizo daño en la misma jugada que fue amonestado y tuvo que ser sustituido.

Beltrán: Incansable. Cortando balones es un seguro de vida, desde el minuto 1 al 95. Sin demasiado feeling con el esférico, no arriesgó en la construcción.

Óscar Rodríguez: Se soltó. Perdido de inicio en la banda derecha, dejó patente su calidad a raíz de intercambiar su posición con la de Cervi y jugar con libertad. Al interior argentino le regaló una ocasión de oro con un maravilloso taconazo. A partir de esa genialidad, ganó en confianza para asociarse, desbordar y disparar a puerta. Un derechazo desde la frontal obligó a Juan Carlos a emplearse a fondo.

Cervi: Tan implicado como espeso. Lo da todo defendiendo, pero desde que empezó la temporada no está fino en ataque. Definición muy pobre con todo a favor tras recibir el taconazo de Óscar.

Carles Pérez: Estreno como titular y detalles. Coudet le dio la alternativa en el once colocándolo como pareja de Aspas para aprovechar la velocidad del catalán. No se le vio demasiado cómodo y con frecuencia cayó a la medular para entrar en contacto con el balón. Genera la jugada del gol y asiste al moañés, que magistralmente se encargó de hacer lo más difícil. Sacó a relucir uno de sus puntos fuertes, el disparo, con un peligroso lanzamiento desde la frontal al que Juan Carlos respondió con una intervención de mérito.

Iago Aspas: El mejor delantero español de la Liga ejerció como tal. Durante casi toda la primera parte se mantuvo en un segundo plano y justo antes del descanso apareció para provocar dos tarjetas. El gol es marca de la casa, inverosímil, con solo un 14% de posibilidades de marcar según la tecnología que aplica la Liga. En el segundo tiempo fue amo y señor del partido.

Solari (entró por Carles Pérez): Profesional ejemplar. Salió para apuntalar la banda derecha y no dudó en cometer faltas. Sirvió un pase a Paciencia que era medio gol. Dispuso de una buena ocasión, pero su disparo se marchó alto.

Gabri Veiga (entró por Tapia): Personalidad. Se enchufó de inmediato y el centro del campo no acusó la baja de Tapia. Aprovecha su físico y le sobra criterio con el balón.

Paciencia (entró por Óscar): Juego aéreo. Su misión era pelear, sobre todo por alto, y a eso se dedicó. Perdonó el 0-2 por no rematar de primeras el servicio de Solari.

Carlos Domínguez (entró por Cervi): Sin tiempo, compareció sobre el césped en el minuto 94. Coudet confió antes en el canterano que en Mingueza para defender un posible arreón final del Girona.

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