Antonio Ruiz: “El mejor legado de Di Stéfano es el Real Madrid”
La Real Federación Madrileña de Fútbol (RFFM) celebró un programa especial en homenaje a la leyenda madridista.
La Real Federación Madrileña de Fútbol (RFFM) celebró un programa especial en homenaje a Alfredo Di Stéfano. En el mismo contó con los testimonios de Antonio Ruiz, compañero y exjugador del Real Madrid (1957-1962); Rafael Martín Vázquez, integrante de La Quinta del Buitre (debutó en Murcia siendo Di Stéfano entrenador madridista); Jesús Paredes, preparador físico con una amplia trayectoria (estuvo en los cuerpos técnicos de Di Stéfano y de Luis Aragonés, por ejemplo); y Tomás Roncero, periodista especializado en el equipo blanco.
Precisamente fue éste último quien abrió el fuego de la charla. Preguntado por si hubiera un jugador parecido a La Saeta, Roncero fue contundente: “No encuentro parecidos. Tengo testimonios como mi padre, Zoco, Pachín, los propios Antoio Ruiz y Paredes, con los que he hablado de esto. Yo he visto cosas de Maradona, Cruyff, Beckenbauer… Mi padre me explicaba que en un tiempo que nadie le pedía eso, Di Stéfano cortaba el balón en la defensa, luego pasaba por el centro del campo, se las apañaba para pasársela a Gento y llegaba al ataque, donde marcaba o pasaba: se recorría 70-80 metros varias veces a lo largo de un partido. Me da mucha rabia no haberle pillado en su esplendor en el Bernabéu”.
Acto seguido le tocó el turno a Antonio Ruiz: “Hablar de fútbol es hablar de Alfredo. Porque si en el mundo del fútbol ha habido una persona superior ese ha sido Alfredo Di Stéfano. Yo tuve la suerte de caer en ese vestuario y sólo verle sudar antes de los partidos, de cómo los vivía… Antes de jugar un partido le sudaban las manos porque se cargaba de responsabilidad. Ver a la gran figura del mundo y verlo… ¿qué teníamos que hacer los demás? Pues seguir su camino”.
Martín Vázquez: “Si no fuera por él, no sabríamos qué hubiera sido de nuestras carreras. En ese sentido, Alfredo, con la personalidad que tenía llenaba una habitación. Tuvo el arrojo de tirar de la cantera en un momento que era muy difícil subir al primer equipo, Al final, acabamos jugando cinco jugadores, pero fue un hombre clave en el club, por eso de mirar para abajo (la cantera) que creo que es fundamental”.
¿Cómo era como jugaba?
“Cuando era juvenil, iba al campo con un compañero y le decía: “A ver qué le vemos de nuevo a Alfredo’. Era raro el partido en el que no hacía algo diferente, pero tan diferente que no se lo habías visto hacer a nadie. Eran cosas impresionantes. Yo, aquellos partidos, los tengo guardados en la memoria. Cuando me preguntan cómo era jugar con él siempre respondo: jugábamos con un jugador más por línea. Un delantero, un medio y un defensa. Así era. Alfredo pasaba a Paco, Paco corría y centraba y llegaba Alfredo al remate”, explicó Antonio Ruiz, mientras que Jesús Paredes comentaba cómo le hubiese preparado físicamente: “Su padre era asentador de patatas y Alfredo subía pesas con las bolsas de patatas. Pero para prepararle le hubiera mantenido la velocidad resistencia, su mejor cualidad: realizar esfuerzos explosivos la mayor cantidad de veces. De lo contrario hubiese sido desentrenarle”.
Martín Vázquez comentó lo que le enseñó el club de La Saeta: “Lo que nos transmite el club a los chavales que llegamos es la historia, respeto, disciplina, esfuerzo, sacrificio… y eso lo construyen Alfredo y otros muchos jugadores. Eso te va a hacer madurar tanto en lo profesional como en lo personal. Tener referencias por arriba y luego Alfredo… No tuvimos la suerte de verlo por edad, pero sí como entrenador y como persona, con esa personalidad que reflejaba. Luego cuando le conoces más, y esa confianza que te da, ves aspectos muy personales. La grandeza del Real Madrid es por lo que empezaron a hacer desde el principo. Por eso, cuando siguen llegando jugadores es algo que se palpa, se transmite. Y se transmite más que por decir, por ver”.
Sobre su fichaje por el equio blanco, Antonio Ruiz desveló un hecho curioso: “A mí me contaron que llegó a jugar un amistoso a Madrid. En un momento del partido, le dieron un pase largo, que llegaba al fondo del fondo norte. Se echó un sprint y llegó. Bernabéu que lo estaba viendo, le dijo a Saporta: ‘Raimundo, firmame a ese jugador’. Esa es la historia que yo tengo”.
Interviene Roncero: “Bernabéu era un gran ojeador de jugadores. Por ejemplo, fichó a Stielike cuando iban a firmar a otro, creo que Wimmer. Según contó Relaño: el Barca decide no pagar y el Madrid dice que sí. Y Di Stéfano, que se siente maltratado en Barcelona, decide fichar por el Madrid, que se vuelca con él, donde le dan cariño y le dan galones de crack. El Madrid sí tuvo ese ojo clínico de ver que iba a ser una estrella. Hay que recordar que los primeros 14 años del franquismo, el Madrid no gana ninguna Liga y el Barça cinco”.
Preguntados por su mejor partido, hay pocas dudas. Para Paredes, “la final de Glasgow, la del 7-3″. Para Antonio Ruiz, “fue un 2-4 en el campo del Espanyol”. Mientras que preguntados en qué jugador se hubiese fijado La Saeta, Paredes explica que el portugués Eusebio, con el que además se quedó con la camiseta de la final de la Copa de Europa de 1962, en la que el Benfica derrotó a los madridistas (5-3).
Hablando de su lado personal, Martín Vázquez explica: “Alfredo era un hombre de pocas palabras, pero muy ocurrente. En cierto modo era muy gracioso. Recuerdo un partido en el que estábamos atacando al equipo contrario y no hacíamos gol. En el descanso nos soltó: “A este portero lo vamos hacer internacional”. Igual cuando venía con los veteranos: se le notaba en el carácter que no le gustaba perder, siempre nos arengaba”.
Paredes fue más lejos: “Por las mañanas le costaba hablar. Ya a eso de las 12:30-13:00 ya se soltaba. Yo le decía que tenía artrosis en la lengua, pero ya te digo que a las 13:00 ya se soltaba. Por cierto, se pronuncia Distéfano, no Di Estéfano, sino Distéfano, estirando la ‘s’”. Como entrenador se le recuerda por sus cinco finales como entrenador del Real Madrid. Explica Roncero: “Estuvo a un tris de ganar todas esas finales, pero pasó algo que salió cruz en todas ellas. Las perdió de manera alevosa”.
Como colofón, los cuato invitados hablaron del legado que dejó La Saeta: “Todo lo que hay detrás. Forma parte de la historia del Real Madrid. Forma parte de la historia del fútbol. En todos los sitios por donde pasó, dejó huella y eso no es fácil”, explica Martín Vázquez. Para Antonio Ruiz, su mejor legado es “el Real Madrid. Lo hizo en el campo y don Santiago lo hizo en el despacho. Primero con la visión que tuvo de firmarle. Estos dos hombres han hecho este Real Madrid que perdurará para siempre Es el mayor legado que han podido dejar”, algo que ratificó Tomás Roncero.
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