“Ahora somos más agresivos en cómo y dónde hacemos la presión”

Tras los últimos resultados se vive un gran optimismo en el entorno del Racing, ¿también en el vestuario?

La verdad es que los triunfos te permiten coger aire, ver las cosas de manera diferente. Es bueno no estar siempre con la soga al cuello. Tenemos a más equipos metidos ahí con nosotros, pero todavía nos queda trabajo por hacer y tenemos margen de crecimiento. Esto no está hecho y lo primero es sentenciar la permanencia.

Mas allá de que usted no jugaba con Romo y es titular con José Alberto, ¿qué ha cambiado el Racing para protagonizar esta remontada?

Aunque en esta categoría cada partido lo tienes que jugar de una manera distinta, creo que somos un equipo más agresivo, en la manera de presionar, en hacerlo más arriba, cuando nos hundimos intentamos salir más a la contra y los jugadores de arriba se sienten más cómodos y el equipo está mejor. Tácticamente, al mister le gusta meter gente por dentro, como pueden ser Íñigo Vicente y Pombo, con Roko y Mboula que corran a los espacios y nos están dando cosas. Esos cambios tácticos, en ciertas posiciones y en ciertos jugadores, nos han permitido dar un paso adelante.

Pero mantienen el mismo 4-2-3-1 que utilizaba el anterior entrenador...

Sí, pero si vemos un vídeo para ver movimientos de antes y movimientos de ahora, ves que, con la misma estructura, no tenemos el mismo posicionamiento en el campo.

¿Sería un buen ejemplo el de Jordi Mboula, buen amigo suyo, que jugaba tanto antes como con José Alberto, pero ahora marca y antes no?

Sí, son ciertos matices en la idea del juego que nos hacen mejores. Jordi, por ejemplo, acaba ahora más situaciones por dentro, más en campo rival..., los dos goles que marcó al Andorra, por ejemplo, los termina uno como delantero centro y en el otro gana el espacio con un desmarque hacia dentro, mientras que antes esos desmarques los hacía para afuera, hacia línea de fondo, pegado a la cal, y después de haber recorrido muchos metros desde posiciones defensivas. Ahora, más fresco, se planta solo delante del portero y nos está dando muchísimo. Está en un momento espectacular.

Eso suena muy bien, pero también es verdad que han acabado varios partidos parapetados en su área. ¿Reculan voluntariamente cuando van ganando?

No, nos echa atrás el rival, hay momentos para todo. Los equipos te aprietan, físicamente te cuesta más salir, y hay equipos que te somten. El Andorra o el Leganés, por ejemplo, son dos equipos que proponen todo el partido y nosotros les pudimos en el primer tiempo, les apretamos arriba, pero luego ellos son buenos, arriesgan más y te cuesta. En Málaga, sin embargo, tuvimos más el balón, aunque también se notó lo de su expulsión.

Lleva dos partidos seguido sufriendo en defensa ante extremos rapidísimos como Germán Valera y Lago Junior...

Es cierto, sobre todo contra el Andorra, en las primeras jugadas con Germán, que es muy buen jugador, lo pasé mal. Luego lo he analizado y he visto que no decido bien en las dos primeras acciones: en una no tuve que saltar y en la otra estaba mal perfilado. Con Lago Junior, en Málaga, que está en gran momento, sufrí, no excesivamente, en la primera parte, pero luego fuí a más. En los dos partidos estuve mejor en la segunda mitad.

Pues le viene Gerard Valentín con el Huesca...

Otro hueso muy duro, muy amigo mío y uno de los extremos más desequilibrante de Segunda. Creo que el año pasado fue el segundo que más regates hizo en Europa. Lo hablamos con el míster, lo normal es que los extremos sean los jugadores más desequilibrantes del otro equipo y sabes que te van a regatear, como nosotros queremos que nuestros extremos reciban en zonas de tres cuartos porque son desequilibrantes.

Será un seguro de vida para usted tener al lado un central tan rápido como Rubén Alves...

Sí, está haciendo una temporada formidable, a un nivel muy, muy alto. Lleva unas semanas con molestias en un tobillo, pero todos nos tenemos que acostumbrar a convivir con el dolor y seguro que Rubén, aunque hoy se haya resentido, va a estar el lunes en condiciones de jugar el partido a su nivel.

Usted, incluso ganando, sube mucho la banda, ¿se lo pide más José Alberto o lo propicia el juego de Íñigo Vicente?

Íñigo Vicente es un perfil de extremo que necesita de un lateral que le doble. Puede jugar, claro, pero no se siente cómodo de otra manera. Al míster le gusta que me incorpore mucho y que Íñigo pueda jugar por dentro y eso es lo que intentamos y creo que las cosas van saliendo bien.

Este fin de semana viaja el Málaga a Las Palmas y la Ponferradina a Granada, dos salidas muy duras, y ustedes jugaran el lunes con el Huesca sabiendo los resultados...

Es verdad que sus partidos son complicados, pero yo he visto de todo en Segunda. Nos tenemos que centrar en lo nuestro porque puede pasar cualquier cosa. El Málaga, por ejemplo, me parece que tiene un equipazo, una plantilla muy, muy buena, y nadie podía suponer que iba a pasar apuros... Por suerte, que nos lo hemos ganado, que nadie nos ha regalado nada, nosotros dependemos de nosotros mismos y tenemos un margen con el que tenemos que saber convivir.

¿Qué espera del partido con el Huesca?

El Huesca, con el Cuco Ciganda, es un equipo muy sólido, 4-4-2, con extremos abiertos, que a veces deja a la gente de arriba muy descolgada, que parte voluntariamente el equipo. Te ataca con esos cuatro y te defiende con seis, pero de manera muy solidaria. Les gusta mucho correr y cuesta mucho batirle.

A usted le queda un año más de contrato y, tal como le van las cosas con José Alberto, que seguirá en caso de permanencia, imagino que le apetecerá seguir en casa, tras tantos años de equipo en equipo...

Sí, es pronto para hablar de todas las cosas que pueden suceder, pero ojalá consigamos el objetivo y haya una estructura sólida para seguir creciendo. Yo vine con esa ilusión, no jugué en los primeros meses, pero siempre tuve la motivación de ser parte de un proyecto ilusionante a largo plazo. Por eso estoy aquí.