André Silva tampoco entra con el grupo esta semana

“Va muy bien, me siento muy bien, cada día mejor, y creo que muy pronto voy a poder volver. Yo creo que la semana que viene empezaré con el equipo, y en la quinta jornada estaré ahí”. Con estas palabras André Silva llenó de ilusión a la afición de la Real Sociedad, deseosa de ver por fin en acción con la camiseta txuri-urdin al que la gran apuesta de este verano para la delantera del equipo de Imanol Alguacil en su vuelta a la Champions League. Pero como la gaseosa esa buena noticia ha ido perdiendo fuelle según transcurría esta semana de entrenamientos en Zubieta sin competición en el horizonte. Porque el ariete portugués todavía no se ha unido al trabajo de grupo, como era su deseo y tenía previsto. Así que en el entorno del conjunto donostiarra no pueden evitar hacerse la pregunta: ¿Y André Silva para cuando?

La vuelta del delantero luso, y por tanto su debut oficial con la camiseta de la Real Sociedad, es una incógnita. Más allá de que se le haya visto entrenando sobre el césped, tocando balón con las botas y aumentando el ritmo de su trabajo, pero en solitario, poco más se ha sabido. Sigue sin aparecer por la práctica grupal, porque nadie quiere precipitarse después de una lesión muscular que le tiene en el dique seco ya casi cuatro meses, porque se lesionó en mayo, en la recta final de la temporada pasada. Pero sus sensaciones son buenas, cada vez mejores, según cuentan desde Zubieta; por lo que lo normal sería que la semana que viene ya pudiese empezar a entrenar con el grupo a las órdenes de Imanol Alguacil. Es decir, mantiene intacta su esperanza de poder estar disponible para el primer partido después del parón, que es en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. De esa manera, se cumpliría su previsión de estar a disposición del entrenador oriotarra para cuando comenzara la Champions League, competición en la que es el más experimentado de la joven plantilla realista.

André Silva está tratando de recuperarse de la primera lesión muscular que sufre en su carrera, por lo que su pronóstico era en todo momento incierto, tal y como él mismo reconoció en su presentación. La realidad es que si fuera por el delantero portugués, ya habría dado el paso de entrenar con el grupo hace tiempo, pero son los médicos y los fisios los que le están poniendo freno para evitar una recaída que podría ser fatal. Se está tratando con toda la prudencia posible su lesión, marcando bien los tiempos e intentando estar seguros de cuándo dar el siguiente paso. Lo bueno es que este parón liguero, clásico ya en el comienzo de la competición, les permite ganar algo de tiempo. Y aunque esta semana no haya trabajado con el grupo, lo cierto es que se ha aumentado el ritmo de su entrenamiento para acelerar su recuperación. Y de momento su cuerpo está respondiendo.

Ahora falta el último paso, el de entrenar por fin a las órdenes de Imanol, deseoso ya de contar con el sustituto de Alexander Sorloth en la punta de ataque de la Real. Se trata de una posición en la que ha tenido dificultades en estas cuatro primeras jornadas. Porque Umar Sadiq, que también esta semana por precaución ha estado al margen del equipo, no está al 100% y se nota que le falta ritmo de competición tras superar su grave lesión de rodilla. Y eso le ha llevado a tener que jugar como referencia con Carlos Fernández, que es muy voluntarioso pero no es su mejor posición. Tanto es así que contra el Granada puso arriba a Mikel Oyarzabal, que también está cogiendo el ritmo de competición pero cuya inteligencia le permite desenvolverse bien en ese puesto.